Grupo de Amigos de la ONU condena intervención militar de buque venezolano y exige cese de acciones coercitivas

El Grupo de Amigos en Defensa de la Carta de las Naciones Unidas emitió este sábado un comunicado especial en el que expresa su más profunda preocupación y rechazo categórico a lo que calificó como" una nueva y grave agresión del Gobierno de Estados Unidos contra la República Bolivariana de Venezuela", tras la intervención de un buque petrolero que realizaba actividades comerciales lícitas frente a las costas venezolanas.

En el documento, los Estados miembros del Grupo advierten que esta acción, ejecutada por fuerzas militares oficiales de un Estado, constituye una "violación flagrante del derecho internacional, incluyendo el derecho de propiedad, la libertad de navegación y los principios de igualdad soberana y no intervención consagrados en la Carta de las Naciones Unidas".

El comunicado subraya que la interceptación y apropiación forzosa del buque, representa un" acto unilateral de coerción inadmisible", que se inscribe en una" tendencia peligrosa de medidas agresivas que amenazan la paz, la seguridad y la estabilidad regional e internacional. En ese sentido, el Grupo exige la liberación inmediata del buque, de su carga y de cualquier personal detenido".

Asimismo, el texto denuncia que estas acciones se producen en un contexto "de amenazas continuas, campañas de desinformación, operaciones encubiertas y provocaciones militares, orientadas a desestabilizar y deslegitimar al Gobierno constitucional del presidente Nicolás Maduro Moros", y advierte que se trata de una escalada deliberada para socavar la soberanía y la independencia política de Venezuela.

El Grupo de Amigos recalca que "ningún Estado puede justificar el uso de la fuerza militar ni la interferencia en actividades comerciales legítimas bajo legislaciones nacionales de carácter unilateral o con efectos extraterritoriales", recordando que tales prácticas contravienen las obligaciones internacionales y el principio de solución pacífica de las controversias.

En el comunicado también se reafirma que América Latina y el Caribe deben seguir siendo una Zona de Paz, y que las acciones militares unilaterales, "los robos de activos y las amenazas de uso de la fuerza, por tierra, mar o aire, representan un serio riesgo para la estabilidad regional y para los actores económicos que operan legítimamente en la región".