El PCV afirma que no es parte de la llamada "Plataforma Mundial Antiimperialista"

Lunes, 08/12/2025 06:45 AM

08-12-25.-El Partido Comunista de Venezuela (PCV) niega categóricamente ser parte de la denominada "Plataforma Mundial Antiimperialista".

A través de comunicados y publicaciones oficiales, el PCV decclara que:

  • Nunca ha formado parte de esa estructura.
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  • Denuncia la usurpación de sus siglas en documentos de la plataforma, como la supuesta "Declaración de París" de octubre de 2022, calificándolo como parte de una ofensiva internacional contra su partido.
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  • Considera la plataforma un "espacio viciado por el reformismo" con "claros intereses anticomunistas", que ha lanzado falsedades contra el Partido Comunista de Grecia (KKE) y otros partidos afines.
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  • Reconoce la legitimidad del auténtico PCV, dirigido por Oscar Figuera, y rechaza cualquier intento de suplantación.

La posición oficial del PCV y otros partidos comunistas es que la "Plataforma Mundial Antiimperialista" es una iniciativa impulsada por fuerzas oportunistas y reformistas, no representativa del movimiento comunista internacional genuino.

 

A continuación el comunicado:

Secretaría de Relaciones Internacionales del PCV.- Recientemente fuimos sorprendidos por una publicación de la denominada «Plataforma Mundial Antiimperialista», en la que aparece el nombre del Partido Comunista de Venezuela (PCV) como supuesto firmante de una «Declaración de París», fechada en octubre de 2022 y presentada como un documento fundacional de dicho aparato.

Alertamos a la comunidad de partidos comunistas y obreros del mundo que el PCV no solo jamás ha formado parte de esta estructura, sino que además denunciamos la usurpación de nuestras siglas como parte del escalamiento de la ofensiva internacional que fuerzas oportunistas y del capital mantienen contra el auténtico PCV.

Sobre la mencionada plataforma, es necesario hacer varias precisiones que permiten comprender su carácter y el papel que desempeña en el marco de la agudización de las contradicciones interimperialistas contemporáneas. En primer lugar, se trata de un aparato cuya creación estuvo impulsada por una organización completamente desconocida en el ámbito internacional, el Partido de la Democracia del Pueblo de Corea del Sur, que súbitamente emergió con abundantes recursos económicos para financiar giras internacionales de captación de organizaciones y la realización de costosos encuentros destinados a consolidar esta iniciativa.

Desde su origen, la plataforma buscó constituir un espacio internacional que articulase organizaciones progresistas e incluso partidos que se reivindican comunistas, para ponerlas al servicio de los intereses económicos de un polo del capital mundial que disputa mercados, materias primas y rutas comerciales en el marco del recrudecimiento de las contradicciones interimperialistas.

El eje de su estrategia consiste en tergiversar el concepto marxista-leninista de imperialismo —como fase monopolista del capitalismo— para reducirlo exclusivamente a la actuación de los países y capitales «occidentales» (Estados Unidos, Unión Europea, Japón, etc.), presentando al resto de los polos del capital mundial como supuestas «fuerzas de resistencia» al hegemonismo de esos bloques.

Mediante esta burda manipulación ideológica, intentan justificar su existencia como instrumento al servicio de una fracción de la burguesía mundial, arrastrando a algunos partidos obreros hacia alianzas oportunistas bajo las consignas del «mal menor», la contradicción «Norte-Sur» o «el mundo multipolar».

La magnitud de los recursos financieros que movilizan deja claro que esta plataforma no es un proyecto improvisado por algunos partidos ingenuos que se dicen de izquierda, sino un mecanismo subsidiado por sectores relevantes del capital mundial con el propósito de impedir que la clase obrera y sus partidos desarrollen una estrategia de lucha independiente frente a la burguesía y sus gobiernos.

Por ello no sorprende que uno de los ejes de actuación de la plataforma sea la campaña de difamación contra organizaciones revolucionarias como el Partido Comunista de Grecia (KKE) o el PCV. En el caso del KKE, por su firmeza ideológica y programática al denunciar sin ambigüedades la esencia imperialista de todos los polos del capital mundial y las causas de las guerras actuales. En el caso del PCV, por su labor de desenmascarar el carácter autoritario de uno de los gobiernos que esta plataforma presenta como supuesto referente del «mundo multipolar», como lo es la administración antiobrera y antipopular de Nicolás Maduro en Venezuela.

Es un deber urgente del movimiento obrero clasista y de sus partidos denunciar el carácter profundamente reaccionario de este aparato. No se trata simplemente de estafadores que intentan embaucar al movimiento obrero con la ilusión de un mundo mejor si un polo del capital derrota al otro; estamos ante un esfuerzo deliberado por neutralizar y criminalizar las luchas obreras en países gobernados por fuerzas que se amparan en una «retórica antiimperialista», pero que actúan como auténticos gestores del capital. En última instancia, buscan justificar que la clase trabajadora tome partido por uno de los bandos del capital en un contexto de creciente agudización de las contradicciones interimperialistas y de expansión de la guerra.

Publicado en la edición N° 3.068 de Tribuna Popular (Noviembre de 2025)

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