Un delincuente en acción

Martes, 23/12/2025 06:28 AM

"En tiempos de engaño universal, decir la verdad se convierte en un acto revolucionario". George Orwell

A mediados de noviembre de este mismo año escribimos un artículo titulado: Un matón en acción. Donde hablamos de los muertos productos de ataques en el Caribe y el Pacífico, que se han llevado a cabo sin procedimientos judiciales ni una declaración de guerra del Congreso de Estados Unidos.

Las operaciones en el Caribe comenzaron tras el despliegue de buques de guerra estadounidenses en la zona, en lo que Washington insiste que se trata de una misión para combatir los cárteles de la droga, pero, por ejemplo, el secretario general de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, afirmó que los bombardeos aéreos por EE.UU. contra embarcaciones supuestamente vinculadas al narcotráfico en el Pacífico oriental y el Caribe son evidentes infracciones de los derechos humanos y del derecho internacional.

Hoy hablaremos de un Delincuente en acción.

Para ello acudiremos a una distinción entre Apariencia y Realidad.

Sobre la apariencia se dice que significa: aspecto exterior de una persona o cosa, verosimilitud, probabilidad, cosa que parece y no es.

Mientras que la realidad es lo que es.

Veamos el contraste entre ambas.

En apariencia hoy se discute sobre lo que se denomina derecho internacional público (DIP), el cual ha atravesado por distintos momentos. Va desde la paz de Westfalia de 1648, que puso fin a la Guerra de los 30 Años en Alemania, pasando por la creación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1945, donde los Estados establecieron las "reglas de juego" en las relaciones internacionales; los Convenios de Ginebra de 1949 y sus protocolos adicionales, piedra angular del derecho internacional en cuestiones humanitarias; la Declaración de París de 1856 sobre la guerra en el mar; la Convención de Viena de 1961, que regula las relaciones diplomáticas y la Convención de Viena de 1969 sobre el Derecho de los Tratados, que establece que todas las controversias internacionales deben resolverse por medios pacíficos y de conformidad con los principios de la justicia y el derecho internacional. Todos estos acuerdos han sido muy relevantes para sentar las bases de este corpus normativo en la actualidad.

Mientras la realidad, indica que el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, comete actos de genocidio y no pasa nada.

El señor Donald Trump actúa a sus anchas, realiza maniobras militares en el Caribe desde hace semanas y para las que ha movilizado a miles de efectivos y a su mayor portaaviones de guerra.

En ese contexto, el presidente Donald Trump anunció que el espacio aéreo "sobre" y "alrededor" de Venezuela será cerrado "por completo".

En un mensaje en su red social Truth Social, el mandatario escribió: "A todas las aerolíneas, pilotos, narcotraficantes y traficantes de personas: les rogamos que consideren que el espacio aéreo sobre Venezuela y sus alrededores permanecerá cerrado en su totalidad".

Washington asegura que el objetivo de su despliegue militar en el Caribe es frenar el tráfico de drogas hacia EE.UU., pero numerosos observadores creen que lo que se pretende es forzar un cambio de gobierno en Venezuela.

Ese imperio, que no respeta norma ni ley internacional alguna, siempre ha aplicado lo que la profesora Aleida Hernández Cervantes (2014) llamaría, con toda propiedad, el pluralismo jurídico transnacional como expresión jurídica de la globalización hegemónica.

Ahora, se informa que Estados Unidos interceptó otro buque petrolero frente a las costas de Venezuela en medio de su amplia campaña de agresión contra el país.

La secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, confirmó la detención de un buque petrolero que había atracado por última vez en Venezuela. Y así lo dice: "En una operación realizada esta madrugada, 20 de diciembre, antes del amanecer, la Guardia Costera de los Estados Unidos, con el apoyo del Departamento de Guerra, detuvo un petrolero que había atracado por última vez en Venezuela".

El presidente estadounidense, Donald Trump, ordenó ‘el bloqueo total y completo’ de entrada y salida de Venezuela de barcos petroleros sancionados. Además, anunció que el Gobierno venezolano ha sido designado como una organización terrorista por Washington.

Trump acusó a Venezuela, sin sustentación alguna, de utilizar el petróleo de yacimientos robados para financiarse a sí mismo y al terrorismo relacionado con las drogas, el tráfico de personas, los asesinatos y los secuestros.

Mientras tanto, el Premio Nobel de la Paz 1980, Adolfo Pérez Esquivel, instó a denunciar ante la Corte Penal Internacional los crímenes perpetrados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en el marco de su política exterior, con el fin de que el mandatario sea juzgado por dichos actos.

Pérez Esquivel denunció los ataques contra pequeñas embarcaciones, en el contexto del despliegue militar estadounidense en el mar Caribe, cerca de las costas venezolanas; que han resultado en la muerte de cientos de civiles y pescadores inocentes.

Y calificó las acciones de Estados Unidos contra Venezuela como un ataque directo a la soberanía de todo el continente latinoamericano.

De acuerdo con su visión, las maniobras de Washington buscan perpetuar la dependencia regional y tratar a América Latina como un patio trasero, una postura que rechazó enfáticamente al defender la dignidad de los pueblos frente a las potencias extranjeras.

En su intervención, criticó la postura de los Gobiernos regionales que mantienen una actitud de sumisión frente a Estados Unidos y advirtió que la potencia norteamericana no se mueve por lealtades ni amistades, sino estrictamente por intereses propios, y lamentó la "cobardía" de los dirigentes que actúan como aliados de políticas que perjudican a sus propias naciones.

Pérez Esquivel definió la paz no como una simple ausencia de conflictos, sino como una construcción dinámica basada en la defensa de la identidad, la cultura y los derechos de los pueblos. En este sentido, llamó a fortalecer la resistencia social y política frente a lo que describió como un estado de intervención total que afecta el normal funcionamiento de las instituciones y la justicia.

Desde Venezuela, el presidente Maduro, reiteró que, pese a la prolongada agresión estadounidense, su país derrotará a la oligarquía y al imperialismo en cualquier circunstancia. "Venezuela tiene 25 semanas denunciando, enfrentando y derrotando una campaña de agresión multidimensional que va desde el terrorismo psicológico hasta la piratería de los corsarios que asaltaron el petróleo, y que tiene múltiples formas de acción. Venezuela, ¿qué ha demostrado? Que Venezuela es un país fuerte, que tiene un poder verdadero".

Además, el jefe de Estado calificó de mentira y fake news el argumento de Estados Unidos sobre la lucha contra el narcotráfico y aseveró que lo utiliza para justificar sus agresiones. Eso del narcotráfico es fake news, mentira, pretexto. Como no pueden decir que nosotros tenemos un arma de destrucción masiva, como no pueden decir que tenemos armas químicas, cohetes nucleares, inventan un pretexto para crear otro Afganistán, para crear otra Libia.

El Gobierno bolivariano sostuvo que estas prácticas forman parte de un modelo colonialista impulsado por Washington, el cual aseguran será derrotado por la determinación del pueblo venezolano. Se enfatizó que, pese a estas agresiones, el país mantendrá su ruta de crecimiento económico basada en sus motores productivos y en el desarrollo soberano de su industria de hidrocarburos, sin someterse a presiones externas que busquen condicionar su actividad comercial.

Finalmente, Venezuela reafirmó su compromiso de no permitir que estos hechos queden impunes, anunciando que ejercerá todas las acciones legales y diplomáticas pertinentes. Esto incluye la elevación de la denuncia formal ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y otros organismos multilaterales, bajo la convicción de que el Derecho Internacional prevalecerá y los responsables de este procedimiento criminal deberán rendir cuentas ante la justicia global y la historia.

¿Estamos en presencia de un delincuente o no?

Nosotros respondemos sí, porque con George Orwell, decimos: "En tiempos de engaño universal, decir la verdad se convierte en un acto revolucionario". y ante ese delincuente, con la Coordinadora Simón Bolívar, repetimos: "Reafirmamos nuestro compromiso con la Revolución Bolivariana, con la paz que se construye con justicia social y con la defensa de nuestra Patria ante cualquier amenaza, venga de donde venga". ¡La Paz de Venezuela se defiende con el Pueblo!.

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