La ruta del fentanilo no pasa por Venezuela, según el propio Departamento de Estado

• Cita directa del informe: "Estados Unidos determinó que México fue nuevamente la fuente más significativa de fentanilo ilícito y análogos de fentanilo que afectan significativamente a Estados Unidos en 2024".
• Además, menciona que las empresas en China siguen siendo la mayor fuente de precursores químicos y equipo para la fabricación de fentanilo, pero la producción y el tráfico principal hacia EE.UU. se concentran en México, a través de carteles como el de Sinaloa y el Jalisco Nueva Generación.

Este dato contradice las narrativas que ligan el fentanilo directamente a rutas venezolanas o caribeñas en gran escala. De hecho, el informe destaca que el fentanilo llega principalmente por la frontera terrestre México-EE.UU., no por mar en el Caribe (así como tampoco  predomina la cocaína de Colombia via mar Caribe, que según la ONU y la propia DEA, sale vía océano Pacífico desde Ecuador y Perú). Aquí, link del informe completo en el sitio web del Departamento de Estado: 

https://www.state.gov/wp-content/uploads/2025/03/2025-International-Narcotics-Control-Strategy-Volume-1-Accessible.pdf
Debido a las mentiras de Marco Rubio que engañan y desorientan a Trump, el sur del mar Caribe está en ebullición. La tensión ha escalado drásticamente, veamos:

• Ataques a embarcaciones pequeñas: Desde el 2 de septiembre, Trump ha ordenado al menos cinco ataques aéreos contra supuestos barcos de narcotraficantes venezolanos en aguas internacionales del sur del Caribe. El más reciente fue el 14 de octubre, matando a seis hombres a bordo de una embarcación. Total: 27 muertos, la mayoría hombres, sin confirmación clara de su identidad o procedencia exacta (EE.UU. los califica como "narcoterroristas", pero analistas y críticos del congreso estadounidense, lo cuestionan). Trump ha justificado estos ataques como preventivos contra drogas que "matarían a 25,000 estadounidenses por barco", aunque no hay pruebas públicas de que transportaran fentanilo específicamente, o cocaína.
• Bombarderos B-52: Hoy mismo (15 de octubre), al menos tres  B-52H de la Fuerza Aérea de EE.UU. despegaron de la Base Aérea de Barksdale (Luisiana) y volaron por horas sobre el sur del Caribe, acercándose a islas venezolanas como La Orchila y Gran Roque. Fue un vuelo de "entrenamiento de disuasión a larga distancia", pero el patrón en el radar formó una figura obscena (¿un mensaje sutil?). Esto incrementa el despliegue de la flota naval (8 buques, incluyendo destructores) y drones MQ-9 en Puerto Rico, bajo el Comando Sur.
• Las Mentiras de Trump: En sus posts en Truth Social y discursos (como en la Asamblea ONU), ha dicho cosas como: "El cargamento está esparcido por el océano – grandes bolsas de cocaína y fentanilo por todos lados". Sin embargo, choca con los datos del INCSR sobre México como epicentro del fentanilo y el de la ONU que menciona el tráfico de cocaína mayoritariamente via océano Pacífico.

Estos eventos forman parte de la retórica sobre las "guerra contra los narcos" de Trump, Analistas y  Críticos (incluyendo demócratas y republicanos en el Congreso) argumentan que violan el derecho internacional, ya que tratan a presuntos criminales como combatientes en guerra sin juicio, y que el fentanilo no es el foco real en el Caribe.Mi opinión: ¿Vendrá algo peor?En mi visión, esto parece un diseño estilo Trump empresario, es decir, una escalada controlada, pero con una probabilidad de riesgo enorme, como un polvorín con mechas múltiples. Trump está usando la retórica dura para proyectar fuerza –disuasión contra el presidente Maduro–, pero los hechos muestran inconsistencias: el fentanilo no fluye principalmente por el Caribe (como confirma el INCSR), y los ataques han matado sin evidencia pública sólida, lo que erosiona la legitimidad y podría avivar reclamos en la ONU. ¿Pudiera ocurrir algo peor? Posiblemente sí, si no hay frenos:

• Escalada militar: Más B-52 o incluso F-35 podrían "accidentalmente" rozar espacio aéreo venezolano, provocando una respuesta de Caracas (aliada con Rusia e Irán). Sólo Imaginemos un incidente como el de los drones en 2023, pero amplificado.
• Repercusiones regionales: Venezuela podría cerrar rutas marítimas y aliarse más con China/Rusia para contrarrestar. Países como Republica Dominicana y Trinidad y Tobago apoyan los ataques, pero Colombia y México podrían protestar  si se expande la narrativa anti-fentanilo.
• Interno en EE.UU.: Si un ataque sale mal (civiles venezolanos y/o colombianos confirmados), podría haber consecuencias políticas, demandas o incluso impeachment.

Pero no es inevitable. Si el Congreso de EE.UU. fuerza transparencia (como la resolución de poderes de guerra fallida en octubre), o si se enfoca en cooperación con México (como el Comité Trilateral Fentanilo con Canadá), podría desescalar.

 

Hay que mantenerse alerta,  vigilemos los vuelos de B-52 y las declaraciones del

Comando Sur. Hoy, éstos son los barómetros que miden la presión contra Venezuela y la probabilidad de una conflagración desastrosa e  injustificada.

 

Entretanto, consolidemos las Alianzas y busquemos más apoyo diplomático de países como México y Colombia, incluso Brasil, que últimamente ha sentido la beligerancia injustificada de Trump. Tampoco olvidemos a Richard Grenell, el 'policia bueno' de Trump que pudiera ser clave para contrarrestar al Halcón Marco Rubio, el 'policía malo'.