Para iniciar este editorial, debo afirmar que si las declaraciones del presidente de los EE. UU., Donald Trump, reseñadas el pasado domingo 5 de octubre por CNN y tituladas "Trump dice que ya no quedan barcos en aguas de Venezuela tras misión de marina contra los carteles", son ciertas, entonces todo indica que las declaraciones iniciales de Marco Rubio emitidas el 13 de agosto sobre el despliegue de barcos de guerra en aguas del Caribe eran una táctica utilizada en la guerra de cuarta generación no solo para amedrentar a Venezuela, sino a todos los países del Caribe. https://radiomiraflores.net.ve/marco-rubio-eeuu-moviliza-flota
Lo cierto es que esa afirmación expresada por Trump en el evento denominado "250 Titanes del Mar de la Armada de Estados Unidos" es otra falacia altisonante más del bocón de la Casa Blanca, quien en una extensión más amplia de su discurso afirmó y cito: "En las últimas semanas, la Marina ha apoyado nuestra misión para eliminar por completo a los terroristas de los carteles en el agua", (…) "No hay barcos en el agua ya. No podemos encontrar ninguno. Nos cuesta encontrarlos. Pero, ya saben, es una cosa bastante dura la que hemos estado haciendo". https://cnnespanol.cnn. com/2025/10/05/eeuu/trump-barcos-venezuela-marina-carteles-trax
Ese discurso no es más que una narrativa ideológica que se puede descifrar desde los siguientes ángulos e implica varias lecturas, tales como:
1) Es una táctica de cuarta generación o guerra psicológica dirigida a atemorizar a los países del Caribe, tal como lo afirmé en mi editorial rotulado como EL FANTASMA DE LA INVASIÓN, Nro. 250, de fecha 26 de agosto de este año. En el cual concluí que:
"(…) aquí no habrá invasión, que el fantasma de la invasión no es más que una estrategia mediática. Eso no significa que se subestime la estrategia y capacidad de los EEUU de poner en marcha una agresión directa del imperialismo norteamericano contra Venezuela. No obstante, desde mis perspectivas, por los momentos no está planteada."
2) Es una caricia a la marina de los EE. UU. con el objeto de elevar su moral de dominación y de imperio en momentos en que el orden internacional actual sufre una crisis de hegemonía. Crisis que, en el pensamiento de Gramsci (1981), "(...) consiste precisamente en el hecho de que lo viejo muere y lo nuevo no puede nacer" (tomo 2, P. 37).
En otros términos, intenta progresivamente detener la caída del consenso, la credibilidad y la confianza interna y externa que en algún momento detentaba a nivel nacional y mundial. Además, trata de evitar su degradación como agente de policía del mundo a ser guardián nacional.
3) Es un nuevo intento de alinear a la población norteamericana a su estrategia resumida en el slogan Let's Make America Great Again. America First o, lo que es lo mismo traducido al español, "Hagamos que EE.UU. vuelva a ser grande". Estados Unidos Primero", lo que implica mantener la hegemonía mundial del orden internacional vigente y lograr la prosperidad y seguridad para sus pobladores.
4) Es una gran mentira cuando afirma que "no hay barcos en el agua ya". Hecho este que implica que, con el despliegue que se inició en la madrugada del 13 de agosto de 2025 y el hundimiento de unas dos lanchas, se neutralizó el traslado de la droga a los EEUU.
5) En su manipulación mediática, añadió otra falacia: lo que no hicieron en más de 50 años de supuesta lucha para frenar la entrada de la droga a EE.UU., lo lograron en 50 días en el Caribe con el saldo de dos cayucos hundidos y unos seis muertos.
Asimismo, "no hay barcos en el agua"; implica también que la estrategia comunicacional o guerra de cuarta generación fue exitosa. Esa idea la vende a sus connacionales siendo falsa. Lo cierto es que los países de Europa, especialmente España, los países de América Latina y los propios Estados Unidos seguirán siendo centros de acopio de la droga que producen algunos países de Sudamérica. El tiempo es el mejor indicador de esta afirmación.
Por otra parte, en el discurso señalado detectamos un nuevo elemento agregado para continuar la guerra psicológica contra los países del Caribe y en particular contra Venezuela. Ahora el coco vendrá por tierra.
En su mitomanía patológica y compulsiva añadió que "las fuerzas estadounidenses empezarán a considerar opciones por tierra para los cárteles, ya que las misiones contra los barcos han sido exitosas".
En otras palabras, la guerra psicológica o de cuarta generación continuará. El imperio no descansará en intentar "torcerle el brazo" a aquellos países que no obedezcan sus designios. Para ellos, mantener la hegemonía y conservar el orden internacional vigente basado en reglas es vital. Por lo tanto, utilizará cualquier formato para frenar su caída.
En resumidas cuentas, Estados de la Región ya le respondieron cuando declararon en la CELAC, en el 2014, que América Latina es una región de paz. En el caso de Venezuela, la geopolítica la favorece. Su alianza con Rusia, China, Irán y Corea del Norte le coloca una muralla a los EEUU. La correlación de fuerzas en la región hoy no es la misma que cuando Duque, Santos y Uribe detentaron el gobierno en Colombia, y es distinta a la que dejó Bolsonaro.
Aun mas, Con Lula y Petro como gobernantes, las cosas son distintas. De allí mi postura explicada en el editorial precitado: no habrá invasión, solo guerra de cuarta generación. Por supuesto, esa afirmación no niega el principio militar si quieres la paz, prepárate para la guerra, acuñado por Publio Flavio Veguecio Renato en su tratado sobre Asuntos Militares.