¡Opositor que llama a la paz, al diálogo y al entendimiento, la extrema derecha arteramente lo cuestiona!

Martes, 02/09/2025 10:34 AM

El radicalismo siempre ha estado, como es de esperarse, en los mandos de la oposición extremista, a tal punto que ese ha sido el principal factor de desunión interna, que cada día los separa más y ha hecho que vayan de derrota en derrota, en sus aspiraciones por recuperar el poder que perdieron, una vez que se instauró en el país la Revolución Bolivariana.

La extrema derecha, que siempre ha estado cercana a los capitales neoliberales, en especial de EEUU, le ha permitido "tomar el sartén por el mango", es decir, este punto de encuentro le ha favorecido para imponer a su antojo y con arrogancia, su absoluta voluntad y Dios libre aquel que intente o pretenda que su retórica sea aceptada, así le asista la razón.

Esta manera poco audaz de desempeñarse de los políticos radicales de la derecha, encabezados por la violenta María Machado, siempre ha estado presente en la lucha política que vive el país, sobre todo en estos últimos 25 años.

A principios de está cuestionada diatriba, que surgió con intensidad desde el mismo momento que apareció el Cmdte. Hugo Chávez Frias, que de paso le ha causado un grave daño a la nación, estuvo inicialmente encabezada por los hoy prófugos de la justicia, Leopoldo López, Julio Borges, Antonio Ledezma y después, entre otros, por Juan Guaidó, quien sorprendió a nuestra sociedad por su desfachatez de autoproclamarse presidente de la República, con respaldo, para asombro del mundo, de EEUU.

Poco tiempo después Guaidó contó con el apoyo también de otras naciones latinoamericanas, apegadas al imperio, que constituyeron al fracasado "Grupo de Lima".

Después hicieron lo mismo los países que integran la Unión Europea (UE).

Es decir, pese a que la extrema derecha ha contado con suficiente apoyo económico, que incluye el respaldo de laboratorios comunicacionales dirigidos desde los propios EEUU, no ha podido dar con el traste del proceso revolucionario, inspirado en las doctrinas del Libertador Simón Bolívar y del Cmdte. Hugo Chávez.

Retomando la idea central de esta nueva entrega, que alienta a seguir promoviendo la verdad y sobre todo la justicia, nos lleva abordar el ataque artero que han venido recibiendo algunos dirigentes opositores, como es el caso del ex candidato presidencial, Enrique Capriles, por parte de esta extrema derecha, con el claro deseo de descalificarlo y exponerlo al escarnio ante la opinión pública, solo porque se atrevió a cuestionar a quienes incitan una invasión en perjuicio de nuestro país.

Recordemos que Capriles, sobre este particular y actuando quizás como un patriota, ha cuestionado la conducta de aquellos opositores que invitan al imperio norteamericano a ejecutar una operación armada en perjuicio de Venezuela y eso, desde luego, contradice los preceptos violentos que la propia Machado ha venido promoviendo a lo largo de su carrera política.

Capriles ha dado a entender que se opone de manera firme a esos llamados que buscan que la sangre corra libremente por las calles del país, de llegar a concretarse, Dios quiera que no, una invasión ordenada por el presidente de EEUU, Donald Trump.

Capriles ha dicho, específicamente, que "es fácil que esos llamados los ejecuten personas que están fuera de nuestro territorio, pues saben que no les pasará nada, ni corren ningún peligro".

Otro político contrario al gobierno, que forma parte de la llamada "Oposición Light", que ha sufrido rechazo y fuertes críticas por el sector de la extrema derecha, es el parlamentario Timoteo Zambrano.

A esta lista se suman también Claudio Fermin, junto a otros políticos, y los diputados Luis Parra, ex-presidente de la Asamblea Nacional (AN), y José Brito.

Parra, al igual que Brito, han sido y siguen siendo duramente criticados y descalificados, por cuanto el primero de ellos, desde la presidencia de la AN, con apoyo del segundo, logró bajar las tensiones que se fraguaron en ese tiempo con miras a desestabilizar al país, con el deseo pleno de derrocar al presidente Nicolás Maduro.

Los planes concretos de la extrema derecha en ese momento era reeditar los mismos escenarios golpistas que se consolidaron en Bolivia y condujeron a deponer al presidente Evo Morales, y en Perú, al presidente Castillo.

Desde ese instante, tanto Parra como Brito, fueron calificados por la propia oposición extremista de traidores.

Los han llamado "enchufados", y los bautizaron, finalmente, con el remoquete de "Los Alacranes", como los siguen llamando, desde entonces.

Es evidente que todo aquel que se atreva a promover mensajes que vayan dirigidos a preservar la paz, el diálogo y el entendimiento, de inmediato es cuestionado con contundentes posturas fascistas, por quienes están alineados a la extrema derecha que dirige María Machado, bajo la tutela del imperio.

La estrategia, por demás visible, es clara y precisa. La oposición extremista de Venezuela lucha por reconquistar el poder, pero lo quiere consolidar por la vía defacta, es decir a través de un golpe de Estado, por cuanto esto le permitiría desconocer de manera inmediata a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la cual les impediría entregar el país, en 'bandeja de plata', al imperio invasor, como es el propósito ya expuesto por la propia Machado.

En estos momentos aciagos que vive la Patria, que nos legó el Libertador Simón Bolívar, la mayoría de los venezolanos deberíamos estar prestos a salir en su defensa para preservarla, cuidarla y protegerla, pero además para transferir la, en un futuro no muy lejano y en el momento indicado, a las nuevas generaciones.

Mientras tanto y a la espera que merme las tensiones, estamos llamados a seguir promoviendo la paz, el diálogo y el entendimiento, pese a que el país conoce con detalles cuales son las verdaderas intenciones de quienes desean llegar al poder a la fuerza para satisfacer intereses propios, y del mismo imperio invasor.

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