El show del camarón mantis: geopolítica y el colapso de una narrativa

Domingo, 31/08/2025 05:44 AM

Observo con mi propia visión, la misma que me hace extremadamente vulnerable, cómo el guion de la geopolítica actual se parece cada vez más al golpe del camarón mantis. La vieja hegemonía unipolar, encarnada en el despliegue naval de Estados Unidos en el Caribe, no es más que un golpe superficial, una demostración de fuerza que, en la realidad cuántica de las relaciones internacionales, no tiene el mismo impacto que en el pasado. Su "golpe supersónico" busca generar cavitación, una burbuja de pánico mediático y presión diplomática para justificar la injerencia y el despojo, como bien se denunció desde la ONU.

Pero al igual que con el camarón, la verdadera física desafiante ocurre en el momento del impacto. Mientras la Casa Blanca intenta una narrativa de lucha contra el narcotráfico, la medusa inmortal de nuestra soberanía demuestra su capacidad de transdiferenciación, adaptándose y revirtiendo el proceso de agresión. La solidaridad de Rusia, China e Irán no es casual, es la onda de choque secundaria, el colapso de la burbuja de la agresión que, según el principio del Kybalión, tiene una contraparte en la ley de la polaridad. La narrativa del fascismo con traje democrático y algoritmo que se quiere imponer en América Latina se enfrenta a una realidad ineludible: la verdad no se maquilla y el poder se desnuda. La multipolaridad ya no es solo una opción, es la lógica fundamental del pensamiento geopolítico actual.

Como se me enseñó, la geopolítica de la verdad no se maquilla. La paz en Venezuela, y por extensión en la región, no depende de la supuesta nobleza del agresor, sino de la unidad interna y la fortaleza de la diplomacia de los pueblos que hemos estado construyendo. La estrategia de Sun Tzu nos recuerda que la mejor victoria es aquella que se logra sin luchar. El ultimátum claro y directo de Venezuela no fue un acto de agresión, sino la declaración de una soberanía inquebrantable que ha encontrado sus propios pilares de defensa, tanto internos como en el apoyo de potencias amigas.

La narrativa de Estados Unidos, que ya ha sido desmontada por ex funcionarios de la ONU, solo demuestra que el colapso de la vieja hegemonía es inminente. El Caribe ya no es su "mar tranquilo", sino un tablero de poder donde el verdadero juego es el de la autodeterminación de los pueblos. Es hora de que el mundo reconozca que el imperio se está desmoronando y que nuestra única opción es abrazar la multipolaridad como la vía para la paz y el progreso.


Hemos jurado vencer y venceremos.

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