¿Cuál es el objetivo de toda esta alharaca de Cartel de los soles y cerco naval al Caribe? ¿Se abre una tumba?

Sábado, 30/08/2025 05:19 AM

Tengo el "defecto", "la mala maña", como decíamos los cumaneses, de mirar a ambos lados cuando me propongo atravesar una calle. Y hasta, ahora en la vejez, sin automóvil, cuando debo salir a alguno de los abastos cercanos a comprar algo que necesite, si tengo como hacerlo, suelo leer los pronósticos del tiempo y hasta mirar todo el espacio circundante, pues pese la cercanía, por mi lentitud y dificultades para andar, todo me queda lejos. Y sería un grave inconveniente que la lluvia me agarre en la calle, no teniendo como guarecerme y hasta estando en el abasto, pues eso hará difícil o tardío mi retorno a casa.

Pero también soy cuidadoso al opinar, no me guío por nadie, salvo mis radares, tanto que, mis viejos compañeros, solían decir que yo era como un trompo carretero, de esos que dan saltos, porque me costaba "coger línea". Y todavía me cuesta; por eso, lo vuelvo a repetir, vivo arruinado y como en el ostracismo y nunca fui candidato "ni siquiera a concejal".

Para opinar me preocupo por tener una evaluación adecuada que comienza con mi visión global del mundo, del país y los hechos concretos. Me tomo el trabajo de leer a referentes importantes, sin excluir a nadie. A quienes miran el mundo distinto a mi les presto atención, pues de ellos tengo mucho que aprender. Debo saber cómo maneja las manos mi rival, su ritmo y concierto al desplazarse. Opinar a lo loco, guiado por los sentimientos o a partir de esquemas es una práctica desacertada.

Ortodoxia y panfletos arrugados, no son saludables, se corre el riesgo de errar y hasta decir disparates.

De los tantos personajes que leo, en lo relativo al análisis global de los acontecimientos, entra Luis Vicente León, quien suele opinar con equilibrio y distanciado de los dos bandos enfrentados con ferocidad. Por lo que le llaman "alacrán" y "vendido al gobierno". Calificaciones nada originales, de muy viejo uso; a mi solían llamar "agente de la CIA y el imperialismo". "En todas partes cuecen habas".

Ahora mismo, he leído de L.V. León, un juicio con el cual coincido, en parte; algo parecido he venido opinando. He creído que, el zafarrancho, la movida de barcos al Caribe, tiene más de un propósito; es de Trump, un lanzamiento enredado, curvilíneo; eso sí, el de las drogas no entra como fundamental. Eso forma parte de la idea destinada a ser sembrada en la mente de muchos idiotas, que existe el tal "cartel de soles" y que este es manejado por Maduro. Aparte de lo dicho por Petro, cuya opinión es sustantiva por ser el presidente de Colombia y conocer bastante del asunto relativo a las drogas, lo han negado otras importantes personas. Hasta la ONU ha admitido que Venezuela tiene poca significación en esa actividad.

Pero exhibir a Maduro como jefe de un cartel que negocia con la droga, usando una fuerza tan contundente, incitante de la imaginación, como la marina estadounidense, pudiera convertirse en un arma política, para generar una reacción dentro Venezuela. Es evidente que, los adherentes a ese plan, esperan una reacción interna; una que ellos no están en capacidad de generar y menos liderar. Por eso se valen de esa artimaña.

Los países del Caricom, en su mayoría, han protestado por esa invasión de nuestro espacio marino, que es el mismo de ellos. Y en Trinidad y Tobago, donde la primera ministra dio unas declaraciones con tintes de servidumbre, la oposición de ese país caribeño, mediante la vocera del partido opositor mayoritario, salió a censurarla y acusarla de prestarse para amenazar a Venezuela.

El movimiento de la marina estadounidense en el Caribe, pudiera tener muchas implicaciones. El presidente Trump tiene tanta necesidad de los votos de La Florida como del petróleo venezolano. Este pudiera asegurarlo, en una negociación donde la soberanía no resulte afectada; el gobierno venezolano no es estorbo para eso, como que no está en sus planes rechazar un entendimiento; así como Grenell habla de diplomacia, el gobierno de Maduro anda en lo mismo.

Pero el señor Marco Rubio, por sus orígenes, tiene una indisposición contra "el comunismo", modelo que, según su estereotipada percepción, existe en Cuba. Y fue el "comunismo", el que motivó que sus padres se hubiesen refugiado en Miami y él haya sido llevado allí siendo chiquito o nacido en esa ciudad. Y es el "comunismo", el culpable que las propiedades familiares y de amigos, "hubiesen sido expropiadas, impropiamente", esto lo digo de manera expresa y deliberada. Y para Rubio, por esa obcecada, emocional visión que tiene, en Venezuela hay comunismo y siendo así, su rabia se extiende en el espacio. Y cómo Rubio, hay mucha gente en Miami de origen cubano y no cubano, que diagnóstica de la misma manera. En esta, entran bastantes venezolanos. Y, buena cantidad de ellos, votan. Y esos votos que son de Rubio, él los lidera, Trump los necesita y ansía.

De modo que, la obcecación de Rubio, pese su infantilismo o herencia cultural, influye en la política de Trump. Por lo menos le contiene y le incita a hacer lo que sabe innecesario, hasta donde es posible.

Esto explica, en buena medida, la movilización de los barcos estadounidenses al Caribe; es, para decirlo como el Chavo, "sin querer queriendo"; un arma de doble filo. Se amenaza a Venezuela, intentando generar allí una reacción favorable, dadas las tantas dificultades y se tranquiliza Rubio. Pues, a este le satisface la idea de usar esa presión para provocar reacción favorable a lo interno y al mismo tiempo, él como Trump, complace los deseos de sus electores. Pero también al sector opositor venezolano, íntimamente ligado ahora a Rubio.

Volviendo a Luis Vicente León, quien ha dicho "El objetivo que se plantean es forzar fracturas internas en el chavismo y especialmente en la organización militar. Pero ver los llamados públicos que la oposición y gobierno norteamericano hacen a ese sector para que se rebele, introduciendo amenazas si no lo hace, parece indicar que no hay puentes directos para negociar con ellos, lo que hace extremadamente poco probable el éxito de esta estrategia".

Para mí, este es otro de los objetivos, no el único, pues ya hablé de otro. La idea es provocar no sólo un alzamiento militar, sino también un fenómeno soñado, quizás como calcado de la experiencia del "Caracazo". Una sublevación popular que, se una o estimule la manifestación de parte importante de las fuerzas armadas venezolanas. Pero León dice algo, en un estilo dudoso, al usar la forma verbal "parece", muy sustantivo, "no hay puentes directos" entre el estamento militar, la oposición injerencista y el gobierno estadounidense.

No obstante, es bueno recordar que, en buena medida, esta opción ya fue ensayada, me refiero a la de estimular el alzamiento militar, sin éxito alguno. Es bueno recordar, aquello de la invasión por Cúcuta y la explosiva guarimba frente a la Carlota, en donde Guaidó y Leopoldo López como líderes, acompañados de un militar, uno sólo, llamaron, sin éxito, a quienes estaban acantonados en el aeropuerto militar caraqueño, a que se alzasen. Pero ahora, la maniobra es de mayor calado.

EEUU, desde la perspectiva de Trump, usa el llamado "cartel de los soles", cuya existencia es negada por Petro y otros personajes, como excusa para mover fuerzas al Caribe y generar la presión ya comentada y satisfacer a Rubio. Y este, con eso se conforma, creyendo que pudiera lograr sus fines, como generar un alzamiento popular y militar en Venezuela.

Esto explica esa risible conducta de amanecer cada día sugiriendo que "hoy será, ya llegó el momento". "Mañana no salgan a la calle y quien viva cerca de un cuartel que se mude". Y esa misma cantaleta vienen diciendo desde hace días. Aunque para ser preciso, en las últimas 48 horas, parecen haberse convencido que "todo ha sido más bulla que cabuya" y vienen cambiando su discurso.

Como antes, cuando se usaban las guarimbas, la oposición no ha hallado, como dice León, "puentes directos para negociar con ellos", refiriéndose a los militares. Y tampoco tiene, pareciera ser lo real, posibilidades de generar un alzamiento masivo que a su vez incite a los militares. Y uno observa, porque como dije, no es bueno hablar sin observar, estudiar, como quienes a través de los medios sirven de portavoces de las consignas y políticas del injerencismo, el discurso inicial, dedicado a desear y estimular la invasión, cambio para el de evitar los negocios del "cartel de los soles". Un cambio formal, que insiste en lo mismo. Pues pudieron percatarse que la mayoría determinante de los venezolanos rechaza la guerra y sobre todo la injerencia de Estados Unidos. Opción que, no creo, esté en los planes de Trump, salvo tranquilizar a Rubio, a quien la idea del alzamiento militar y civil pudo satisfacer, más si quienes le informaron, lo hicieron dominados por los deseos y sueños. Quiso Trump, es posible, dejar que Rubio "se matase con su propia espuela".

De todo esto, en breve sabremos el desenlace, pues esas fuerzas ahora rondando los espacios caribeños no van a estar allí toda la vida. Y, es más, dado los resultados, como que dentro de Venezuela no se produzca o monte la trama ideada por Rubio, bajo la asesoría de sus aliados nacionales y ante el nuevo cuadro que se empieza a dibujar en el orden interno, donde Capriles pudiera estar jugando un rol importante, la oposición injerencista y su dirigencia pudieran quedar sepultados.

Lo que es igual no es trampa. Trump satisfizo a Marco Rubio en lo de mover los barcos hacia el Caribe para, como dice León, "forzar fracturas internas en el chavismo y especialmente en la organización militar". Pero dados los resultados o mejor no dados los esperados, "adiós luz que te apagaste". Pudiera estarse abriendo una tumba.

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