EEUU y el negocio de la droga

Viernes, 15/08/2025 12:13 PM

No soy experto en negocio ni en comercio, pero de tanto leer sobre el tema algo ha quedado en mi pensadora para poder hacer ciertas reflexiones sobre este asunto. Un productor nacional dedicado al comercio de mercancía no perecedera, como arroz, azúcar, sal, cereales, entre otros deberá tener clientes (compradores), tanto en el área nacional como en extranjero. En el caso de ser exportador, recibirá el pago en algún tipo de divisa. Cuando esto ocurre el productor deberá tener una infraestructura de ventas que implica empaquetamiento del producto, almacenamiento, transporte de mercancía, publicidad y distribución. De igual modo, los compradores o importadores de los artículos. Estos últimos comerciantes deberán poseer unas instalaciones similares a la del exportador para almacenar, transportar y distribuir los productos importados. Es obvio que, en dicha transacción, los pagos de la factura en divisas están involucrados los bancos donde opera el importador. Al final, el dinero obtenido en el negocio de compra-venta regresará (con ganancias) a los bancos, del mismo de donde salió el capital para pagar la mercancía.

No cabe duda que el comercio de estupefacientes es un negocio como el de cualquier producto, en este están involucrado un agente productor y un agente comprador. En el primer caso, el vendedor será el proveedor de la sustancia prohibida y, por lo tanto, debe poseer un sitio o galpón para resguardar y de igual manera, es el encargado de enviar por vía terrestre, marítima o área la carga de la droga al puerto o aeropuerto o sitio de recepción del material. De dicho punto partirá la mercancía ilegal hacia diferentes lugares del sitio en donde más se consume droga, es decir EUUU.

Evidentemente en materia de comercio el negocio de la compra-venta de drogas es muy similar al de cualquier mercancía. En comparación con el negocio de la droga las diferencias estriban es que este es un comercio ilegal, además, de la colosal cantidad de dólares que involucra la exportación ilícita de estupefacientes.

Según datos de un servicio de inteligencia de EEUU 1 kg de cocaína costaba para el 2024, 48.000 $, por lo que una carga de 32 ton (32.000 kg) tiene un costo de 1.536.000.000 $, es decir, mil quinientos treinta y seis mil millones de dólares. Vale la pena detenerse en este punto.

Qué persona en EEUU puede involucrarse en un negocio donde se necesitan miles de millones de dólares para cancelar una mercancía proveniente del exterior, bien de Colombia, de México o de Afganistán. Solamente empresarios, bancos o industriales con mucho dinero pueden pagar estos montos para comprar drogas. Otra cosa que lo pone a dudar sobre el comercio ilícito en EEUU es cómo se puede transportar tanta droga por todos los estados de la Unión sin que las autoridades y servicios de inteligencia se percaten de tal negocio. 32.000 kg de algo que no puede pasar desapercibido.

Quienes conocen de negocio saben que lo más importante de la comercialización de un producto en de distribución, para lograrlo deberán estar involucrados transporte (marítimo, terrestre y aéreo), almacenamiento, distribuidores mayoristas y minoristas, además de una red de repartidores dentro de EEUU que permitan entregar la droga a millones de adictos. Sin embargo, la DEA, el FBI y otras agencias de inteligencia nunca han descubierto ni desmantelado ninguna red de distribución ni de almacenamiento.

No cabe duda, en cualquier negocio debe salir dinero de los bancos, pero una vez realizadas las transacciones el dinero, con el tiempo regresa al banco con muy buenas ganancias. Sin embargo, el Departamento del Tesoro de EEUU nunca ha denunciado públicamente que en el sistema financiero de EEUU se lavan dólares a montón proveniente de la venta de cocaína. Más de mil millones de dólares no pueden pasar inadvertidos en una organización bancaria seria. Algo marcha mal en la banca de EEUU.

La pregunta que debemos formularnos es: ¿quién dirige el negocio de la droga en EEUU? No creo que sea el Cartel de Sinaloa o el inexistente Cartel de los Soles, la respuesta la tenemos en la defensa que hace Marcos Rubio y Donald Trump al narco paraco Uribe, en la recién acusación por la fiscalía colombiana por la comisión de tres delitos. Parece que estos funcionarios estadounidenses no recuerdan que el expresidente colombiano, en una desclasificación de documentos en el año 1991 aparece reseñado con el número 82 como narcotraficante vinculado al cartel de Medellín. Era una lista de los narcotraficantes más importantes del mundo elaborada por una agencia de inteligencia de EEUU. Se puede concluir que si un presidente y secretario de estado sale en la defensa de un Uribe quiere decir que existen lazos más allá de una amistad.

Quizás si pensamos mal nos aproximamos a la verdad y por esto podemos explicarnos la razón por la cual las agencias de inteligencia de EEUU, como el FBI y la DEA, nunca descubren grandes cargamentos de droga que circulan por vía terrestre, marítima y área por todos los estados de la Unión. Tampoco dichas agencias ponen al conocimiento del mundo los mecanismos de distribución de la cocaína que opera dentro de EEUU; así mismo, cómo hace el sistema financiero gringo para incorporar en los bancos descomunales cantidades de dólares producto de las ganancias por la comercialización de la droga. La única explicación que nos queda es presumir que las agencias como la DEA y el FBI, así mismo, el sistema financiero de EEUU y altos funcionarios del gobierno de EEUU están vinculados, o son cómplices o dirigen el negocio de los estupefacientes en el país donde hay mayor consumo de droga en el mundo.

Es sorprendente cómo los gobiernos de EEUU, sobre todo el de Trump, pretende enlodar los prestigios de diversos presidentes progresistas y altos funcionarios de esos gobiernos acusándolos sin prueba alguna, de narcotraficantes y terroristas. Donald Trump se autoproclamó como sheriff mundial y pretende actuar como policía, fiscal y juez de lo que sucede en el planeta. Todo esto bajo la amenaza de aplicación de sanciones económicas a otros países y enviar tropas sin autorización de nadie, para arremeter contra las bandas de narcotraficantes que operan fuera de las fronteras de USA. El rubicundo de Trump está demostrando que al gobierno estadounidense le importa un bledo el derecho internacional, es por esto que persigue, encarcela y secuestra a los migrantes que laboran en EEUU; le envía armas a al gobierno asesino de Netanyahu para continuar con el genocidio; secuestra a niños hijos de migrantes para darlo en adopción a otras familias; aumenta aranceles utilizando este mecanismo como un arma política; miente reiteradamente muy lejos de lo que se aspira de un jefe de estado; viola descaradamente la constitución de EEUU; maltrata a los periodistas en las ruedas de prensa; despide altos funcionarios por la única razón de contradecir sus lineamientos; niega con desfachatez lo que es evidente, como es su participación en la fiestas pedófilas de Epstein; acusa sin pruebas al gobierno chino de ser responsable del invento y la difusión del virus del COVID, entre tantas miserias que son parte del gobierno de EEUU.

Todavía el gobierno de EEUU no ha perdido la costumbre de meterse en la política de otros países, es por eso es que las historia nos reseña invasiones a otros países; asesinatos de presidentes; apoyo de golpes de estados; asesinatos a líderes políticos; mentir, como en el caso de Afganistán, Irak y Libia, para justificar una invasión y luego asesinar a un millón de personas; acusar falsamente a presidentes y funcionarios público; liquidar millones de personas por aplicación de sanciones o matarlos de hambre como el caso de la franja de Gaza.

Para vergüenza de los venezolanos el energúmeno de Trump y Marco Rubio, los jefes de los carteles de la droga en EEUU, son los aliados de la goda María Corina en su ambición imposible de alcanzar el poder por encima de lo que sea. Para esto le está ofreciendo al mercado internacional una mercancía llamada Venezuela, que según ella se puede prometer al mercado internacional para privatizar nuestras empresas a cambio de la presidencia de Venezuela. El negocio está concebido entre bandidos, narcotraficantes y terroristas, en la negociación incluye los venezolanos que morirán en las acciones violentas que estaban organizando la goda MCM y un grupo de terroristas, mercenarios y narcotraficantes financiado por el gobierno de EEUU.

Está comprobado que la violencia no es ningún medio para resolver los problemas que afectan a la sociedad. La goda MCM, en su afán de alcanzar el poder está dispuesta a vender a Venezuela a los agentes financieros extranjeros y para esto piensa en envolver a la patria de Simón en una espiral de terror que quizás sepamos como comienza, pero no como terminará. Quizás por este motivo el escritor Isaac Asimov sentenció: "La violencia es el último recurso del incompetente". Lee que algo queda.

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