Si bien podemos entender el origen del almanaque, suponemos que sus raíces provienen de la astronomía babilónica e islámica medieval, tomando en cuenta que fueron los sumerios y babilonios los pioneros en la creación de calendarios, hace unos 5.000 años en Mesopotamia, pero antes de proseguir con la historia del almanaque, considero necesario aclarar los conceptos de Almanaque y Calendario, ya que el calendario es la estructura básica, para organizar los días del año, mientras que un almanaque, es también un tipo de calendario, pero más completo y detallado que incluye información adicional como: fases lunares, datos astronómicos, datos zodiacales, festividades religiosas y civiles, feriados, y otros temas de interés, y hasta publicidad incluida. Pues, respecto a esta observación, se ha dicho que en esencia, "todo almanaque es un calendario, pero no todo calendario es un almanaque".
Entre las fuentes revisadas, encontramos importantes informaciones históricas, que nos indican varios hitos, que nos acercan a los orígenes del almanaque, que revelan que el precursor del almanaque fue el calendario climático griego, denominado Parapegma, una palabra proviene del latín que significa "algo fijado en una pared" o "lo que se cuelga", ideado por Claudio Ptolomeo, el astrónomo de Alejandría, (siglo i d. C.), que consistía en una tabla que contenía información astronómica y meteorológica, para predecir eventos cíclicos como el clima, basándose en la fase de las estrellas fijas.
Los Parapegma eran calendarios astrometeorológicos, que también contenían proclamas y ordenanzas públicas, funcionando como una tabla de anuncios informativos, que se comenzó a implementar en la antigüedad, continuando durante la época imperial romana, cuando se recopilaron observaciones astronómicas, para predecir el tiempo y organizar actividades agrícolas. En el Parapegma, aparecía una lista de cambios climáticos en las estaciones regulares, eventos solares tales como solsticios, organizados de acuerdo al año solar. Se predecían los fenómenos climáticos, compuestos como un resumen de las observaciones hechas por las autoridades doctas en la materia astrológica.
Ptolomeo, también escribió un tratado denominado "Phaseis", que significa "Apariciones de las estrellas fijas y recopilación de pronósticos", y trata sobre las salidas helíacas, que se refieren a la primera vez que una estrella se vuelve visible en el cielo del amanecer, después de haber estado oculta por la luz del Sol, y los ocasos de las estrellas fijas y su influencia en el clima; lo que también se puede tomar como Parapegma.
Según las fuentes consultadas, el primer almanaque que circuló en Europa, es el del astrónomo y geógrafo Azarquiel, de Al-Ándalus, (Península Ibérica) en 1088; su objetivo inicial fue facilitar la predicción de fenómenos celestes, como posiciones planetarias y lunares, expandiéndose con el tiempo, para incluir el pronóstico del tiempo, efemérides y datos agrícolas. Los almanaques ibéricos ganaron popularidad en el siglo XV, integrando repertorios, calendarios, lunarios y pronósticos, en un solo volumen y a medida que las sociedades se modernizaban, particularmente desde mediados del siglo XIX, los almanaques se expandieron para incluir una variedad de datos, como festividades religiosas y civiles, información geográfica e histórica, avances técnicos y publicidad
El uso del almanaque obtuvo un importante auge, de popularidad en la Península Ibérica, durante el Renacimiento, a partir del siglo XV; otras fuentes revelan informaciones históricas, que nos dicen, que el primer almanaque impreso, se originó en Europa en 1457, específicamente en Maguncia, ciudad alemana; siendo publicado por Gutenberg, quien también es conocido por la invención de la imprenta. Es necesario recalcar, que los almanaques existían en alguna forma, desde los inicios de los estudios astronómicos, pero este fue el primero impreso. La finalidad de estos primeros almanaques, era ofrecer información sobre el calendario, eventos astronómicos, astrológicos zodiacales y otros datos útiles para la vida cotidiana. Su publicación marcó un hito en la difusión del conocimiento.
El término "almanaque" tiene sus raíces en la palabra árabe "al-manākh", que significa "ciclo anual"; este término llegó a Europa como "almanak", registrado en el Diccionario de Autoridades de 1726. Con el tiempo, los almanaques evolucionaron para incluir pronósticos del tiempo y datos estadísticos sobre diversos temas, además de los calendarios. También se sugiere que el término podría derivar del árabe hispánico "almanáẖ", que significa "calendario" y está relacionado con el latín "manachus", que se refiere a un círculo trazado sobre un cuadrante solar, (reloj solar en la antigüedad) vinculando los almanaques con la astronomía y la medición del tiempo.
A lo largo de los siglos, el almanaque ha mantenido su importancia, adaptándose a diferentes contextos culturales y sociales. Un ejemplo notable es el "Almanaque Pintoresco de Bristol", es una publicación de la empresa "Lanman & Kemp-Barclay & Co. Inc" de Nueva Jersey, Estados Unidos, para promocionar sus productos de jabonería y perfumería, que se popularizó en Iberoamérica, en el siglo XIX y se convirtió en una herramienta educativa en áreas como la agricultura y la astronomía.
En Venezuela, el Almanaque de los Hermanos Belloso, se distribuía a través de las boticas, ofreciendo información astronómica básica, como el calendario lunar, festividades, y pronósticos climáticos, especialmente útil para las faenas agrícolas. Este almanaque fue un elemento fundamental en la vida cotidiana de muchas generaciones venezolanas, siendo un recurso de consulta recurrente en los hogares. Este almanaque es un recuerdo importante en la historia de Venezuela, especialmente en las regiones andinas y en la ciudad de Maracaibo, donde la firma de los "Hermanos Belloso" también estuvo vinculada a la fundación del periódico Panorama en 1914.
También encontramos que hoy día el almanaque más vendido en el mundo es el "Almanaque Mundial", una publicación de referencia estadounidense, anual, en formato de libro, que contiene una amplia información sobre diversas materias a nivel mundial: grandes acontecimientos, tragedias, hitos deportivos, historia y geografía de todos los países del mundo, etc. Desde 1954 hasta 2017, el libro tuvo una versión en idioma español bajo el nombre Almanaque Mundial, editada por la Editorial Televisa de México, empresa que adquirió los derechos exclusivos para Hispanoamérica. Mientras la edición estadounidense tiene un total de 1008 páginas, la mexicana tiene 609. Esta versión se dejó de publicar en 2017 por los problemas económicos que atravesaba la editorial; su última edición fue la del 2018, publicada en 2017.
La primera edición de El Almanaque Mundial, fue publicada por el periódico "The New York World", en 1868, tres años después del fin de la Guerra Civil y el asesinato del presidente Abraham Lincoln. En 1876 la publicación se detuvo, pero se reanudó en 1886 y en 1894 el nombre cambió a El Almanaque Mundial y Enciclopedia, y finalmente en 1923, el nombre de la publicación cambió a su nombre actual: Almanaque Mundial y Libro de Datos.
La historia de los almanaques, es un testimonio de la evolución del entendimiento y la información sobre el tiempo y su medición, que ha surtido efecto positivo, en el adelanto del conocimiento humano. Desde los calendarios lunares hasta los sistemas solares, donde cada cultura ha aportado su perspectiva, adaptándose a sus necesidades y conocimientos astronómicos y la relación con el tiempo, que hoy podemos darnos cuenta que ha cambiado significativamente, especialmente con la llegada de la tecnología moderna, que ha permitido una medición más precisa y una comprensión más profunda, de los ciclos temporales. En síntesis entendemos que los almanaques evolucionaron de calendarios antiguos, a fuentes de referencia esenciales para enrumbar el ciclo anual, haciéndose populares, debido a su vasta información, entretenimiento y sugerencias, distribuidos gratuitamente, como un medio de publicidad, información y ampliación de conocimientos, para el desenvolvimiento humano, en áreas de la astronomía y el tiempo.