Las 7 Transformaciones y la Salud Colectiva

Viernes, 11/07/2025 06:55 AM

Para transformar, debemos transitar los caminos de resistencia que desde el “encubrimiento de 1492” (Dussel), hemos resistido, como pueblos conquistados, colonizados y aún colonializados para poder re-existir; ello requiere y exige un cambio en la gramática de enunciación de nuestro discurso y una nueva praxis social, si de transformar y decolonizar la vida y la salud se trata. 

Es pasar de una Geopolítica Imperial hegemónica, genocida, etnocida, epistemicida, memoricida e historicida, a una Geopolítica de la Paz y la Dignidad de los pueblos del Sur Global (7 Transformación), respetuosa, de la soberanía de los pueblos, del derecho internacional y de las relaciones diplomáticas, 

En términos de la vida y la salud, es dejar de pensar conceptualmente como la Salud Pública Tradicional y pensar categorialmente como la Salud Colectiva lo vienen haciendo desde hace más de cuatro décadas, ante los oídos sordos del Norte Global y sus aliados supranacionales como las Agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Organización Mundial de la Salud y Oficina Panamericana de la Salud (OMS/OPS). 

Ser radical en la concepción de la vida y la salud como determinada socialmente y no como respuesta tardía de la OMS/OPS, 2005 y sus determinantes sociales de la vida y la salud, obviando toda la producción teórica, investigativa y publicaciones indexadas de investigadores de la Asociación Latinoamericana de Medicina Social y Salud Colectiva (ALAMES). 

Es vigilar epistémicamente en nuestra enunciación discursiva, el uso de nociones coloniales, que prosiguen colonializándonos y oprimiendo cuando utilizamos nociones como “abordar e intervenir” las comunidades, como si se tratara de actos de piratería  corsaria, como lo hicieron con el oro robado de nuestras tierras por conquistadores españoles y portugueses, que desde entonces el imperio británico a su vez mediante piratas y corsarios robaba a sus aliados colonizadores, es recomendable usar “aproximación y acompañamiento” a las comunidades. 

Evitar enunciar para congraciarnos con los conquistadores, neo conquistadores y neocolonizadores y colonializadores hablar de factores de riesgo, en lugar de procesos contradictorios y conflictivos de nuestra realidad social, que crearon relaciones políticas de subalternización e inferiorización; relaciones económicas de expansión territorial para explotar y extraer riquezas de nuestro suelo y subsuelo, propiciando nuestro subdesarrollo como categoría ideológica.

Relaciones territoriales que mediante la esclavización y el extractivismo, nos jerarquizó y polarizó, desde 1492 hasta el siglo XVIII, como bárbaros ante unos conquistadores civilizatorios que luego en la colonia se le unieron las oligarquías y burguesías criollas creyéndose civilizados y civilizadores. Durante el Siglo XIX y mediados del siglo XX, la polarización fue centro/periferia como consolidación del capitalismo industrial cuyo centro (Europa y EE.UU) controlando el comercio, ciencia, tecnologías y capital. Nosotros, la periferia exportadora de materia prima mediante una dependencia estructural. 

En las décadas posteriores a la II Guerra Europea Intercapitalista (Dussel), en el contexto de la “Guerra Fría” y la Coexistencia Pacífica” nos polarizó en primer mundo: capitalista, industrializado y “democrático”, segundo mundo: socialista/comunista y tercer mundo: excolonias en búsqueda de su independencia y autodeterminación. 

Desde 1970 a 1990, nos polarizaron como Subdesarrollados ante EEUU y Europa como desarrollados y modelo a seguir por los países subdesarrollados, para alcanzar el progreso y desarrollo, en una lucha temporal lineal, imposible de alcanzarlos, porque si nuestros países progresaban, siempre seguían a la saga de ello, que también seguían progresando y desarrollándose en un ciclo sin fin a través de nosotros exportar materias primas y ellos hacernos adquirir sus productos manufacturados, 

Con el desarrollo de las Ciencias Sociales, desde una perspectiva marxista y de teóricos de la modernidad, colonialidad, decolonialidad, la Filosofía de la Liberación y la Teología de la Liberación, como despertar liberador de los países conquistados, colonizados y colonializados, hubo un giro decolonial en la polarización geográfica de los pueblos como Norte Global , no solo geográfico, sino estructuralmente centro de poder, conocimiento, capital y alienador de subjetividades y Sur Global, pueblos que además de haber sido conquistados, colonizados y colonializados hoy, históricamente subalternizados e inferiorizados y excluidos  del poder global, se mantienen en resistencia, para re-existir y en un esperanzador futuro descolonizarse y liberarse.

Las polarizaciones enumeradas en párrafos supra, han tenido una impronta imborrable en nuestras subjetividades, como ideología de falsa conciencia dirían Marx y Engles y plusvalía ideológica diría Ludovico Silva, situación avizorada desde hace 200 años, por Nuestro Padre Simón Bolívar, “Nos han dominado más por la ignorancia que por la fuerza” hoy con más vigencia que nunca. 

Entender las 7 transformaciones como Políticas Públicas para el sexenio gubernamental 2025 – 2031, es un desafío monumental, como diría Camilo Torres: “…la lucha es larga, comencemos ya…” no postergar más la formación Geopolítica y Sociopolítica de nosotros como pueblos, como poder constituyente originario, que actuando corresponsablemente con el poder constituido, es decir, la institucionalidad pública, a través de organizar los lineamientos políticos de las 7 T, en Planes de Desarrollo Sectoriales e Intersectoriales, con propuestas Programáticas y Proyectos de acción política territorializados, lograr la transformación de la Patria para la construcción colectiva y democrática del Estado Comunal que soñó Hugo Chávez Frías, eso es lo que hemos propuesto en líneas generales en nuestro artículo anterior sobre el aporte a los vacíos del Plan de Salud 2025, en lo referente a la vida y la salud.

Reflexiones Finales

La nueva Gramática Decolonial que proponemos, recién se inicia, es una invitación colectiva a su construcción. La historia categorial de las relaciones Norte Sur revisadas panorámicamente no solo reflejan relaciones de poder político y económicas asimétricas, sino formas de producir sentido, conocimiento y subjetividad que se encuentran colonializadas y que mediante un giro decolonial deben superar 533 años de opresión, dominio, imposición y alienación desde la barbarie colonial, a la geopolítica genocida, etnocida, epistemicida, memoricida e historicida del Norte Global, hacia el Sur Global, mayor evidencia imposible, el sacrificio que viven los pueblos de Gaza y Palestina por el IV Reich sionista y sus aliados EE.UU. y Europa,

Necesario es el recorrido de la imposición y naturalización de jerarquías, hacia procesos crecientes  de conciencia crítica, decolonización política, epistémica y subjetiva y la lucha por el respeto de la soberanía de nuestros pueblos, el derecho internacional y las relaciones diplomáticas. 

Las relaciones Norte Sur, siguen siendo de carácter subalternizador estructural, pero emergen pensamientos, voces y movimientos desde el Sur Global que denuncia, resisten y crean alternativas para re-existir, desde racionalidades, saberes y espiritualidades “otras”, no como retórica discursiva y populachera, sino compromiso ético moral con la vida, salud y formación geopolítica y sociopolítca para la segunda liberación como pueblos de todo un continente de esperanza y dignidad.

 

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