Los Pacificadores de la Esquina

La Buena Labor de los Jueces de Paz en la Armonía Vecinal

Sábado, 25/10/2025 06:08 AM

Mientras las disputas entre vecinos y los pequeños conflictos

cotidianos amenazan con desestabilizar la armonía en nuestras

comunidades, una figura discreta pero esencial emerge como el motor de

la solución y la convivencia: el Juez o Jueza de Paz Comunal.

Lejos de los pomposos tribunales y los largos procesos judiciales,

estos líderes electos por la propia comunidad están demostrando ser

los verdaderos constructores de puentes, convirtiendo problemas

menores en oportunidades de entendimiento mutuo.

 

Su trabajo es unapieza clave para asegurar que la justicia no solo sea accesible,

sino también rápida, gratuita y, sobre todo, con sentido

Por lo que la Mediación y Equidad, es la fórmula del éxito, esa es la

fortaleza de la Justicia de Paz ya que radica en su enfoque: la

conciliación y la mediación, el Juez de Paz no está allí

principalmente para imponer una sentencia, sino para facilitar el

diálogo. Su rol principal es sentar a las partes en conflicto –ya sea

por el ruido del perro, la basura acumulada o las diferencias en la

administración de un condominio– y guiarlas para que sean ellas mismas

quienes lleguen a una solución justa y consensuada, aplicando siempre

el principio de la equidad.

 

"El Juez de Paz Comunal utiliza su profundo conocimiento de la

comunidad y el sentido común para aplicar una justicia que se ajusta a

la vida real. Es una justicia que no busca culpables, sino acuerdos."

Al promover que las personas resuelvan sus problemas a través del

compromiso, se logra un doble objetivo: se restaura la relación

vecinal y se garantiza que el acuerdo sea duradero, pues nace de la

voluntad de quienes conviven a diario.

 

Un Escudo para la Comunidad

 

La labor de estos funcionarios comunitarios es fundamental porque

actúa como un escudo protector para el tejido social, evitando que los

conflictos escalen a niveles de violencia o se conviertan en pleitos

legales que duren años. Sus competencias abarcan un amplio espectro de

la vida comunitaria:

 

Por un lado están los Conflictos de Convivencia que resuelven disputas

vecinales, problemas de linderos y desacuerdos en la propiedad

horizontal (condominios).

 

Por otro lado está la Vigilancia Social la cual es la facultad para

conocer y actuar en situaciones de la vida en comunidad que afectan a

grupos vulnerables (niños, niñas, adultos mayores) y controversias

sobre la tenencia de animales domésticos.

 

Alivio Judicial: Al manejar estos casos en el ámbito local,

descongestionan el sistema de justicia ordinario, permitiendo que los

tribunales formales se centren en los delitos y casos más complejos.

Una Inversión en Paz, es aquí un Llamado al Reconocimiento, el trabajo

del Juez de Paz Comunal es, sin duda, la inversión más invaluable en

paz social. Su existencia garantiza que todo ciudadano, sin importar

su nivel socioeconómico, filiación partidista, creencia religiosa o

procedencia cultural, tenga un mecanismo de acceso a la justicia al

alcance de su mano: una justicia de puertas abiertas.

 

Es importante que se honren y respalden de manera tangible la

indispensable labor de los Jueces de Paz Comunal, quienes día a día

demuestran con creces que la mejor manera de resolver un conflicto es

sentándose a la mesa y priorizando la convivencia sobre la

confrontación. Sin embargo, detrás de esta gran labor subyace un

sacrificio cívico que engrandece su rol: la mayoría de los Jueces de

Paz desempeñan sus funciones sin percibir remuneración alguna, movida

únicamente por un profundo sentido de vocación comunitaria.

 

Sucompromiso es tal que, frecuentemente, trabajan fuera del horario

laboral convencional, atendiendo a vecinos y mediando conflictos en

las tardes, noches o fines de semana, momentos en que la vida

comunitaria se detiene.

 

Ellos son los pacificadores de la esquina, los mediadores silenciosos

que, con cada disputa resuelta mediante el diálogo, fortalecen los

valores de la solidaridad, la tolerancia y el respeto mutuo. A pesar

de esta entrega abnegada y la crucial estabilidad que proporcionan en

sus territorios, es una realidad que el reconocimiento formal y el

apoyo logístico a su labor son mínimos.

 

Es hora de que la sociedad ylas instituciones honren y respalden de manera

tangible la indispensable labor de los Jueces de Paz Comunal, quienes día a día

demuestran con creces que la mejor manera de resolver un conflicto es

sentándose a la mesa y priorizando la convivencia sobre la confrontación.

 

jeannettejcgsnew@gmail.com

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