Alfredo Jalife-Rahme, analista geopolítico, destaca que la semana estaba marcada por la expectativa de un gran anuncio de Donald Trump, que finalmente se tradujo en medidas como aranceles del 100% y el envío de armas a Ucrania, incluyendo sistemas defensivos como los Patriot, pero también ofensivos de largo alcance como los misiles ATACMS y posiblemente Tomahawk.
Jalife jerarquiza el conflicto con Rusia como el más sensible a nivel global, subrayando que un comentario atribuido a Trump sobre el uso de misiles de largo alcance por parte de Ucrania para bombardear Moscú o San Petersburgo generó una respuesta inmediata y contundente por parte de Rusia, especialmente de Medvedev, quien elevó el nivel de alerta nuclear.
Este tipo de declaraciones, según Jalife, podrían escalar el conflicto de manera peligrosa, más aún cuando se considera el despliegue silencioso de submarinos nucleares rusos en costas cercanas a EE.UU.
Además, Jalife menciona que la situación se vuelve más compleja al sumarse otros focos geopolíticos, como la creciente tensión en Irak, especialmente en la región kurda de Irbil, y en Azerbaiyán.
Particularmente relevante es el conflicto en Siria, donde Israel ha bombardeado objetivos clave en Damasco, incluyendo el Ministerio de Defensa y amenazado incluso con atacar el palacio presidencial. Jalife considera que Israel, especialmente bajo la línea de Netanyahu, promueve una estrategia de balcanización de Siria y de otros países de la región, con el objetivo de dividirlos y así ejercer mayor control geopolítico.
En este contexto, el papel del líder yihadista Al-Jolani, ex aliado de grupos como Al Qaeda y aparentemente respaldado hoy por EE.UU. y Europa, es clave para entender la dinámica actual. Jalife señala que Al-Jolani ha emprendido una persecución contra los drusos, los alagüitas y los cristianos en Siria, lo cual contradice la supuesta defensa de Occidente a las minorías religiosas.