La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, denunció este viernes las redadas migratorias ejecutadas por autoridades estadounidenses en California, en particular en instalaciones de Glass House Farms ubicadas en los condados de Santa Bárbara y Ventura, donde se cultiva marihuana con licencia estatal. Las operaciones resultaron en la detención de 355 mexicanos y al menos 100 migrantes en total, lo que Sheinbaum calificó de “muy injusto” y “económicamente dañino” para Estados Unidos.
Desde el inicio del gobierno de Donald Trump en enero de 2025, más de 73.000 personas han sido deportadas a México, incluyendo mexicanos y ciudadanos de otras nacionalidades. Sheinbaum enfatizó que, desde su asunción en octubre de 2024, México ha recibido a más de 138.000 personas deportadas, lo que evidencia la magnitud del fenómeno migratorio y la urgencia de atenderlo con responsabilidad y respeto a los derechos humanos.
Durante la conferencia matutina, la mandataria anunció un aumento en el presupuesto para los consulados mexicanos en Estados Unidos, con el propósito de brindar apoyo legal, simplificar trámites y activar mecanismos de emergencia. “No son criminales. Fueron allá a buscar una vida mejor para sus familias, pero los necesita Estados Unidos”, afirmó, reivindicando el aporte económico y social de las comunidades migrantes, especialmente en sectores como la agricultura.
Sheinbaum también advirtió que este tipo de redadas ponen en riesgo la productividad agrícola en estados como California. “Sin esa mano de obra, los campos no van a producir”, recalcó, subrayando el papel fundamental de los trabajadores migrantes en el desarrollo económico estadounidense.
Con este posicionamiento, el gobierno mexicano busca reforzar el respaldo institucional a sus ciudadanos en el extranjero y elevar el tono frente a políticas migratorias que considera regresivas, injustas y perjudiciales para ambas naciones.