La reciente cumbre en Alaska, vista desde una perspectiva superficial, podría parecer un simple capítulo en la rivalidad entre Estados Unidos y Rusia. Sin embargo, como muy bien señala el sociólogo, profesor geopolítico, escritor, diplomatico y experto petrolero Dr. Eleazar Mújica, su pregunta sobre el papel de China en esta dinámica nos obliga a profundizar y a reconocer el verdadero Eje Armónico del Nuevo Orden. La Cumbre de Anchorage entre Trump y Putin (agosto 2025) no solo confirmó el declive de la unipolaridad estadounidense, sino que consolidó un mundo donde China emerge como pilar fundamental del bloque BRICS y arquitecta de un orden basado en la soberanía, el pragmatismo económico y la cooperación Sur-Sur.
Lejos de ser un espectador, China es el principal beneficiario geopolítico de la multipolaridad. Mientras EE. UU. y Rusia se enredan en negociaciones bilaterales de poder, Pekín ha estado construyendo pacientemente una red global a través de iniciativas como los BRICS y la Franja y la Ruta (BRI). Su estrategia, que combina el pragmatismo de mercado con una diplomacia de soberanías, resuena en el Sur Global, (Pretendemos con la instancia del CPLHP tener un papel impulsador aguas abajo, como bien lo especifican con sus acciones por ejemplo: el embajador Aníbal Márquez Muñoz, un diplomático con gran experiencia, experto en la región africana, que fue un promotor de la gran marcha bolivariana; el dirigente sindical y diputado Frank Quijada, pionero del sindicato de la empresa Polar; y el experto comunicacional y analista geopolítico Dr Luis Constantini, conductor del programa "Referente Informativo" de TVFANB) como un contrapeso efectivo al colonialismo financiero occidental. Esta nueva visión se alinea con la lógica de la filosofía pitagórica en la geopolítica:
> "La música de las esferas pitagórica encuentra en China su director de orquesta: un poder que no domina por la fuerza, sino por la capacidad de armonizar intereses diversos en una sinfonía multipolar."
> L. Angiolillo F.
Este poder no busca imponer un solo tono, sino que coordina las voces de múltiples naciones para crear una melodía que sirva a sus propios intereses estratégicos, sin la confrontación directa que caracteriza la política exterior de las potencias tradicionales. Para entender el nuevo orden mundial, debemos escuchar más allá del ruido de la confrontación y apreciar la armonía silenciosa que se está construyendo desde el Oriente.
* China como Garante de la Multipolaridad BRICS
La influencia de China se articula en cuatro dimensiones críticas. La primera es su papel como garante de la multipolaridad a través de los BRICS. Tras la incorporación de Egipto, Etiopía, Irán, Emiratos Árabes e Indonesia (2024-2025), el bloque representa el 36% del PIB global y el 45% de la población mundial. China impulsa esta expansión para reformar el sistema financiero internacional, exigiendo cambios en el FMI y el Banco Mundial que otorguen mayor voz al Sur Global. Ante las amenazas de Trump de imponer aranceles del 100% a los BRICS (2024), China acelera proyectos como el Banco de Desarrollo BRICS y el uso de monedas locales en el comercio bilateral, reduciendo la dependencia del dólar. En la Cumbre de Río (julio 2025), China respaldó la Declaración Conjunta sobre Gobernanza Inclusiva, que condena el unilateralismo occidental y promueve un orden basado en el derecho internacional y el multilateralismo eficaz.
* Sinergias con Rusia: La Alianza Contra-Hegemónica
En segundo lugar, se consolida la alianza contra-hegemónica con Rusia. La Cumbre de Alaska permitió a Putin romper su aislamiento, pero también benefició a China al debilitar el rol de la OTAN. Ambos países complementan sus fortalezas: mientras Rusia ofrece recursos del Ártico y rompehielos nucleares, China aporta inversión en infraestructura y tecnología digital. Esta colaboración desafía las sanciones occidentales y crea un eje energético no alineado. Además, para eludir restricciones, ambos países amplían el uso del sistema SPFS (alternativo ruso al SWIFT) y el yuan digital, mientras China compra petróleo ruso con descuento.
* Oportunidades para el Sur Global
La tercera dimensión es la oportunidad que China ofrece al Sur Global. La Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) se ha convertido en una poderosa herramienta geoeconómica. Con una inversión de $1 billón de dólares en 150 países, China provee financiamiento sin las condicionalidades políticas que suelen imponer las instituciones occidentales, atrayendo a naciones como Senegal y Kenia. Tras Alaska, Pekín ha ofrecido a Ucrania participar en la reconstrucción post-conflicto ($500 mil millones), vinculándola a la BRI para integrar Eurasia. En América Latina, la BRI se enfoca en minería, energía y conectividad, proporcionando autonomía frente a instituciones como el FMI.
* Riesgos y Desafíos
Finalmente, es crucial reconocer los riesgos y desafíos. Entre ellos se encuentra la presión comercial de EE.UU., con la amenaza de un arancel adicional del 10% a los BRICS si persisten en políticas "antiestadounidenses", a lo que China responde diversificando sus mercados. Las fragilidades internas del BRICS, como las diferencias entre miembros (ej.: India vs. China) y la falta de criterios claros para nuevas adhesiones, podrían ralentizar la integración. Además, existe una cautela en el Sur Global, donde países como Indonesia se unen al BRICS por pragmatismo, pero temen quedar atrapados en rivalidades geopolíticas.
Un ejercicio que pareciera predictivo, pero que considero quizás tercamente, pero es el que se logró: el Impacto Geopolítico, y esto tendrá derivaciones dialécticas.
Ejemplo Tras Cumbre Alaska
Hay evidentemente una:
* Expansión BRICS
* Reducción de influencia occidental en FMI/BM.
* Indonesia se une al grupo (2025)
Este análisis nos muestra otra visión para mí es real y pitagórica, que la *"Cumbre de Alaska"* ratificó que China es el gran beneficiario geopolítico de la multipolaridad. Mientras EE.UU. y Rusia negocian en clave bilateral, Pekín teje redes globales que redefinen normas, instituciones y flujos económicos. La OTAN , y UE , tienen en términos históricos sus días contados.
Hemos jurado vencer y venceremos.