El Gran Hermano vive con intensidad lo que parece ser un proceso involutivo, expresado en diversas contradicciones, y un malestar de la ciudadanía que va creciendo, con violentas manifestaciones y fuertes represiones nunca antes vista en ese país; especialmente en Alabama, California, Georgia, Illinois, Indiana, Massachusetts, Nueva York, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Texas y Washington, entre otras.
Pero además de eso, La Oficina de Estadísticas Laborales, informó que la inflación se disparó en junio y alcanzó su nivel más alto en cuatro meses, ya que el aumento de precios, incluyendo el derivado de los aranceles de Trump, está teniendo un impacto mayor. Los precios al consumidor subieron un 0,3% el mes pasado, impulsando la tasa de inflación anual hasta el 2,7%. Los datos coincidieron con las expectativas de los economistas, ya que los precios de la gasolina subieron por primera vez en cinco meses y otros precios en categorías clave de servicios y bienes también lo hicieron.
Excluyendo la gasolina y los alimentos, que tienden a ser bastante volátiles, el IPC subyacente subió un 0,2 % con respecto a mayo y un 2,9 % en los 12 meses finalizados en junio, lo que supone una aceleración respecto al 0,1 % y el 2,8 %, respectivamente, del mes anterior.
En medio de ese desastre, el debate político en el parlamento gringo se hunde en sus propias contracciones; y aunque no hay diferencias entre unos y otros, puesto que son harina del mismo costal, a veces, afloran los disgustos, que en el fondo tienen que ver con el dinero y con el poder.
Muchos coinciden en que no tarda en que Trump comience a retractar su política. Sin embargo, reanudó la expulsión, violando los derechos humanos y todos los demás. El martes envió a cinco migrantes de Vietnam, Jamaica, Laos, Yemen y Cuba a una pequeña nación africana llamada Esuatini, en el sur de África.
Ahora, lo que debemos entender, es que, en Estados Unidos, nada es por casualidad. Existen las leyes causales, pero no el azar. Es por ello que debemos analizar con mucha puntería, ese discurso de Obama reunido con un sector de los demócratas, donde además de cuestionar a Trump, se lanza como candidato presidencial. ¿Tan temprano? ¿justo ahora? Y eso no es gratis. Creo que el Estado profundo comienza a coincidir en que Trump no puede durar los cuatro años, y está planeando la manera de sacarlo. Ya lo veremos. Obama está al bate.