Lo que deja la tregua entre Israel e Irán

Miércoles, 25/06/2025 06:41 AM

Cuando aún faltaban los últimos ataques, Donald Trump proclamó el alto al fuego en este último episodio entre Irán e Israel, que puede ser una batalla o una guerra en sí misma, depende quién lo diga. Esa paz que no tiene ni dos días, parece de a poco ir fortaleciéndose.

El vicepresidente estadounidense JD Vance se apuró a declarar el nacimiento de una nueva doctrina de política exterior de Trump que cambiará al mundo para mejor. Se puede resumir en negociar duro y golpear aún más duro si fuera necesario.

Pero el énfasis debería estar puesto en se apuró, porque en lo único en lo que se ponen de acuerdo la mayoría de los analistas internacionales es en que ni EE.UU ni Israel parecen haber conseguido sus objetivos.

El ataque israelí de 12 de junio contra Teherán fue la última de una serie de escaladas del sionismo contra el país persa que empezaron el año pasado. Irán llegaba a este escenario con una cierta debilidad, luego de los asesinatos de la cúpula de Hamás en julio del 2024 y el ataque que descabezó Hezbollah en septiembre y continuó con otras operaciones en el Líbano.

Al debilitamiento extremo de sus proxis y al cambio de gobierno sirio hay que sumarle la crisis interna del régimen de los Ayatollah. La continua crisis económica, entre otros factores, se expresó en las elecciones presidenciales del año pasado con una abstención del 60%, un récord desde el establecimiento de la República Islámica.

Israel parecía llegar mejor preparado para una confrontación, pero rápidamente acusó los golpes de los misiles iraníes que, a diferencia del año pasado, atravesaron el llamado Domo de Hierro casi sin problemas y causaron graves daños en el país. Esto puede ser leído como una muestra más de debilidad de Netanyahu, quién es visto como el que permitión el ataque de Hamás del 7 de octubre.

Además, el rechazo internacional del genocidio en Gaza amenazaba (y aún lo hace) con convertir al estadio sionista en un paria, tanto que se empezaron a registrar acciones en favor de Gaza dentro del propio estado de Israel, aunque sean pequeñas aún. Netanyahu navega su propia crisis interna hace años, con varios procesos judiciales en su contra y una economía que no da señales de crecimiento.

Todavía es muy pronto para tener un análisis certero pero el recuento de daños ya comenzó. Esta tregua le permite a todos posar de ganadores y salvar sus ropas. En palabras de Eli Vaez, miembro del International Crisis Group y experto en Irán, "Estados Unidos puede decir que frenó el programa nuclear de Irán, Israel puede decir que debilitó a Irán, un adversario regional, e Irán puede decir que sobrevivió y resistió a potencias militares mucho más fuertes".

Pero la realidad es que, como decíamos más arriba, ni Trump ni Netanyahu consiguieron sus objetivos. Por un lado, no hubo cambio de régimen en Irán y algunos analistas creen que esto puede fortalecer relativamente a los Ayatollahs. Gideon Rachman, analista del Financial Times asegura que "La República Islámica de Irán está claramente muy maltrecha. Pero, por ahora, sigue intacta. En lugar de cambiar la visión del mundo de los líderes iraníes, el conflicto habrá confirmado sus supuestos subyacentes: que Israel y Estados Unidos son enemigos muy peligrosos."

Por otro lado, los ataques a las instalaciones nucleares no fueron el éxito abrumador que Trump festejó aunque los misiles israelíes asesinaron a varios científicos nucleares claves para el país y a parte de su cúpula militar. El gobierno iraní ya anunció que está listo para reanudar el enriquecimiento de uranio y el propio JD Vance puso en duda que las reservas de uranio hayan sido destruídas, diciendo que posiblemente las hubieran trasladado a instalaciones secretas antes de los ataques.

Más aún, un informe de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA), el brazo de inteligencia del Pentágono, al que tuvieron acceso algunos medios estadounidenses afirma que las reservas no habían sido destruídas y las instalaciones de enriquecimiento están prácticamente intactas. Asegurá que, a lo sumo, se retrasó el programa nuclear algunos meses.

El resultado inmediato parece ser un terreno ligeramente más nivelado y un período de relativa calma, que nadie sabe cuánto podrá durar. Los ataques de Israel fueron un salto en las tendencias a la guerra regional y el ingreso de Estados Unidos amenaza con extendera a nivel internacional. Esta vez no sucedió pero nada garantiza que no pase la próxima.

Los estados imperialistas, con la excusa del "derecho a la defensa" del estado sionista, le dieron luz verde a Netanyahu no solo para ejecutar el genocidio en Gaza sino también para lanzar esta guerra contra Irán.

En este contexto, es fundamental denunciar y repudiar la agresión contra Irán por parte de Israel y el imperialismo estadounidense. Frente a la propaganda que, una vez más, presenta a Israel como la víctima, los trabajadores, la juventud y los sectores populares de los países imperialistas deben rechazar cualquier colaboración con esta agresión imperialista y sus agentes, rechazar todas las sanciones que actualmente afectan a Irán y defenderlo de los ataques, con total independencia del régimen de los ayatolás.

Es necesario multiplicar las acciones en las calles entre los jovenes y los trabajadores que ya se vienen solidarizando con el pueblo palestino, desde los estudiantes en Estados Unidos al Reino Unido o los trabajadores portuarios franceses, italianos, marroquíes o griegos que se han negado a cargar material bélico para Israel, en un movimiento internacional de solidaridad con el pueblo palestino y por la derrota de las agresiones de Estados Unidos e Israel sobre Irán.

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