El libro de Xi se titula La Gobernanza de China, pero sería mejor haberlo titulado El Arte de Gobernar China. E Libro se publica en la ocasión del festejo del 80 aniversario de la victoria de China sobre Japón en 1945
" Hay que aprender de la historia para construir juntos un futuro más brillante": esa frase describe los elementos de la filosofía de Confucio que permean la evolución del comunismo chino orientado inicialmente por el marxismo leninismo de Mao. Esta es la esencia del libro está en un artículo firmado por el presidente chino, Xi Jinping, publicado en el periódico Russian Gazette antes de su llegada a Rusia para una visita de Estado y su asistencia a las celebraciones del 80.º aniversario de la Victoria en la Gran Guerra Patria de la Unión Soviética.
El artículo enfatiza la importancia de "mantener una perspectiva histórica correcta sobre la Segunda Guerra Mundial", " para mantener el equitativo el orden internacional de posguerra" manifestado en las Naciones Unidas cuyo mandato original era "defender firmemente la equidad y la justicia internacionales".
Durante su reunión con el presidente ruso, Vladimir Putin, el 8 de mayo, el presidente Xi reiteró que, frente a la contracorriente del unilateralismo y la política de poder y la intimidación al resto del mundo impersonado por el imperialismo Anglosionista, China trabajará con Rusia para adoptar una postura clara que promueva conjuntamente una perspectiva histórica común más realista que la versión de >Hollywood sobre la Segunda Guerra Mundial, que defiende firmemente la realidad sobre a quién corresponde la gloria de haber vencido en la Segunda Guerra Mundial y promueva un mundo multipolar equitativo y ordenado, así como una globalización económica universalmente beneficiosa e inclusiva.
Xi coincide con Putin en que ambos valoran la historia, la estudian y extraen lecciones de ella es el rasgo distintivo de la filosofía de gobierno del presidente Xi. Los lectores del libro Xi Jinping: La gobernanza de China probablemente compartirán una percepción común China con Deng evolucionó lejos del Maoísmo pero no renunció a Mao. Igual que la Rusia de Putin evolucionó exitosamente muy lejos de su pasado soviético, sin renegar de Lenin que sigue reposando en su Mausoleo en la Plaza Roja. Intuyo que ambos líderes miran a sus países con una mezcla de filosofía de Confucio que ve la patria como la suma de las vidas que vivieron los antepasados y una visión hegeliana que ve la patria como una síntesis surgida de las distintas tesis y antítesis que moldearon su historia. Por eso ambos líderes vuelven a encontrarse este mes de mayo con ocasión de celebrar las victorias de hace 8n décadas Ambos líderes guían hacia el mundo político futuro a dos países que compartieron rasgos del socialismo ideológico clásico en su pasado y ahora parecen evolucionar hacia sistemas en que el estado y el empresariado trabajan juntos para el beneficio común en lugar de perder tiempo en una esteril guerra de clases entre gente que proviene de una misma evolución histórica. Leer a Xi Jinping puede ser una tarea iluminadora para los políticos del Sur Global