1. Trump le exigió a la presidenta de México que le coloque a 10 mil militares en la frontera de los EEUU y México y en dos o tres días la mexicanita cumplió; le exigió el envío de jefes de narcotráfico y al otro día ya le habían colocado a 29 para que los juzguen. Ahora ha exigido Trump que le envíen políticos ligados con los narcos; quizá sólo le envíen unos 500 más notables, entre ellos AMLO, Monreal y el gober de Sinaloa. ¿Qué pasaría si exige Trump que le envíen a las chicas guapas más notables de Morena para ser examinadas?
2. Toda mi pinche vida, como marxista, he luchado políticamente contra todos los gobiernos de México y de los EEUU por ser asesinos en el país y el mundo, así como mantener al 80 por ciento de los pueblos en la miseria. Desde que EEUU se impuso en las guerras mundiales, nadie pudo frenar sus bombardeos e invasiones; incluso al finalizar la guerra México apoyó a EEUU con “escuadrón de combate” y con “braceros” en sus campos de trabajo. No debe haber duda que es una relación natural de imperio y subordinado, de amo y esclavo.
3. Sin embargo no puede culparse a los gobiernos de uno u otro país porque ninguno nació asesino, sólo se hizo así al ser político gobernante. México como país –se ha publicado ampliamente- es el país más corrupto del mundo, con más asesinados, con los ricos más poderosos y con los pobres más miserables. Muchas veces pienso que debe desaparecer el dinero, los salarios, que la alimentación sea gratuita y a nadie le falte. Todo tendremos porque todos tendrán que trabajar. Sólo piénsele un poco la vida sin manejar dinero o su equivalente.
4. Así que no sigan los políticos demagogos diciendo que México es independiente, autónomo, que es gobierno del pueblo. Además que ningún país puede ser independiente o autónomo, ni EEUU, ni Rusia o China, porque conformamos todos una sociedad humana; la dependencia de uno a otro, responde a su nivel de desarrollo, su economía, su historia, su poder. México no es superior o inferior a otros países; sólo es México y sus problemas que debe enfrentar con cobiernos que no sean cínicos, demagogos, pero sobre todo honestos e inteligentes. Pero para ello es indispensable un pueblo que no se deje engañar y esté permanentemente en lucha por sus derechos. (1/III/25)