A los imperialismo mundiales, el planeta les resulta estrecho, viven una inevitable crisis de crecimiento que camina hacia una solución bélica. En esta crisis el capitalismo pierde sus máscaras, se revela directo tal cual es, un antihumanismo, una maquinaria de ganancias, un súbdito del dios mamón. No es casualidad que en estos tiempos aparezca un trump y secrete un madurismo. Son representantes claros del capitalismo de hoy.
Desde el centro imperial conseguimos a trump, que representa el agresivo espíritu mercantil del capitalismo, va por el planeta comprándolo todo, países, gobernantes, quien no se pliegue es satanizado, marginado, atacado. Sus armas por ahora son los aranceles, técnicas agresivas de mercadeo. Cuantifica en dólares las guerras, y los genocidios. Para él, Gaza y Ucrania son negocios financieros, inversiones posibles. El mundo se asusta ante esa agresividad que recuerda la locura de gobernantes que costaron una guerra mundial. ¿Dónde se detendrá el espíritu mercantil? ¿Después de cuánto daño? ¿Qué lo detendrá, a qué costo?
Desde las entrañas más íntimas del capitalismo, emerge el tentáculo represivo, inhumano, yunta de lo financiero. El madurismo, representa en escala nacional, la represión que se gesta a escala mundial. Acá, se manifiesta en demolición de toda ley, a la ausencia de toda consideración humana. Aplica la desaparición forzada, las cárceles están llenas de secuestrados sin juicio, se aplica el delito genético, es suficiente compartir genes con un disidente para ser condenado, no por un tribunal, en sano juicio, sino por la voluntad de la cúpula. El rumbo es hacia los hornos y los campos de concentración, todo es cuestión de tiempo.
Allí están las dos mandíbulas de la tenaza imperial, trump, el brazo financiero, frío, imperturbable, sólo lo mueve la ganancia, aunque para ganar se deba extinguir la vida, destruir bosques, contaminar océanos; comerciar las armas que acabarán con la vida. .
La otra mandíbula, por ahora, la representa, el madurismo, la represión descarnada, deshumanizada, que viola todo lo legal y todo lo ético, no hay más valor que depredar, existir.
Así va el mundo, amedrentado por la ofensiva imperial que amenaza con engullirlo todo, que promete el dilema de esclavitud, sometimiento, pago, o extinción. Frente a esa agresividad tiemblan los imperios. El capitalismo revelado, avanza hacia una guerra mundial, o hacia una esclavitud mundial. Dentro del capitalismo no hay espacio para otra posibilidad.
La situación es terminal, definitiva. Si se permanece dentro del capitalismo, no hay salida a la crisis, o se someten, se esclavizan, o el brazo represivo los demuele. Es ineludible, la Soberanía humana, la libertad humana, está fuera del capitalismo, es vital superarlo. Está muy claro el dilema: sólo una Patria Socialista, capaz de construir un núcleo alterno al capitalismo, podrá salvar a los países y al mundo todo. El capitalismo en esta fase terminal nos lleva, irremediablemente, a la extinción.
Venezuela es reflejo de lo mundial aquí están presentes los males del mundo Aquí, entre nosotros, emergió el brazo represivo, es el madurismo. Mañana será otra gente, pero con la misma misión: que nadie proteste, sumisión total o muerte, o cárcel terrible.
El brazo mercantil, el mariacorinismo, el que lo depredará todo, profundizará las penurias de hoy, nos transformará en un campamento de refugiados.
¡CHÀVEZ, ES EL CAMINO!