Ante la necesidad de intensificar y estimular el interés por la investigación histórica, desde el punto de vista crítico, en la determinación de reivindicar los hechos históricos, desde la perspectiva de la descolonización del pensamiento y la forma como, hasta ahora, desde las enseñanzas escolares, hemos asumido la historia; debemos implementar habilidades basadas en el pensamiento crítico, como una práctica fundamental en el mundo contemporáneo, hoy caracterizado por la sobreabundancia de información y la complejidad de los desafíos sociales, políticos y económicos, ya que el pensamiento crítico se define como la capacidad de analizar, evaluar e interpretar información, de manera objetiva y reflexiva, con el fin de formar juicios razonados y tomar decisiones, con objetivos muy bien orientados hacia la realidad histórica; de igual manera debemos entender que el pensamiento crítico no se limita solo a la acumulación de conocimientos, sino que implica la capacidad de cuestionar, investigar y discernir la validez y la relevancia de la información que percibimos.
La aplicación del pensamiento crítico, en la vida diaria es esencial ya que nos permite tomar decisiones acertadas en diversos ámbitos. Por ejemplo, al evaluar la información que recibimos a través de los medios de comunicación, el pensamiento crítico nos ayuda a identificar sesgos, mentiras y propaganda mediática, lo que nos permite formarnos una opinión propia, basada en la evidencia y la razón; el pensamiento crítico nos ayuda a comprender perspectivas, a evaluar argumentos y a comunicarnos de manera efectiva; es también un elemento fundamental para el desarrollo del análisis histórico sobre nuestras culturas, entendiendo que la historia no es solamente una narración de hechos pasados, sino la interpretación compleja y subjetiva de los eventos que han moldeado nuestras sociedades, permitiéndonos analizar las fuentes históricas de manera rigurosa, identificar conceptos sesgados y las perspectivas de los autores, y a construir una narrativa histórica más completa y precisa.
Al analizar la historia de nuestras culturas, el pensamiento crítico nos ayuda a comprender las raíces de nuestros problemas sociales, políticos y económicos, y a identificar las oportunidades para construir una mejor perspectiva razonable en el tiempo. Nos permite cuestionar las narrativas dominantes, a dar voz a los grupos marginados y a promover la justicia social; además nos ayuda a desarrollar una conciencia histórica, es decir, la capacidad de comprender cómo lo que ha pasado en el tiempo, influye en lo que pasa en la actualidad y cómo nuestras acciones pueden influir en tiempos venideros.
Veamos algunas estrategias que nos pueden servir para hacer efectivo el pensamiento crítico en la vida diaria, el estudio y análisis histórico: por ejemplo no aceptar las informaciones al pie de la letra, tal como aparece en las fuentes, sin antes profundizar en la indagación sobre las mismas; debemos investigar las evidencia que respaldan la informaciones que percibimos, examinando otras posibles explicaciones; debemos analizar las informaciones, antes de formar una opinión valedera, explorandolas desde diferentes ángulos; busca fuentes diversas y evaluar su credibilidad; en la investigación, estudio y análisis, incluso, debemos reconocer nuestros propios sesgos y prejuicios, así como los de los demás; averiguar sobre quién se beneficia de la información que se procesa y qué perspectivas se están omitiendo; evaluar y analizar la lógica de los argumentos, si son válidos los razonamientos, si existen mentiras o errores en el contexto de la lógica; utilizar el pensamiento crítico, para evaluar las opciones y tomar decisiones basadas en la evidencia y la razón y aprender de nuestros propios errores y aciertos.
Podemos utilizar patrones prácticos, como por ejemplo: al leer noticias de interés para el estudio y análisis, no podemos conformarnos con el titular, debemos investigar la fuente, buscar otras perspectivas y reconsiderar la credibilidad del autor, analizando sus antecedentes y valorar si sus ideas son coherentes y viables y, finalmente a mi modo de apreciar la aplicación del pensamiento crítico, debemos considerar las diferentes opciones, evaluando los riesgos y beneficios del análisis y estudio, de la materia en cuestión, eligiendo la opción que mejor se adapte a nuestros valores y objetivos propios. Lo que podemos entender que la aplicación del pensamiento crítico, comienza por la aplicación del pensamiento autocrítico y, de no ser así, el análisis y estudio, perdería credibilidad en la percepción crítica hacia los autores y fuentes investigadas.
En síntesis, el pensamiento crítico es una práctica esencial para los diferentes momentos de la vida y un elemento fundamental para el desarrollo del análisis histórico, en nuestras culturas. Al cultivar el pensamiento crítico, podemos tomar decisiones mejor formadas, y mejor documentadas, comunicarnos de manera efectiva, y comprender mejor el mundo que nos rodea y conformar perspectivas viables, de justicia y equidad en el tiempo.