Y hablaron…, y no fue pura paja

Jueves, 04/12/2025 12:24 PM

En el Palacio de Miraflores en el salón presidencial sonó el teléfono negro con una pereza tercermundista que solo soltó un repique y de inmediato el presidente Maduro con la mano izquierda lo tomó y respondió: Aló, quién habla.

¡Hablo yo! Le respondió una voz con tono secundario. ¿Y quién es yo? -preguntó Maduro.

Soy, Donald Trump, el republicano presidente de los Estados Unidos. ¡Oh, my buddy! Contestó Maduro.

Imaginé y creí que me llamaba el dueño de Venezuela por esa voz tan realenga que salía del teléfono. Pero yo no soy el dueño de Venezuela por los momentos. Es que no me refería a usted. ¿Ah, no?

¿Y a quién entonces? Preguntó Trump. Y Maduro más tranquilo y sin tartamudear ni sudar la gota fría.

Dijo, me refería a Diosdado Cabello que, siempre ha pensado y, a lo mejor sí, ser el dueño de Venezuela. ¡Eso Diosdado!

Ya eso lo veremos en lo adelante -dijo Trump.

¿Y qué me cuenta de su país? Dijo, Maduro. Para después agregar: Venezuela cuando usted lo desee y quiera, lo recibirá con los brazos abiertos y la llave del país será suya, pero por las buenas que acá solo son pocos los que se portan mal y no me refiero solamente a la oposición y, no olvide usted que, "Los caminos más duros, llevan a los destinos más hermosos".

Y cómo usted bien lo sabe en nuestro país hay de todo. Yes, respondió Trump y además con voz de otro mundo precisó: Estados Unidos es todo suyo cuando quiera venir a jugar con la nieve y, aprovecha de llevarse los inmigrantes que quiera que acá hay por demás.

Gracias, gracias, es usted muy amable, pero allá no hay guabinas como acá, aunque pareciera que sí como Marco Rubio entre otros que guabineando no se llega a ninguna parte. Eso se lo aseguro -dijo Maduro.

Y cuando quiera echarse un buen chapuzón de agua salada se viene y lo llevó a La Orchila para que coma botuto, rompechinchorro y guaruras que es lo más que nos sobra para que se ponga a valer y sude sabroso en invierno y, además se lleve unas langostas y, algunas docenas huevas de lisas nuestro caviar.

Ah caramba, usted cómo que me quiere poner a valer más de lo que valgo -respondió Trump. Y después preguntó: ¿es verdad que el pueblo venezolano comenzó a tragar hallacas y pan de jamón desde el mismo mes de octubre y, de allí en adelante va la parranda con la botellita de ron que no debe de faltar como dicen ustedes? Porque si eso es verdad, entonces ustedes son como un patrimonio único de la humanidad.

Claro, claro, nosotros somos Mar y Tierra y no somos como ustedes tal como lo dice la frase latina: "Falsus in uno falsus in omnibus" y, tengan por seguro que de El Mar Caribe no pasarán por más poder que tengan, pero no tienen la gracia y la valentía del pueblo venezolano que paga amor con amor -dijo Maduro.

Hasta la próxima Maduro.

Hasta la próxima Trump.

Y ellos como que se entendieron sin ofensa ninguna

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