Casa Eutoquio Gómez

Casa del tigre de garras sanguinarias

Viernes, 21/11/2025 04:12 PM

Queda uno sorprendido por decir lo menos. En el Estado Lara existe un espacio destinado para presentar eventos culturales, promocionar el fomento de la espiritualidad, los saberes, la distracción educativa, la pedagogía, la enseñanza, un sitio para foros y conferencias, también conversatorios.

Son variados los temas dentro de ese espacio cultural, en un ambiente armónico se ha rescatado un espacio para la conversación, la cultura y las artes en Barquisimeto. En esas tareas el Instituto Municipal de Cultura y Arte (IMCA) presentó en un primer acto, promoviendo la creación poética a través del concurso versos urbanos, así resaltó la identidad cultural de Lara. Un segundo encuentro programado como diálogo homenaje sobre aportes y vivencias de Eric Jimeno y Honorio Dudamel, así como el conversatorio programado sobre "los nuevos horizontes en el aprovechamiento del agave cocui" y en un tercer acto, "agave cocui, actualidad y posteridad", y al final el compartir musical del grupo Expresión Larense.

Más que excelente la recuperación de un inmueble para eventos de la cultura, de la identidad, de la historia y memoria ancestral de Lara. En ello nuestro reconocimiento a los autores oficiales y particulares, de manera muy especial a la Licenciada Flora Ovalles.

Bien cierto es la afirmación del maestro Sanoja Obediente: "Los símbolos comunican poder". Poder para la sumisión de un pueblo o poder transformador, liberador de exaltaciones colonialistas y dictatoriales. Ilustramos con unos ejemplos: no es lo mismo bergantín Simón Bolívar que bergantin La niña, La Pinta y La Santa Maria; Avenida Gran Cacique Guaicaipuro que Avenida Francisco Fajardo; Plaza Francisco de Miranda que Plaza Cristóbal Colón. Esto evidencia la fuerza simbólica de los epónimos, su contenido político y cultural en la lucha por la liberación de los pueblos, la importancia de romper con un pasado, con unas cadenas aún presente de conquista, dictaduras.

Es tarea de un gobierno revolucionario o democrático acabar, extinguir las exaltaciones de personajes que fueron protagonistas del terror sanguinario de pasados gobiernos, de un sistema de injusticia y brazo ejecutor de violaciones de los derechos humanos como ocurrió -entre muchos miles- a José Pio Tamayo, víctima de la dictadura de Juan Vicente Gómez, dueño y señor de un país silenciado, humillado y entregado a las trasnacionales petroleras y servil de los intereses de los EE UU.

Gómez no estaba solo, tenía sus brazos armados, sus representantes miserables de esa larga noche de terror que duró 27 años, manos de criminales a sueldo o socios del "gran dictador". Muchos se destacaron en su labor servil y de policía del régimen, entre ellos el cognomentos que lamentablemente identifica el espacio cultural referido del Estado Lara, la "CASA EUSTOQUIO GÓMEZ". Personaje que Domingo Alberto Rangel denominó como "TIGRE DE GARRAS SANGUINARIAS", quien lo describe a lo largo de diez páginas, desde la 189 hasta la 199, en su libro "Cipriano Castro semblanza de un patriota", editado por la Fundación Simón Bolívar, julio 2009.

Eustoquio Gómez fue un asesino, torturador, convertido en el terror de la sociedad Tachirense, también del Estado Lara y de Caracas durante sus andanzas como gobernador de esas entidades. Mano fuerte y criminal de la dictadura de Gómez.

¿Cómo es posible que una institución pública lleve su nombre? equivaldría que el epónimo de Hitler lo llevase una institución pública venezolana.

Eustoquio Gómez fue contrario a todo lo que significa cultura, fomento de la paz y respeto a los derechos humanos, significó el oscurantismo, la anticultura, el atraso, la negación de las artes y los saberes.

Es una barbaridad que tal epónimo identifique un espacio para la cultura, un nombre de un personaje sostenedor y brazo ejecutante de la dictadura gomecista.

¿Es que no nos duele Pio Tamayo, la vida silenciada, marginada, sin libertades, perseguida, violentada, humillada de la población larense y venezolana durante el mandato de Gómez y su cofradía de cómplices?

Eustoquio Gómez, expresa Domingo Alberto Rangel, "era una mezcla de sultán con cacique para aterrorizar y matar…preludiando lo que hacían los nazis en Alemania, el régimen de la región va marcando las casas de los enemigos…una noche cualquiera, la Sagrada de los mulereños caerían sobre cada una de aquellas casas. Procedían a detener al dueño , sacaban a la calle las pertenencias, esposaban al detenido y entre la fila de sujetos mal encarados y armados de fusil, lo llevaban a la cárcel....durante días se mecían los cuerpos sin vida mientras avanza en ellos la descomposición…". El terror, la violencia y el crimen contra la ciudadanía fue la manera de gobernar de Eutoquio Gómez en Táchira, Lara y Caracas.

Es hora de ejecutar la Ley Orgánica de la siete Transformaciones, específicamente la cuarta T, momento de concretar los principios constitucionales propios de una república libre y soberana, que fomenta una educación para la paz y el respeto de los derechos humanos, que le está prohibida enaltecer, glorificar, exaltar figuras y protagonistas que niegan tales principios, es ahora o nunca, hay que luchar y emprender una campaña por la derogatoria de tal epónimo, por otro nombre de un ciudadano que realmente represente los valores más nobles del pueblo de Lara, sus expresiones culturales, sus tradiciones, su música, que represente la vida, la libertad, lo bello de lo humano.

Es una desgracia para cualquier país que epónimos de criminales, sanguinarios, torturadores y violadores de elementales derechos humanos y representante de la muerte, sean sus nombres acervo y patrimonio cultural de la nación. Es hora de corregir, tienen la palabra y las manos para la ejecución las autoridades e instituciones del Estado Lara.

Polvorín. Explosión insumisa de ideas. Un combate por la vida.

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