Gente común y artistas ante la humanidad

El presidente Chávez en su tiempo pidió que la solidaridad fuera concreta, nada de florituras y menos algo que él denominó con una palabra extraña: "prosopopeya"; deja la prosopopeya! Soltó una vez en su progreso Aló Presidente, no sé a quién, seguramente en plural mayestico, sin referencia a ninguno y a todos.

También otra vez a propósito del famoso encuentro de turísmo y habladuría de sandeces llamado Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, pidió que hicieran vainas concretas en los barrios y dejaran la paja de los comeflores.

Pero, ahora resulta que Maduro reactivó un organismo exclusivo y rimbombante: Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad, ahora presidido por esa lumbrera que es "vuestro" maracallero Miguel Ángel Pérez Pirela (Maracaibo, 1977), que se dice filósofo porque al parecer tiene licenciatura en Psicología en Italia y otros pergaminos con una Tesis sobre la obra de Alexis de Tocqueville, que presentó en dos o tres postgrados y universidades diferentes. Por lo que se supone es profesional de la filosofía, filósofo es otra cosa, el que elabora una filosofía, un método, una tesis, a menos que decir que las iguanas cantan o caen y salen corriendo, sea una tesis.

Luego regresó al IDEA de Caracas y ha publicado algunos artículos arbitrados y creaciones de ficción, una narrativa que alcanza poco vuelo literario. Entre la imitación burda a García Márquez y Luis Britto García, ejercicios precarios, igual que han resultado también sus nuevos programas en VTV los domingos, especie de picadillo del acontecer semanal desde la perspectiva del poder. Y se entiende porque cuando se puso crítico la primera vez en VTV el mechas largas presidente de cultura y la comunicación, el cuatri borleado de Yañez lo manda para el Caracas Contry Club o la verga de las redes sociales virtuales. Sin talento ni luces, no puede hacer mayor cosa.

La excepción fue el programa de este domingo 7 de septiembre, no por él sino por los invitados que tuvo, especialmente Ramón Grossfoguel, Abel Prieto y una socióloga argentina de ideas muy caras sobre los movimientos sociales en América Latina, en estos momentos tienen la cosa muy difícil, especialmente en Argentina y Bolivia, también en Brasil, Colombia y Venezuela.

Por otra parte, decía un viejo amigo con quien compartimos muchas veces la lectura de periódicos del día en en terminal de pasajeros de Barquisimeto, sobre todo el vespertino El Mundo en los años 90, el señor Almao, del PCV, que el intelectual debe ser crítico del poder, por eso no lo son los simples adlateres, tal Pérez Pirela que se la pasa comentando la semana presidencial, sin ofrecer otra perspectiva. Lo que pasa también es que parece que los venezolanos tienen que esperar que vengan Intelectuales extranjeros a diseñar escenarios, porque los de aquí no se atreven, son cobardes, creen serían acusados de conspiración. El Dr. Roberto López Sánchez ha denunciado eso recientemente.

Ergo, no hay crítica al gobierno actual, menos en la circunstancia actual, aunque sí a los sectores extremistas nacionales y extranjeros, que es bastante, Pero no suficiente, volver a poner las entrevistas de la semana en la iguanas tv, que es lo hace Pérez Pirela los domingos. Dice uno, pues es como quien escribe una página y cita 5 o 7 autores, sin desarrollo de pensamiento propio.

Por otra parte, estos días con su nuevo cargo ad honores? Reunió a lo más granado de la intelectualidad latinoamericana y caribeña, también estaba ahí otro maracallero, el diputado roquero Juan Romero, estrella de teleSUR que se la pasa de encuentro a encuentro intelectual, Pero que tampoco realiza nuevas investigaciones, los invitados de la red Intelectuales y Artistas por la Humanidad fueron mismos de siempre pero que siempre es útil volver a oírlos. Lo malo es que se quedé en eso, sin vincularse orgánicamente con el pueblo, los consejos comunales y comunas. Aunque ya Maduro les dijo este lunes 8 que deben meterse a dar clases en la escuela de liderazgo.

Lo mejor sería reunir a gente del común y artistas del pueblo que hagan cosas concretas en las comunidades, que formen gente crítica en los sectores populares, que justifiquen la estadía y los reales. Que desarrollen una escuela de pensamiento crítico y dejen la farándula televisiva, o tener siempre de auditorio a los mismos huele peos de siempre, que sólo les gusta la novedad. Nada se puede esperar de esa red que funciona como esas plantas parásitos mediante el comenzalismo y mutualismo.