Existen enfoques históricos – políticos en Venezuela sobre una inquietante pregunta: ¿desde cuándo comenzaron los despiadados ataques de una intolerante oposición en contra del chavismo? y una de las fechas claves es el mismísimo domingo 6 de diciembre de 1998, cuando el Comandante Hugo Chávez le ganó las elecciones presidenciales a una prepotente extrema derecha, la cual tuvo 40 años en el poder político (1958- 1998)
Sin embargo, ya han pasado más de 26 años, y el odio político del extremismo se ha mantenido en el tiempo, con una oposición insurreccional que no se ha cansado de intentar por todos los medios posibles (sobre todo por vías inconstitucionales) derrotar como sea al gobierno nacional, pero con una particular característica: el antichavismo ha negado de manera sistemática todas las conspiraciones que han fracasado, a excepción de una fecha clave: el 11 y 12 abril del 2002, con el brevísimo (47 horas) golpe de Estado.
La negación opositora ante los intentos frustrados de tomar el poder por la fuerza, fue extremadamente evidente el sábado 04 de agosto del 2018, cuando el extremismo insurreccional utilizó unos drones para cometer un magnicidio, en contra del presidente Nicolás Maduro, en un acto público en la Avenida Bolívar de Caracas, y en un acto de cobardía política, negaron su participación en ésta abominable acción criminal.
Otra fecha clave sobre la negación opositora fueron los terribles días lunes 29 y martes 30 de julio del 2024, cuando los comanditos del terror hicieron desastres: muertes de personas, destrucción y quema de instituciones públicas, hasta la emblemática acción vandálica de derribar estatuas de Hugo Chávez, llena de toda una simbología fascista y hasta el día de hoy, el extremismo antichavista niegan tener algo que ver con "esos comanditos".
El colmo de ésta despreciable actitud del radicalismo opositor es que niegan haber perdido una sola de las últimas 33 elecciones, porque aseguran que han ganado todos los procesos electorales y no aceptan ninguno de los triunfo del chavismo, lo cual es coherente con su permanente rechazo a reconocer sus derrotas.
En estos momentos el extremismo opositor, no quieren dar la cara y reconocer que están involucrados en los cientos de explosivos incautados.