Acerca del consumo

Sábado, 26/07/2025 02:01 PM

Sobre el consumo gravita toda la vida de Occidente. Y la inmadurez política y social de la sociedad española, eleva la tendencia al consumo a un nivel exponencial. La avidez del consumo está presente todas las horas del día. Además, los los generadores que estimulan el consumo son muchos para que el consumidor no se relaje demasiado. Por supuesto que no sólo es un foco muy potente la publicidad. La pedagogía general acepta casi entusiasmada la posibilidad de que, desde las primeras clases que recibe el niño, el niño no pierda ocasión de consumir. Lo que sea. Sus padres le premiarán con más consumo.

Aunque el maestro, el pedagogo o los padres del niño traten de corregir esa potente propensión en esta sociedad, pronto el pedagogo y los padres deberán renunciar. ¿Por qué, se preguntará el lector? Porque si hubiese un método eficaz para suprimir tan potente propensión, si esa enseñanza predominase en la sociedad -algo por el momento imposible-, todo el sistema y su ensamblaje se vendrían abajo…

El neoliberalismo es implacable. Tiene dos objetivos muy claros: incentivar más y más el consumo, por un lado, y privatizarlo todo. Traspasar los bienes públicos y los comunales, a manos privadas. Unas veces lo privado tiene nombre y apellidos, y otras son personas jurídicas, corporaciones. En ganar mucho dinero está la meta sugerida de manera insistente por el padre o la madre a los hijos, con las excepciones con las que hay que contar siempre.

En cualquier caso, cuando baja la tasa del consumo en una determinada proporción, cunde la alarma. De manera que si en una sociedad se extendiese mucho el valor de la austeridad personal, bien por sana filosofía, bien para no contribuir a que la Naturaleza enferme más de lo que está, todo el entramado del sistema económico, el político y el social se vendría abajo. Enseguida se hablaría del Estado fallido.

El diseño de esta filosofía de la vida, en contraste con otros modos de entenderla —en tiempos que, tras la desaparición de numerosas especies de seres vivos y el agotamiento de los filones de tantas cosas—, si abusa, ha de ser enfermiza para el consumidor pudiente tras la descarga nerviosa de toda compra o adquisición; consumidor, adicto a esa singular droga volátil que, tarde o temprano, acusará los efectos del hastío. Las clases sociales que casi no "consumen" por falta de recursos, serán las herederas de la Tierra. Sea como fuere, una sociedad cuya máxima aspiración sean el crecimiento económico indefinido y el consumo sin límites, será la precursora y causante anticipada de la escasez.

Quizá no sean las generaciones actuales las que padezcan la escasez, pero las siguientes tampoco estarán preparadas genéticamente para soportarla. Quién sabe si acaban con la permanente tentación de quitarse la vida…

Nota leída aproximadamente 31419 veces.

Las noticias más leídas: