El 20 de febrero de 1813 parte nuestro Libertador, Simón Bolívar, desde la Nueva Granada, para una de las más brillantes empresa de toda su vida, la que habrá de conocerse en la historia con la denominación de Campaña Admirable.
La Campaña Admirable fue una acción militar determinante en la independencia de Venezuela.
El 27 de febrero esta fuerza expedicionaria derrota en La Grita al realista Correa y como resultado inmediato de esta victoria los habitantes de Mérida, viéndose libres de enemigos cercanos, proclaman su independencia y se organizan militarmente para la resistencia. Bolívar pone de nuevo la planta en tierra venezolana y en una proclama saluda a los tachirenses:
"Yo soy --les dice-- uno de vuestros hermanos de Caracas, que arrancado prodigiosamente (milagrosamente) por el Dios de las misericordias de las manos de los tiranos que agobian a Venezuela vuestra patria,...He venido digo, a traeros la libertad, la independencia y el reino de la Justicia,".....
El conductor caraqueño estando en Mérida se dispone a seguir a Trujillo. En la primera de estas ciudades, por iniciativa del gobernador Don Cristóbal de Mendoza, el 18 de mayo de 1813, Bolívar recibe el título de Libertador que lo distinguirá por el resto de su existencia, y en la segunda ciudad da su controvertido decreto de guerra a muerte. Un deseo de venganza que llenaba el alma de los patriotas ante las atrocidades de los representantes de la corona española.
Días antes del decreto, el abogado y coronel venezolano Antonio Nicolás Briceño, alias el Diablo Briceño, en la región tachirense, escribió "Nuestra bondad se agotó ya y puesto que nuestros opresores nos fuerzan a una guerra mortal, ellos desaparecerán de América y nuestra tierra será purgada de los monstruos que la infestan. Nuestro odio será implacable y la guerra será a muerte".
El 15 de junio de 1813 Simón Bolívar anuncia su Decreto de Guerra a Muerte:
"Españoles y canarios, contad con la muerte, aun siendo indiferentes, si no obráis activamente en obsequio de la libertad de América. Americanos, contad con la vida, aun cuando seáis culpables".
Es necesario destacar que el abogado y coronel patriota, Antonio Nicolás Briceño, apodado el Diablo Briceño, es fusilado el 15 de junio de 1813 en Barinas, por los españoles, contaba con 31 años de edad, el mismo día del decreto de guerra a muerte.
Aún se producirán en este prodigioso año 1813 hechos dignos de ser cantados por los poetas: hombres semidesnudos que pasan a nado ríos infectados de cocodrilos, mujeres que se baten como amazonas, llaneros que cruzan las cumbres cubiertas de nieve y una fantasmagoría de cabezas ensangrentadas que ruedan por las llanuras, más al correr de los días este espectáculo irá cambiando de signo, esto es, de bandera. De la bandera española a nuestra bandera tricolor.
Después de triunfar en Taguanes y de ocupar a Valencia, Bolívar monta nuevamente a caballo y vuela a Caracas. Una ciudad destruida. Sólo quedaba la masa del pueblo, la muchedumbre de negros y de mestizos que enardecidos por las fanfarrias del vencedor rodearían a Bolívar en la mañana del 7 de agosto y le pasearían sobre sus hombros a través de las ruinas del terremoto.
El 14 de octubre de 1813, Caracas ratifica a su hijo más eminente el título de Libertador que le habían otorgado los merideños. Esto se hace en el templo de San Francisco en cuyo recinto se reúnen para la excepcional ceremonia los señores del Ayuntamiento y todas las corporaciones civiles, militares y eclesiásticas existentes en la ciudad. Amén de una multitud heterogénea que aclama al héroe con emoción delirante.
A Bolívar....lo esperaba la inmortalidad. La cual se materializa el 17 de diciembre de 1830.
Pedro Luis Bastardo Vallenilla.
Abogado Universidad Santa María.
15Jul2025
Fuente: Libro "Bolívar, El Caraqueño". Autor Ramón Díaz Sánchez