El presente estudio se ha realizado a través del ejercicio teórico de revisión de la literatura, analizando principalmente documentos que se orientan a la definición, caracterización y aplicación de la resiliencia comunitaria. Esto, con la finalidad de relevar un tema que se ha incorporado en las prácticas comunitarias a pesar de su escaso desarrollo teórico en el marco de nuestra disciplina. Asimismo, se busca determinar los ejes directivos para su discusión. Ahora bien se define en forma de aproximación conceptual; La resiliencia, del Latínresilire (retroceder o saltar atrás), es un concepto general, relacionado con la adaptación positiva en el contexto de desafío. En las ciencias físicas y la ingeniería, la resiliencia se refiere normalmente a la capacidad de resistir el estrés o la tensión sin romperse, o recuperar la forma original, como un resorte o una banda de goma. En las ciencias del desarrollo humano, la resiliencia tiene significados amplios y diversos, incluyendo la recuperación de las experiencias traumáticas, venciendo las desventajas para tener éxito en la vida, y resistiendo la tensión para funcionar bien en las tareas de vida.
El análisis de la literatura refleja que en las últimas décadas, el tema de la resiliencia ha originado numerosos estudios, gestados en Europa y Estados Unidos, pero desarrollados en Latinoamérica principalmente desde los años noventa. Investigaciones se han relacionadas con la definición del concepto de resiliencia y de factores asociados a ella, dando resultados muy variados. En opinión de investigadores la resiliencia está lejos de poseer una conceptualización acabada; sin embargo, en ella se identifican ciertos elementos que la caracterizan. La resiliencia se constituye como una capacidad destinada a enfrentar experiencias adversas de una manera adecuada, resistiéndolas y fortaleciéndose a partir de ellas. Esta no sería innata ni adquirida, sino producto de un proceso del que forman parte tanto factores individuales, como familiares, sociales y culturales.
Por ello, a pesar de que la resiliencia se presenta de manera individual, su desarrollo se ve mediado por la interacción de la persona con el ambiente en el su medio de confort. se percibe en el contexto sociocomunitario cobrando relevancia en el proceso de su configuración. Es importante acotar que la misma es un término de naturaleza compleja y multidimensional ya que por un lado, implica factores individuales, familiares y comunitarios y por otro las situaciones de adversidad nunca son estáticas, sino que cambian y a su vez requieren cambios en las conductas resilientes (Salgado, 2009).
. Esta investigación, por lo tanto, se corresponde con los postulados de la corriente latinoamericana que traspasando los límites de lo psicológico a lo social busca determinar las condiciones sociales, las relaciones grupales así como las manifestaciones culturales y valores comunitarios que están en la base del proceso resiliente colectivo, comprometiéndose activamente con la justicia y el bienestar de la propia sociedad en su conjunto. Ahora bien en las utilidades del enfoque de resiliencia en la práctica social, visualizando al carácter dinámico que lo caracteriza, son múltiples y en distintas esferas. Para la comunidad, entre otros aportes permite conocer la forma en que la comunidad puede utilizar sus recursos y capacidades para responder de una manera adaptativa a las situaciones de crisis. En el marco del contexto sociopolítico, otorga la posibilidad de evaluar el impacto que pueden tener aquellas condiciones en la capacidad de la comunidad para gestionar el cambio frente a este tipo de situaciones (Severi, Rota & Zanasi, 2012; Uriarte, 2010). Se hace necesario profundizar en los dos conceptos centrales que la conforman: resiliencia y comunidad. Hablemos de comunidad Para la Psicología Comunitaria, la comunidad es entendida como un espacio social donde se pueden desarrollar acciones colectivas organizadas hacia la transformación social y, por tanto, constituye un espacio empírico de investigación y acción (Musitu, Herrero, Cantera & Montenegro, 2004). En un contexto de pobreza y desigualdad que pueda existir en la región también da lugar al desarrollo de diversas problemáticas sociales que producen alto impacto en las comunidades. La migración internacional, por ejemplo, se ha constituido en un aspecto esencial de la historia de América Latina y en la actualidad son miles las personas que cada año abandonan sus países de origen en busca de nuevas oportunidades. Asimismo, atendiendo a las situaciones de violencia armada y organizada, se ha hecho evidente el desplazamiento forzado de individuos, familias y comunidades completas que han debido huir de sus tierras buscando refugio en ciudades o países cercanos que les otorguen mayor seguridad. Este tipo de fenómenos también podrían ser abordados desde el enfoque de la resiliencia, particularmente de la resiliencia comunitaria. En Latinoamérica los estudios e investigaciones enfatizan en los desastres de tipo natural, vinculados principalmente al cambio climático y para ello se ha desarrollado una amplia producción literaria en lo que respecta a comunidades que han enfrentado situaciones adversas en el plano social. Relevar las tradiciones de una comunidad en el contexto de la participación ciudadana frente a la gestión de riesgos es importante y articular la vinculación entre actores internos y externos. El rol protagónico de las comunidades, confiando en sus recursos y competencias al momento de enfrentar situaciones de adversidad natural o social, aumentaría la correspondencia entre los objetivos de la disciplina y el contexto latinoamericano actual. Se debe avanzar en una reflexión sobre la importancia de la participación ciudadana frente a la gestión no solo de riesgos, desde la óptica que realza las competencias de la comunidad para enfrentar y superar situaciones de cualquier índole, lo que genera en un ejercicio de la disciplina centrado en el fortalecimiento de los recursos comunitarios buscando una adecuación entre el actual contexto latinoamericano y la práctica de la Psicología Comunitaria. Es aquí donde surge la interrogante en torno a si ésta se considera como una capacidad que las comunidades poseen y pueden desarrollar o, más bien, como un elemento que sólo es observable en situaciones de crisis. Frente a ello cabe preguntarse, entonces: ¿Es posible realmente trabajar la resiliencia comunitaria en una comunidad? ¿Se puede preparar a una comunidad para una crisis? ¿Existen comunidades más resilientes que otras? ¿Qué es lo que hace a una comunidad más resiliente?
En síntesis, este trabajo ha analizado la resiliencia como enfoque para la intervención social, el cual, realizando un cambio de paradigma, enfatiza en los recursos y en las soluciones, por sobre las carencias o los problemas. La pobreza y exclusión que caracterizan a América Latina, dejan a gran parte de la población en una situación de vulnerabilidad social, exponiéndolos a efectos nocivos en su salud física y mental. Es frente a aquellas problemáticas asociadas a la situación social, así como también a adversidades naturales, que las comunidades deben desplegar todos sus recursos para resistir los embates de los desastres socioculturales que les golpean.
REFERENCIA
Musitu, G., Herrero, J., Cantera, L., & Montenegro, M. (2004). Introducción a la PsicologíaComunitaria.Barcelona: UOC.
Salgado, A. (2009). Felicidad, resiliencia y optimismo en estudiantes de colegios nacionales de la ciudad de Lima. Liberabit, 15 (2), 133-141.
Severi, C., Rota, C., & Zanasi, C. (2012). The resilience approach contribution to rural communities social assessment for social sustainability based strategies implementation. International journal on food system dynamics, 3 (1), 61-73.