Moscú, 07 May. ABN.- El presidente de Rusia, Vladimir Putin, afirmó este viernes que la conmemoración del triunfo sobre el fascismo debe contribuir a la unificación de la comunidad mundial por un futuro mejor, reseñó la agencia Prensa Latina.
“Rusia rinde tributo a la memoria de todas las víctimas del nazismo, en primer lugar de los países que combatieron contra ese flagelo”, subrayó Putin durante una ceremonia en el Kremlin, sede del Gobierno ruso.
El Mandatario ruso se refirió así a los antifascistas de la propia Alemania y de las naciones aliadas durante la Segunda Guerra Mundial.
Putin llamó a apartar elementos negativos en torno a esta fecha y a concentrar la atención en la memoria de aquellos que lucharon, así como en el hecho de que 'ese pasado pueda unirnos en nombre del futuro'.
A dos días (en Rusia) de las celebraciones del 9 de mayo, el Presidente de ese país promulgó este lunes la Ley sobre el Símbolo de la Victoria, adoptada finalmente por la Duma (Cámara Baja del Parlamento) el pasado 25 de abril.
El 9 de mayo de 1945, en la entonces Unión Soviética, se celebró la rendición del régimen fascista nazi de Alemania, por lo que en la actual Rusia, y muchos otros países europeos al este de Alemania, se conmemora para la fecha el Día de la Victoria.
La normativa pasó también el visto bueno del Senado, luego de ser corregida en la Cámara Baja.
El Jefe de Estado vetó un proyecto inicial de los diputados no comunistas, que proponía la retirada de la hoz y el martillo, símbolos de la era soviética, de la bandera que ondeó el 1 de mayo sobre el Reichtag, sede del gobierno nazi de Adolfo Hitler, en Berlín, la capital alemana.
Putin encomendó que las copias del estandarte de la victoria conserven los símbolos originales, además de la inscripción de la división de 150 fusileros condecorados con la orden Kutuzov de segundo grado, quienes colocaron la insignia del triunfo sobre el fascismo.
Asimismo, entregó por primera vez los títulos honoríficos de 'gloria militar' a las ciudades de Oriol, al sudoeste de Moscú, la capital rusa; a Kursk, cercana a la frontera con Ucrania, y a Belgorod, al oeste del país, por sus hazañas durante la denominada Gran Guerra Patria.