¡No me jodan! No. 12

El Engendro de la Plaza Altamira

A raíz de los actos terroristas ocurridos en la embajada de España y consulado de Colombia, que junto a las embajadas de Cuba, Argelia y la India suman 5 las misiones diplomáticas victimas de la violencia política, la oposición en pleno, sin distingos de golpistas o moderados, manifestaron al unísono que no había otro culpable que Chávez. Desde CAP, quien aseguró que el gobierno dirige un terrorismo de Estado, pasando entre otros por la "gente de petróleo", Quiroz Corradi y Enrique Mendoza, y llegando hasta Teodoro Petkoff, quien en su editorial de Tal Cual señaló a la "brutal retórica" oficial como el primer responsable de los hechos, dijeron lo mismo: "¡Fue Chávez!"

¡No me jodan!

La violencia es un engendro de la plaza Francia de Altamira. Los actos terroristas a las misiones diplomáticas de España y Colombia es consecuencia directa de la anarquía que fomenta este grupo paramilitar que opera al margen de la ley con la promoción de los medios de comunicación privados y la clase política reaccionaría. La violencia ha logrado imponerse en la sociedad a raíz de la complacencia de algunos tribunales de justicia y la inoperatividad de la Fiscalía General, lo cual ha contribuido de manera directa con el mantenimiento de la impunidad, caldo para su cultivo.

En la columna de hoy indagaremos sobre el origen de la violencia, ex! aminaremos el reciente historial paramilitar de figuras claves de la oposición golpista y buscaremos su conexión con los recientes hechos ocurridos en el país.

El Origen de la Violencia

En "El Origen de la Violencia" (Revista Fusión, Mayo de 2001), Mariló Hidalgo establece una clara distinción entre ser agresivo y ser violento, "La primera forma parte de nuestra esencia animal. Somos agresivos por naturaleza, por instinto de supervivencia frente a un entorno hostil... La agresividad se convierte en violencia y se ejerce hasta las últimas consecuencias, con resultado de muerte o con presencia de sangre..." Hidalgo cita al catedrático de la Universidad de Valencia y autor del libro "La violencia y sus claves", José Sanmartín, quien asegura que "nuestra agresividad es un rasgo en el sentido biológico del término; es una nota evolutivamente adquirida, mientras que la violencia es un! a nota específicamente humana que suele traducirse en acciones intencionales que tienden a causar daño a otros seres humanos."

Según Hidalgo, "En los primeros tiempos, el ser humano se regía por el mismo código de conducta que los animales. Era básicamente instintivo y por lo tanto utilizaba la agresividad para poder subsistir y procrear. Su agresividad no dañaba al grupo. Hoy, por encima de la naturaleza, el hombre ha construido un entorno artificial con sus propios valores y su propia cultura que le exige determinadas respuestas que le obligan constantemente a adaptarse a lo nuevo. Esta situación creada artificialmente la controla con dificultad y en ocasiones le genera violencia." En este sentido, el psiquiatra Luis Rojas Marcos considera que a diferencia de la agresividad, característica innata del hombre, "las semillas de la violencia se siembran en los primeros años de la vida, se cultivan, se desarrollan durante la infancia y comienzan a dar sus frutos malignos en la ! adolescencia." Asimismo, Rojas Marcos señala que "Los comportamientos agresivos se fomentan a través de mensajes tangibles y simbólicos que sistemáticamente reciben los niños de los adultos, del medio social y de la cultura."

Hidalgo concluye de manera acertada que "La violencia es producto de la evolución cultural, por tanto es suficiente cambiar los aspectos culturales que la motivan para que ésta no se produzca... la violencia nace a partir de la separación del hombre de su entorno natural." La violencia es pues, tal y como lo señala el profesor Sanmartín, "la resultante de la influencia de la cultura sobre la agresividad natural y sólo factores culturales pueden prevenirla."

Medina Gómez y el Paramilitarismo en la Frontera

Si como sostiene Mariló Hidalgo "la violencia es producto de la evolución cultural" y no consecuencia del discurso oficialista como asegura la oposición, ¿donde se origina la violencia política en Venezuela?

Toda historia tiene su inicio, y el nuestro se remonta al 26 de julio de 1997, fecha en que el General de Brigada del Ejercito Enrique Medina Gómez asume la jefatura del Teatro de Operaciones Número 1 (TO-1) en Guasdualito (El Universal, 17 de julio de 1997), ciudad del Estado Apure fronteriza con Colombia y zona caliente donde convergen la guerrilla, el narcotráfico, poderosos hacendados y ganaderos, militares y paramilitares.

Paralelamente al nuevo nombramiento del general Medina, Carlos Castaño, líder de los grupos paramilitares de extrema derecha en Colombia, afirmaba que un grupo de 140 empresarios y ganaderos de Zulia y Barinas negociaban con él la creación de un grupo de autodefensa para contrarrestar la presencia de guerrillas izquierdistas en la frontera (El Nacional, 15 de Febrero de 1998); y que de acuerdo a informaciones suministradas por uno de sus hombres en Venezuela, "todo estaba listo para comenzar''. (Cambio 16, 22 de Diciembre de 1997)

El 28 de diciembre de ese mismo año fueron capturados por la Guardia Nacional y la Policía Rural "siete presuntos paramilitares, sospechosos de participar en varios secuestros." No obstante, el general Medina Gómez "negó enfáticamente que se trate de un grupo paramilitar." Según palabras del general, "no hay paramilitares en la frontera, son solamente sospechosos"; (El Universal, 30 de Diciembre de 1997) aunque reconocería mas adelante que estos "ciudadanos colombianos cumplían tareas de inteligencia y que la autorización era legal." (El Nacional, 27 de Enero de 1998).

Según la denuncia formulada por productores y dirigentes ganaderos de la zona fronteriza ante la DIM, este grupo paramilitar fue contratado por la FAN para "ejecutar operaciones paramilitares en territorio venezolano", entre ellas el cobro de 2 y 3 millones de bolívares para garantizarles su seguridad. Los denunciantes además señalaron una "presunta vinculación de efectivos castrenses con organizaciones del narcotráfico colombiano." Según reporta El Nacional en su edición del 25 de Enero de 1998, los 7 presuntos paramilitares habían sido "autorizados por el jefe de la División de Inteligencia del TO-1, de Guasdualito, capitán de fragata Carlos Pastor Canelón, para que transitaran por ciertas zonas de la frontera venezolana, tenían por misión la ubicación de los subversivos responsables de los secuestros ocurridos el mes de diciembre así como l! a captura de Freddy Mojica, conocido con el apodo de ‘Comandante Veneco’, autor del plagio del teniente de navío Carlos Bastardo Yguaro, en suceso ocurrido el 15 de agosto de 1997 en la población de Puerto Chorrosquero, estado Apure... Al momento de la detención, al grupo paramilitar les fue incautado armas de guerra, pasamontañas, mapas de la zona y un cuadernillo con nombres de ganaderos del sector que estarían ‘dispuestos’ a colaborar para que la misión llegara a término."

Pero lo mas revelador fue las declaraciones que rindieron los presuntos paramilitares al ser interrogados sobre sus actividades en territorio venezolano. Según los organismos que participaron en la investigación del caso, Gonzalo Camacho Solano, Albeiro Fajardo Díaz, Charro Negro, Ana Cecilia Rizo Herrera, Fabián Enrique González, Iván Darío Osorio García y Walter Avila Murzia, aseguraron haber sido "contratados por el general Enrique Medina Gómez, jefe del TO-1, por la cantidad de 75 millones de pesos para llevar a cabo las acciones [paramilitares]."

Precisamente, siete días después de haber sido capturados y puestos a la orden del TO-1 a cargo del general Medina Gómez, los presuntos paramilitares fueron dejados en libertad; y dos meses mas tarde, el sargento de la policía de El Amparo en el Estado Apure, Trudy Ismael Hinnauy, fue obligado a renunciar tras haber capturado nuevamente a Iván Darío Osorio García, uno de los detenidos del 28 de diciembre que portaban salvoconductos firmados por el general Medina Gómez. (El Correo del Magdalena, 10 de Marzo de 1998) Esto no hacia mas que confirmar ! la tesis del vicepresidente de la Federación Nacional de Ganaderos, Edgar Grisolía, y posteriormente conformada por su titular, Edgar Grisolía, sobre el apoyo del TO-1 a grupos paramilitares.

"Ninguno de mis oficiales esta incurso en esos delitos, y yo respondo por los 5 mil 211 hombres que están bajo mi mando en los 78 mil kilómetros cuadrados que comprenden la jurisdicción del TO-1", habría respondido el general Medina Gómez para negar su presunta vinculación con los paramilitares colombianos. (El Universal, 26 de Enero de 1998) Sin embargo, el Ministro de la Defensa de Caldera, Tito Manlio Rincón Bravo, y el jefe del Comando Unificado de las FAN, general de división Napoleón Romero, "reconocieron que los 7 paramilitares detenidos el 22 de diciembre de 1997 en el estado Táchira, tenían permiso de circulación y realizaban trabajos de inteligencia con el aval del TO-1."

El ministro Rincón Bravo habría dicho en una interpelación realizada por la Comisión de Política Interior de la Cámara de Diputados que presidió Gustavo Tarre Briceño, y donde también estuvieron presentes los generales Medina Gómez y Ovidio Poggioli, jefe del TO-2, que "fue muy mala la experiencia con los 7 paramilitares detenidos y que las autoridades del TO-1 recibieron la sanción correspondiente por otorgarles el permiso sin consultar previamente..." El ministro le aseguro a los parlamentarios que "esa situación no se repetirá", como si la vinculación de la FAN con el paramilitarismo fuese una tremendura de los oficiales. Como era de esperarse, la comisión de diputados dominada por el puntofijismo de aquel entonces decidió mas bien respaldar a las FAN "en su labor en la zona limítrofe" (El Nacional, 12 de Marzo de 1998), con lo cual se ! legitimaba la impunidad sobre las actividades paramilitares en la frontera venezolana que involucraban a las FAN, específicamente en los Teatros de Operaciones 1 y 2 al mando de los generales Medina Gómez y Ovidio Poggioli respectivamente.

Como consecuencia inmediata de la impunidad reinante en los Teatros de Operaciones, surgen las primeras denuncias sobre asesinatos, torturas y violación sistemática a los Derechos Humanos.

De acuerdo a Gina María Ramírez en su articulo "Powell en Bogotá con golpistas venezolanos" publicado por el Centro de Medios Independientes de Ecuador en su edición del pasado mes de diciembre, el general Medina Gómez, discípulo del comandante general de las Fuerzas Militares de Colombia, Jorge Mora Rangel, en la Escuela de las Américas, "no sólo tiene negros antecedentes en Estados como Apure, Táchira y Zulia, sino que fue uno de los que dirigió las tropas que en varias ocasiones se internaron en las fronteras con Colombia, reprimieron campesinos e indígenas y quemaron varios ranchos.

En febrero de 1999, el defensor de los Derechos Humanos, Jorge Nieves, acompañado del diputado del Polo Patriótico, Vladimir Villegas, denunció la detención, incomunicación y tortura de Edgar Carvajal, presidente de la asociación de vecinos de Guafita, Juan Bautista Moreno, miembro del comité de Derechos Humanos, y Oscar Cáceres, comisario de la asociación de vecinos de esa comunidad, por la Disip. Además, señaló que la colectividad esa cansada de "denunciar los atropellos que desde hace cuatro años vienen cometiendo las autoridades a raíz de la suspensión de las garantías constitucionales... y en diversas ocasiones han denunciado al general Enrique Medina Gómez, comandante del Teatro de Operaciones y al jefe de la Disip en la zona, comisario José Gavidia." (El Universal, 5 de febrero de 1999) En esa oportunidad, Villegas exh! ortó al para ese entonces Ministro de Relaciones Interiores, Luis Miquilena, a que investigara las denuncias de torturas en Apure.

Esta denuncia no corrió con suerte. El gobierno nacional a través de su Ministro de Defensa, Raúl Salazar, negó cualquier vinculación de los Teatros de Operaciones con los paramilitares colombianos, y como solía hacerse en la extinta cuarta republica, la situación se resolvió con mas impunidad y un cambio de mando para los militares reaccionarios. El general Medina Gómez paso a comandar la 31 Brigada de Infantería de Caracas y posteriormente seria nombrado agregado militar en la embajada de Venezuela en Washington. Por su parte, el general Poggioli pasó a ser el director de la DIM y del Aeropuerto Internacional de Maiquetía, y posteriormente pasaría a "retiro." !

La historia demostró cuan errado estuvo el gobierno en mantener la estructura puntofijista reaccionaria en la FAN obviando que el proceso de transformaciones también debía tocar la estructura castrense impregnada en sus altos mandos por la ultraderecha reaccionaria. Las contradicciones no tardaron en surgir, y tanto Medina como Poggioli participarían dos años mas tarde de manera activa en el golpe de Estado del 11 de abril.

Pérez Recao y el Paramilitarismo Urbano

Mientras los generales Medina Gómez y Ovidio Poggioli cultivaban el paramilitarismo en la frontera, el joven empresario Isaac Pérez Recao, hacia lo propio en la ciudad de Caracas.

Una investigación realizada por el asesor de la Izquierda Unida de España, José Manuel Fernández (23 de Mayo de 2002), sobre la participación de España y Estados Unidos en el golpe de Estado del 11 de abril en Venezuela, revela que Pedro Carmona no solo era el presidente de Fedecámaras, sino que también dirigía otras empresas como Promotora Venoco y Química Venoco, propiedad del también golpista, traficante de armas y presuntamente intermediario de la industria armamentista israelí, Isaac Pérez Recao.

Antes del golpe de abril, este siniestro personaje era además conocido en el "jet-set" de Caracas como dueño de varios locales nocturnos y jefe de grupos paramilitares de seguridad que actuaban con la complicidad de algunos organismos de seguridad del Estado y del gobierno municipal de Chacao. En julio de 1997, se hizo publico un altercado ocurrido durante la inauguración de la discoteca "Amnesia" en el sótano del Centro Comercial Chacaito en el que el joven de 19 años José David Morales Betancourt, nieto del para ese momento senador por Acción Democrática, David Morales Bello, y estudiante de tercer año de derecho en la UCAB, fue golpeado salvajemente por varios agentes de seguridad cuando denunciaba el hurto de su teléfono celular. (!El Nacional, 25 de Julio de 1997) La ex juez V Superior Penal y madre de la victima, Oneida Betancourt de Morales, responsabilizó de este acto criminal a los integrantes de lo que llamo "un presunto cuerpo parapolicial, conformado por unos 300 individuos que protegen los locales del Grupo IPA de Inversiones, pertenecientes a un ciudadano de nombre Isaac Pérez Recao." Según la madre del joven, luego de haber denunciado el hurto, los encargados de la seguridad del local "lo sacaron del sitio esposado con las manos a la espalda, y sin mediar palabra lo lanzaron violentamente entre dos columnas de vehículos en el estacionamiento, y al caer boca abajo contra el piso se partió la nariz y los labios." A pesar de hacer caso omiso al "consejo" que le dio uno de los encargados de la seguridad para que se fuera inmediatamente del lugar de los hechos, el joven se presento ante la Policía Municipal de Chacao, que inexplicablem! ente desestimo la denuncia. Luego se presento ante la comisaría de la PTJ de Chacao que a pesar de haber detenido a tres de los presuntos responsables de la agresión, los dejo inmediatamente en libertad mientras se el joven Morales se realiza los exámenes médicos forenses. De acuerdo a El Universal, los hechos violentos ocurridos en los locales nocturnos a cargo de Pérez Recao se habían convertido en una rutina. La ex juez Betancourt denunció "la existencia de grupos mal llamados de seguridad que operan en los locales del Centro Comercial Chacaíto, que funcionan bajo la dirección de Otto Kreubel y quienes actúan sobreseguros puesto que tienen garantizada su defensa y son apadrinados por Isaac Pérez Recao, dueño de la discoteca donde agredieron a mi hijo", y la propia PTJ confirmo que mantenía una investigación sobre el homicidio de un joven a manos de un supuesto agente de seguridad que trabajaba bajo las ordenes de Pérez Recao. (!El Universal, 25 de julio de 1997)

En el reportaje "Un traficante de armas es el principal organizador del golpe militar", la periodista antichavista Patricia Poleo relata que según un informe de inteligencia, "Isaac Pérez Recao, cédula de Identidad V-6.311.710, con fecha de nacimiento 23-07-69, había recibido entrenamiento especializado en combate personal, uso de armas, preparación de explosivos y operaciones de inteligencia, y había utilizado tres de sus empresas en los Estados Unidos (Bemel Finance Corp.), como fachada para operaciones secretas... Recao había obtenido en 1999 un pasaporte diplomático (# 446/99) al inicio del actual gobierno, que lo acreditaba como funcionario que "viaja en Comisión de Servicio a la orden del Despacho", emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores... el pasaporte diplomático lo ha! bilitaba para eludir los controles de la inteligencia norteamericana para la compra de armamento sofisticado, vehículos blindados, y hasta un helicóptero artillado que adquirió por piezas y lo transportó a Venezuela, en una táctica utilizada por los servicios secretos israelíes. Los apoyos para Carmona estaban siendo concentrados en las oficinas de IPA Grupo de Inversiones, en la Torre Oeste de Parque Cristal, en la oficina 6-1 del piso 6, y en la casa de Pérez Recao en Valle Arriba... Pérez Recao cuenta también con importantes relaciones en el mundo de los servicios venezolanos de inteligencia; no sólo posee varios carnés vigentes de cuerpos como la Disip y la PJT, que compró a base de sobornos, sino que contaba con un escuadrón personal de protección, el mismo que puso a disposición del presidente provisional Carmona cuando este tomó posesión en Miraflores. El informe de inteligencia indica además que el llamado "Rambo" venezolano contaba con la asesoría permanente de un e! x oficial del ejército israelí, encargado de entrenar con las últimas tácticas de guerra a su numeroso grupo de guardaespaldas."

Sin duda alguna que el paramilitarismo practicado por Pérez Recao le sirvió como antecedente curricular para que estableciera los nexos entre Carmona y la logia militar reaccionaria encabezada por los generales Medina Gómez y Ovidio Poggioli, quienes desde sus posiciones estratégicas pudieron ofrecerle pleno acceso al gobierno del presidente Chávez. De esta forma, Pérez Recao logro moverse con facilidad entre los círculos de poder. Según declarara Patricia Poleo en su interpelación ante la Asamblea Nacional, mientras Pérez Recao financiaba parte de la campaña del MVR y su hermano Vicente Pérez Recao se desempeñaba como diputado suplente de este partido para proteger a sus establecimientos de envite y azar en Valencia de la Ley de Bingos y Casinos, ponía a disposición de Carlos Andrés Pérez y otros personajes de la oposición carros blindados para sus desplazami! entos y financiaba la defensa de Carlos Molina Tamayo cuando se declaraba en desobediencia militar, realizada por el también golpista y presunto autor del Decreto Carmona, Daniel Romero.

De acuerdo a Manuel Fernández, "una alta fuente militar confió a la agencia France Press lo que ya había publicado la prensa local: que Isaac Pérez Recao había organizado un grupo armado de extrema derecha, dirigido operativamente por el contralmirante Carlos Molina Tamayo." En efecto, Pérez Recao lleno una ficha de acreditación el 12 de abril de 2001 para recibir la credencial de "Director de Operaciones de la Casa Militar de Pedro Carmona" para coordinar las actividades del dictador y ejercer el control del palacio presidencial, un cargo que tradicionalmente había sido desempeñado por un miembro de la Fuerza Armada. (El Universal, 24 de Abril de 2002) Según Poleo, a Pérez Recao lo habría contactado directamente el general Medina Gómez con la excusa del "vacío de ! poder" para que encargara de la seguridad. No obstante, llama la atención que suponiendo que la hipótesis de la renuncia del presidente Chávez fuera cierta, Medina Gómez no hubiese llamado a los organismos competentes para la seguridad del Estado sino a quien incluso había sido acusado en el pasado de fomentar el paramilitarismo urbano. Por si fuera poco, el general Ovidio Poggioli reconoció en su interpelación ante la Asamblea Nacional por su participación en el golpe, que habría entregado credenciales de la DIM con rango de comisarios generales a Pérez Recao, Odette Pérez Recao, Vicente Pérez Recao, familia Cohen, Reinaldo Gadea Pérez, Edmundo Molina Tamayo, hermanos Finol, un ganadero del Zulia y otras personas que aparecen involucradas en el golpe de Abril. !

Estas credenciales, y otras 10 de funcionarios del Aeropuerto Internacional de Maiquetía, fueron encontradas en una caja fuerte en la habitación de Pérez Recao tras un allanamiento realizado por la DIM en los días posteriores al golpe. En este allanamiento, también fue encontrado un arsenal de guerra compuesto de "cuatro fusiles, seis pistolas, otras tantas pistolas de juguete tipo 'paintball', una sub ametralladora Mini Uzzi calibre 22 con silenciador... 12 chalecos antibalas", y en uno de los sótanos al cual se tuvo acceso a través de unos pasadizos secretos, se encontró un polígono de tiro cuyo permiso de funcionamiento estaba firmado por el también golpista Carlos Molina Tamayo. Además de un uniforme de general de división perteneciente a Medina Góm! ez, en este polígono fueron hallados, "uniformes camuflajeados, escudos antimotín, aparatos de visión nocturna y miras telescópicas, una carabina FN30, ya desincorporada, perteneciente a la Fuerza Armada Nacional y un fusil FAL con el escudo de esta institución." (El Universal, 26 de Abril de 2002)

La plaza Francia de Altamira

A finales del mes de abril de 2002, días después del golpe de Estado, varios parlamentarios del MVR y del ala oficialista del MAS, entregaron pruebas a la Fiscalía General sobre la preparación de asaltos a las embajadas de Cuba y Libia. El diputado Juan Barreto denunció que el general Ovidio Poggioli, a quien Carmona habría escogido como director de la Disip, anunció en una conversación telefónica que había preparado unos comandos para tomar por asalto a aquellas embajadas acreditadas en Venezuela que les dieran refugio a José Vicente Rangel, Diosdado Cabello y otros funcionarios y dirigentes chavistas, y que además aprovecharía la ocasión para violar a la esposa del embajador cubano: (Rebelión, 25 de Abril de 2002)

"Voy asumir la Disip hoy. Voy a brindar compadre, voy a tirar la casa por la ventana, voy a buscar a José Vicente Rangel, a el otro hijo de puta del MAS, a los Otaiza, compadre así sea en China mando a buscar a ese hijo de puta... ese y que está escondido en la Embajada de China, Diosdado Cabello en la de Cuba, Bernal en la de Libia, bueno con unos comando... Mando que le cojan la esposa al Embajador... te llamo ahorita María Eugenia."

Tal y como lo advirtió el general, la Embajada de Cuba fue asaltada por brigadas fascistas de la oposición con la anuencia y protección de la Alcaldía de Baruta, causando destrozos a sus instalaciones, corte de luz y agua, y el decomiso del suministro de alimentos. Afortunadamente, el canciller de Cuba viajó inmediatamente a Caracas y junto a la movilización internacional, evitó que se produjeran mayores desmanes.

A partir de los sucesos de abril, se produce una recomposición de fuerzas en el seno de la FAN. El gobierno de manera inteligente, comienza un proceso intenso de reorganización para aislar las células golpistas del estamento militar. Es así como desde el Ministerio de la Defensa y la Fiscalía General se comienzan a levantar expedientes para expulsar y castigar a los responsables del golpe de Estado. Sin embargo, una división en el Tribunal Supremo de Justicia entre los defensores del régimen democrático y una relativa mayoría que defendía la tesis del "vacío de poder" esgrimida por el estamento golpista, produjo una aberración jurídica que absolvió a la logia militar de ultraderecha de los sucesos del 11 de abril. No obstante, su permanencia en la FAN no fue fácil. Ya identificados, los procedimientos administrativos continuaron, y aunado a la evidente falta d! e mando que se evidenció el mismo 11 de abril, los militares reaccionarios decidieron legitimar su aparato paramilitar y "liberar" la plaza Francia del Altamira con el apoyo de los medios de comunicación privados y el sector radical de la oposición.

La situación en la plaza fue enfrentada por el gobierno con indiferencia, lo cual fue positivo desde el punto de vista estratégico porque evitaba convertir en mártires a los militares golpistas cuya "rebelión" moría progresivamente de mengua. Sin embargo, la indiferencia fue también una forma de tolerar la anarquía y la impunidad que han servido como caldo de cultivo para la violencia. Los sucesos del 6 de diciembre, cuando Joao De Gouveia abre fuego contra quienes van a rendirle culto al paramilitarismo reaccionario, es producto directo de esta impunidad. Luego vendría el abominable asesinato de los jóvenes opositores que hacían su vida en plaza Altamira creyéndose el cuento de la "desobediencia legitima" y la "lucha por la libertad", realizado presuntamente por sus propios compañeros como venganza por la golpiza que le habrían dado los jóvenes militares a qu! ien supuestamente se habría sobrepasado con su novia, una menor de 14 años y única sobreviviente de la masacre. El abogado que trabaja con los militares de plaza Altamira, Carlos Roa Roa, confirma que "La adolescente que sobrevivió, y que estaba vinculada amorosamente a uno de los soldados asesinados, había sido importunada por un joven de nombre Leonardo... Este hecho molestó al novio de la muchacha, razón por la cual Argüello, Salas y Pinto le dieron una golpiza a Leonardo en el sótano de la plaza Altamira. Es por esta razón que Leonardo, junto a un individuo apodado “el Zorro” y otro de nombre Gregory, deciden secuestrar a los jóvenes con la intención de asustarlos, pero lamentablemente se les pasó la mano." (Tal Cual, 20 de Febrero de 2003) A pesar de que el crimen parece haber sido resuelto descartando el móvil político, no se puede obviar que la patética situación que se vive en la plaza Altamira ha servido para engendrar la violencia, que como destacábamos ante! riormente, "nace a partir de la separación del hombre de su entorno natural."

El pasado 25 de febrero, Tal Cual publicó el estupendo reportaje "Se entregó a Dios y no sintió los golpes" de la periodista Aliana González sobre la delicada situación por la que atraviesa la menor de 14 años, sobreviviente del abominable crimen de los muchachos opositores que hacían vida en la plaza Altamira. De acuerdo a este reportaje, la menor que fue hallada con vida, amordazada y maniatada, con doble fractura de cráneo y un disparo en el hombro que le destrozo la clavícula, "recibe extrañas visitas en el hospital Domingo Luciani." Su madre, Edith Altuve, relata con rabia el horror que vivió la joven: "tiene los pechos mordidos y moreteados, como si la hubieran pellizcado o torturado, los golpes de la cabeza probablemente se los infringieron con un tubo y los atacantes fueron entre 15 y 20. Tiene arañazos en la cara y el cuerpo, fue mani! atada y amordazada, pero no violada... ‘Me contó que cuando la estaban golpeando, cerró los ojos, se entregó a Dios y no sintió los golpes.’"

Asimismo, la madre señala que han ocurrido varios sucesos extraños en el hospital donde se encuentra su hija:

“Los de Altamira vienen acá y me hacen propuestas. La última, fue que nos la llevemos con Polibaruta o Polichacao a la clínica La Floresta, sin que se entere el fiscal. Carlos Roa Roa, abogado de los militares disidentes, me dijo que aprovechara que el domingo es un día tranquilo y no hay mucha vigilancia. Yo le seguí la corriente, pero luego mandé a llamar al fiscal y le dije lo que estaban planeando. Yo no sé cuál es la intención de los militares de Altamira. Puede ser interés genuino por mi hija, porque ellos dicen que le tienen mucho cariño... Pero no la quiero trasladar sin que lo sepa el fiscal ni los escoltas... otras personas, al parecer también vinculados con los militares de Altamira, vestidos con uniformes de la Cruz Roja [intentaron hacer otro supuesto traslado]... Esa vez yo no estaba en el lugar, sino abajo, buscando una ropa limpia. Cuando ll! egué al servicio había un tremendo revuelo. La niña no salió gracias a que los médicos se opusieron, e incluso una de las doctoras me dijo que la habían amenazado. Al parecer traían un papel que falsificaba mi firma... Otro suceso extraño ocurrió una niña de 13 o 14 buscaba hablar con la muchacha... Yo no me acordaba de ella, aunque luego mi hija me confirmó que sí era su amiga. Ella dijo que venía de parte del general Medina. Por esta razón, los policías se la llevaron a declarar... Otra joven embarazada vino hace poco a conversar con la adolescente, pero no se lo permitieron... la muchacha amenazó con declarar todo lo contrario de lo que había dicho la sobreviviente al tribunal, porque supuestamente ella también estaba en el grupo y logró escaparse, pero luego se confirmo que la historia de la otra mujer, que supuestamente estaba citada para salir con el grupo, no es cierta."

Y también asegura que la plaza Altamira es "prácticamente un centro de prostitución de menores."

En otro excelente reportaje de Tal Cual del 26 de Febrero de 2003 sobre la plaza Altamira, el periodista Pedro Pablo Peñaloza revela las calamidades por las que pasan los "campistas" que hacen vida en ella. Una mujer que prefirió mantenerse en el anonimato y quien abandonó su apartamento en Petare para instalarse en la plaza con sus hijos, admite que en una ocasión "un joven encargado de seguridad trató de violar a su hija" de 13 años de edad. Asimismo, una enfermera confiesa que en la plaza "se quedan a dormir menores de edad, l! a mayoría sin el cuidado de sus representantes", y denuncia que “ha venido a refugiarse gente con antecedentes penales ya que saben que esto es territorio liberado, e incluso están unos drogadictos que llegaron a amenazarme de muerte."

La Estrategia Terrorista

Tras el fracaso del golpe de Estado perpetrado por los sectores radicales de la oposición durante los meses de diciembre y enero a través del saboteo sistemático y criminal contra la industria petrolera, los golpistas reciben los embates de la derrota y la Coordinadora Democrática comienza a ser manejada por el sector moderado que con su silencio cómplice había tolerado los desmanes de la ultraderecha. Esta situación quedó en evidencia con total ausencia de apoyo que recibió la oposición cuando convocó a una marcha para protestar la detención del presidente de Fedecarmas, Carlos Fernández, por su participación en el "paro" insurreccional

En un denso articulo titulado "La tercera batalla" (El Nacional, 25 de Febrero de 2003), el historiador antichavista Jorge Olavarria presenta una interesante cronología de las derrotas que ha recibido la oposición. Para Olavarria, el 2 de diciembre la oposición repitió el esquema de abril para derrocar al gobierno de Chávez, "con la diferencia de que los militares que esta vez podían pedir la renuncia de Chávez cuando la huelga llegara a su momento crítico, estaban haciendo el ridículo en la plaza Francia de Altamira o boicoteando lo que la Coordinadora Democrática realizaba." El historiador antichavista señala que "durante más de 60 días, todas las noches, los discursos del trío director fueron repetitivos y vacíos de ideas... La ciega terquedad con la cual crearon una inmolación colectiva será objeto de ! análisis. Habrá tiempo para eso. Por lo pronto, nadie en su sano juicio puede negar que el resultado del llamado ‘paro cívico’ fue un fracaso", lo cual produjo inmediatamente "un enredo de zancadillas, empujones, trampas, engaños y maniobras... [que] malogró el acto de presentación de los resultados de El Firmazo... con la ridícula develación luminosa de unas cajas que se supone contenían las firmas... [evidenciando] el artero secuestro del acto en beneficio del lanzamiento de la candidatura presidencial de Enrique Mendoza..."

Fuera de la FAN y de la industria petrolera, sin influencia en las decisiones de la Coordinadora Democrática y sin poder de convocatoria entre sus simpatizantes, el sector golpista de la oposición no le quedaba otra opción que preparar como fiera herida la radicalización subversiva, es decir, enfrentar al enemigo Chávez con la guerra. Este sentimiento de frustración colectiva generadora de violencia se puede apreciar claramente en el articulo "Tolerancia sí - burla y cinismo no" (El Universal, 22 de Febrero de 2003), en donde Adolfo P. Salgueiro manifiesta que la situ! ación política nacional "no puede verse ni analizarse bajo la óptica estrictamente jurídica," confiesa sentirse "como un verdadero pendejo aun cuando nunca sucumbió a la tentación de creer en pajaritos preñados ni en el cuento de la autonomía de los poderes ni en la buena fe de los negociadores oficiales ni nada de eso", y que de aquí en adelante deja de ser "adversario" y pasa a ser "enemigo."

El 25 de febrero en horas de la madrugada se producen dos actos terroristas contra las misiones diplomáticas de España y Colombia, tres días después de que en su programa "Aló Presidente" el primer mandatario exigiera respeto a la soberanía de Venezuela y rechazara el tutelaje sobre las instituciones publicas que pretendían realizar el secretario general de la OEA, Cesar Gaviria, el Departamento de Estado norteamericano y los gobiernos de España y Colombia. Estos actos terroristas fueron realizados con bombas de gran potencia elaboradas presuntamente con explosivo C4 cuyo manejo es exclusivo de la FAN. En el lugar se encontraron panfletos que adjudican los actos a los grupos Frente Bolivariano de Liberación, organización que no se había pronunciado públicamente desde el atenta! do que sufriera el ex presidente de la CTV, Antonio Ríos, a principios de los 90, y la Coordinadora Simón Bolívar, organización popular con nueve años de trabajo cultural, vecinal y deportivo en el 23 de Enero que inmediatamente condenó los hechos y negó haber participado.

La adjudicación de estos actos terroristas a grupos de izquierda no es mera coincidencia. En el articulo "Powell en Bogotá con golpistas venezolanos", publicado por el Centro de Medios Independientes de Ecuador el pasado mes de diciembre, Gina María Ramírez sostiene que durante su visita a Bogota el 4 y 5 de diciembre del pasado año, Colin Powell logró reunirse con Pedro Carmona y otros golpistas venezolanos. Según Ramírez, esta reunión se realizó en el Hotel del Fondo de la Policía Nacional y asistieron "el general colombiano [Mora Rangel], Colin Powell, la Embajadora Patersson, Pedro Carmona, el comandante de la Fuerza Aérea [Colombiana, general Velasco], el director de la Nueva Central Nacional de Inteligencia militar, Rosso José Serrano, dos delegados de "la plaza Altamira", dos directores! de medios venezolanos y directores y enviados de dos diarios, una revista y una Cadena Radial de Colombia" Paralelamente, un medio de comunicación colombiano anunciaba que "las FARC ya están en Caracas", coincidiendo con los reiterados señalamientos que hacia al respecto Enrique Medina Gómez.

Por el contrario, los actos terroristas apuntan al paramiliatarismo reaccionario de la ultraderecha venezolana. En el trabajo "Conflicto armado y Paramilitarismo en Colombia", el Equipo Nizkor de España, especialistas en Derechos Humanos, identifican "la contratación de personas provenientes de otros lugares para que ejecuten crímenes" como uno de los métodos de acción del paramilitarismo. Estos mercenarios extranjeros serian contratados "por parte sectores económicos y altas autoridades del Estado, los cuales han intervenido en el entrenamiento de los grupos paramilitares y de militares en diferentes técnicas y en el empleo y manejo de sofisticado armamento." De esta manera las investigaciones se verían obstruidas por la ausencia de sospechosos, y a su vez permitiría encubrir ! la identidad de los responsables intelectuales. En el caso colombiano, se ha determinado que personal de la Fuerza Publica "ha intervenido para procurar la fuga, para coordinar las acciones en cuanto al momento y lugar de ejecución, y para dotar de armamento a quienes participen en los crímenes."

Este tipo de procedimiento coincide con la denuncia que realizó el diputado del MVR, Jorge Rondón, sobre la detención el 11 de abril de un francotirador estadounidense y otro salvadoreño, quienes habrían disparado contra el palacio presidencial provocando la muerte entre otros de la escolta del vicepresidente Cabello y que inexplicablemente fueron dejados en libertad mientras Carmona se autojuramentaba en Miraflores. Meses mas tarde, el corresponsal de CNN, Otto Neustald, aseguraba que dos horas antes de comenzar la masacre del 11 de abril donde murieron mas de 15 personas, entre chavistas, antichavistas y transeúntes, el grupo de militares insurgentes de la ultraderecha realizaba el ensayo de su pronunciamiento en la que denunciaban la existencia de seis asesinatos perpetrados contra los manifestantes opositores, con lo que se confirma que los militares golpistas tenían planeado utilizar estas muertes para justificar e! l secuestro del presidente y posterior golpe de Estado.

De la misma forma, este método paramilitar encaja con la hipótesis que realiza la "Unidad de Análisis" sobre los actos terroristas contra las misiones diplomáticas de España y Colombia en su entrega correspondiente al 26 de febrero:

"Los autores materiales del hecho son cubanos ligados al grupo del hijo de Mas Canosa en Miami, traídos a Venezuela por Salas Römer. La planificación se efectuó en unas oficinas de Enrique Mendoza... La logística y la protección la aportó Leopoldo López, en cuya jurisdicción se producen siempre este tipo de hechos, pues Polichacao aporta las comunicaciones, vigila y custodia que nadie salga detenido. Esa es una de las razones por las cuales no atentaron contra la embajada estadounidense, pues los cubanos mayameros se niegan a atacar a su país de destino, además de que la sede queda fuera de Chacao y habrían tenido que implicar también a Capriles Raronsky."

Conclusión

El discurso del presidente Chávez, podría ser catalogado como agresivo pero jamás como violento. La agresividad es una característica innata de la personalidad humana, mientras que la violencia es un producto anti-cultural que depende de la impunidad para su gestación.

En la plaza Francia de Altamira están creadas todas las condiciones para perpetuar la violencia política. A partir de allí se produjeron la masacre del 6 de diciembre y el abominable crimen de los muchachos opositores; y como consecuencia directa de las acciones que se llevan a cabo en el "territorio liberado", se producen acciones de corte similar por parte de simpatizantes del gobierno como la "toma de La Campiña", que también es tolerada por los organismos públicos en detrimento de la institucionalidad.

Esta violencia surge aun con mayor fuerza en momentos de desesperación y acorralamiento. Así lo presenta acertadamente los representantes del gobierno en la Mesa de Negociación y Diálogo al explicar los actos terroristas:

"En la actualidad se desarrolla en el campo de la oposición, la evidente ruptura que en ella se ha producido y la irrupción de un sector ultrarradical que definitivamente ha tomado el atajo del terrorismo y la aventura, y procede a descalificar a los factores democráticos... Esta situación, planteada en tales términos, tiene que ser evaluada y repudiada por los venezolanos; al mismo tiempo que obliga a la representación de la ‘Coordinadora Democrática’ en la Mesa de Negociación y Acuerdos, a un deslinde claro y definitivo con ese sector."

Este sector ultrarradical de la oposición cultiva el paramilitarismo urbano por medio de los militares golpistas acantonados en la plaza Altamira. Después de haber fracasado en un plan siniestro para atacar la marcha opositora del pasado 11 de abril y en el saboteo criminal contra la industria petrolera, hoy pretenden instalar el terrorismo en la sociedad venezolana para justificar la intervención norteamericana, que a través de la OEA ya pretende ejercer un tutelaje sobre las instituciones democráticas y bolivarianas en detrimento de nuestra soberanía.

El engendro de la plaza Altamira solo podrá ser desterrado con el desmantelamiento de este núcleo paramilitar, el sometimiento de la sociedad civil, militar, empresarial y política al "imperio de la ley" que evite reproducir la impunidad, y promocionando la cultura de la paz, tolerancia y defensa de los derechos humanos en escuelas, universidades, comunidades y urbanizaciones de todos los estratos sociales, instituciones publicas y privadas, administración publica, órganos de seguridad del Estado, gobiernos locales y nacional, y sobretodo en los medios de comunicación privados y del Estado.

Esta es una tarea ardua y compleja, pero necesaria ! e impostergable.

Los conceptos aquí emitidos son de la entera responsabilidad del autor.

Para comentarios, observaciones, preguntas y sugerencias, enviar un correo electrónico a Eugenio Carrasco: ecarrasco48@hotmail.com



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Eugenio Carrasco - Una Sola Patria


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