Equipo de defensa de Alex Saab: Operación interestatal e ilegal entre EEUU y Cabo Verde

02.11.21 - En un comunicado emitido por el equipo de defensa del enviado especial de Venezuela, Alex Saab, los juristas desglosan las múltiples violaciones al derecho internacional por parte de los gobiernos de Estados Unidos y Cabo Verde, en el contexto del secuestro del diplomático.

Mediante el documento, Femi Falana, abogado principal de Saab, manifestó que todas las irregularidades presentadas desde la detención arbitraria del embajador, el 12 de junio de 2020, “son el resultado de una operación conjunta interestatal e ilegal entre Estados Unidos y Cabo Verde, destinada a socavar el gobierno de Venezuela, bajo la apariencia de un procedimiento de cooperación judicial”.

A continuación, el texto íntegro del comunicado:

Alex Saab es un Enviado Especial de la República Bolivariana de Venezuela y también su Representante Permanente Adjunto ante la Unión Africana. Fue arrestado y detenido en la República de Cabo Verde el 12 de junio de 2020, a raíz de una solicitud de los Estados Unidos de América y permaneció en detención arbitraria hasta el 16 de octubre de 2021, cuando fue trasladado ilegalmente por los Estados Unidos a Miami.

Esta operación llevada a cabo por los Estados Unidos contra un diplomático venezolano está marcada por una serie de violaciones del derecho internacional atribuibles directa o indirectamente a los Estados Unidos. Aunque el arresto y la detención arbitrarios de Alex Saab tuvieron lugar en Cabo Verde, no cabe duda de que la situación fue el resultado de una operación patrocinada por Estados Unidos, que violó el derecho internacional, directamente o por delegación, a través de las autoridades de Cabo Verde. Esta misma técnica es utilizada con frecuencia por Estados Unidos en los programas de traslados extraordinarios de prisioneros o prisiones secretas en el extranjero. El programa consiste en obligar a un Estado extranjero, la mayoría de las veces vasallo de Estados Unidos, a violar el derecho internacional y los derechos humanos en su territorio en nombre y por los intereses de Estados Unidos.

En el contexto del arresto y la detención de Alex Saab, todo indica que esta operación es el resultado de una operación conjunta interestatal e ilegal entre Estados Unidos y Cabo Verde, destinada a socavar el gobierno de Venezuela, bajo la apariencia de un procedimiento de cooperación judicial.

Las principales infracciones que deben destacarse pueden clasificarse en cinco categorías principales:

1. El Programa de Sanciones Ilícitas: cabe destacar que la detención de Alex Saab fue orquestada mientras realizaba una Misión Especial de carácter humanitario a Irán, que se consideraba crucial para los intereses de Venezuela. En este sentido, dicha detención tiene el efecto colateral de echar por tierra una misión de gran importancia política y que probablemente iba a ofrecer soluciones para combatir lo que el Relator Especial de la ONU llama «el impacto negativo de las medidas coercitivas unilaterales en el disfrute de los derechos humanos». Esto no puede considerarse razonablemente como una coincidencia y puede considerarse que abarca varias violaciones del derecho internacional, incluidos los principios de igualdad soberana; independencia política; no intervención en los asuntos internos de los Estados; y solución pacífica de las controversias internacionales, artículo 2(1) de la Carta de la ONU (igualdad soberana); artículo 2(4) de la Carta de la ONU; artículo 33(1) de la Carta de la ONU y el derecho internacional de los derechos humanos (incluido el derecho a la vida, el derecho al desarrollo, el derecho a la salud, el derecho a la integridad física, etc.).

2. El Abuso del Mecanismo de Notificación Roja de Interpol: En el contexto de la operación orquestada por Estados Unidos para detener a Alex Saab, las autoridades estadounidenses y la propia Interpol, hicieron un claro uso indebido de los mecanismos de Interpol al solicitar y acordar, respectivamente, la publicación de una notificación roja de Interpol con fines políticos. Al hacerlo, Estados Unidos e Interpol incumplieron una serie de normas que regulan las actividades de Interpol, empezando por el artículo 3 del Estatuto de Interpol, según el cual «queda terminantemente prohibida a la Organización toda intervención o actividad de carácter político, militar, religioso o racial», así como el artículo 2, que exige a Interpol y a sus miembros «asegurar y promover la más amplia asistencia recíproca entre todas las autoridades de policía criminal, dentro de los límites de las leyes existentes en los diferentes países y en el espíritu de la Declaración Universal de Derechos Humanos».

No cabe duda de que, en el caso de Alex Saab, al dirigirse específicamente a un diplomático venezolano que realizaba una misión especial en Irán, los mecanismos de Interpol se utilizaron con fines puramente políticos, violando el principio de neutralidad política de Interpol y los derechos humanos. Alex Saab ha sido identificado por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos como una de las personas «que ha actuado o pretendido actuar directa o indirectamente para o en nombre del» gobierno de Maduro y ha sido asimilado al «Gobierno de Venezuela» según la definición propia de las órdenes ejecutivas de Estados Unidos. De hecho, Alex Saab fue designado el 25 de julio de 2019, en virtud de la Orden Ejecutiva 13850, como una de las personas que dirigen «un esquema» desde Venezuela. Estos elementos demuestran la naturaleza claramente política de la instrumentalización de los mecanismos de Interpol.

3. La Violación de la Inmunidad Diplomática: Al utilizar los mecanismos de Interpol y enviar una solicitud de extradición a Cabo Verde contra un diplomático venezolano en Misión Especial humanitaria a Irán, Estados Unidos está contribuyendo a la violación de los principios y normas del derecho internacional público (como se refleja, por ejemplo, en la Convención sobre Misiones Especiales de 1969, que se hace eco del derecho consuetudinario) que consagran la soberanía de los Estados, el principio de no injerencia en los asuntos internos de otro Estado soberano y los principios de inmunidad e inviolabilidad diplomática. A pesar de estar debidamente informado del estatus diplomático de Alex Saab, y a pesar de las protestas de varios Estados (entre ellos Venezuela, Irán y Rusia), Estados Unidos se negó a retirar su solicitud de extradición y contribuyó así a prolongar la detención arbitraria de Alex Saab en Cabo Verde.

4. Las Sistemáticas y Graves Violaciones de las Normas de Derechos Humanos, incluida la tortura: En este caso, al orquestar dicha operación de arresto y detención arbitraria de un opositor político en su condición de diplomático venezolano, Estados Unidos es cómplice de una serie de violaciones a los derechos humanos: arresto y detención arbitraria; actos de tortura (en los que se alega que han participado agentes estadounidenses) para obtener información o incriminaciones del gobierno venezolano; malos tratos; negación de acceso a la atención médica; y violaciones a las garantías judiciales y al derecho de defensa.
Se alega que la negativa a retirar la solicitud de extradición, por parte de Estados Unidos a sabiendas, a pesar de las violaciones de derechos humanos que se han denunciado y documentado desde el 12 de junio de 2020, acentuó y prolongó las mismas. No ha sido juzgado por ningún delito, ni en Cabo Verde ni en Estados Unidos, y sin embargo pasó 16 meses en detención arbitraria por una simple petición de Estados Unidos. Por lo tanto, se puede alegar que se violan, directamente y por delegación, tratados como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos o la Convención contra la Tortura.

5. Tres violaciones específicas, en particular, sitúan la violación deliberada y a sabiendas de los derechos de Alex Saab en marcado contraste con los tópicos de las autoridades de Cabo Verde sobre su «respeto al Estado de Derecho y al derecho internacional de los derechos humanos».

En primer lugar, a pesar de dos decisiones vinculantes del Tribunal de Justicia de la CEDEAO contra Cabo Verde emitidas el 15 de marzo y el 24 de junio. En sus decisiones, el Tribunal dictaminó que la detención de Alex Saab era ilegal, que fuera liberado inmediatamente, que se pusiera fin al proceso de extradición y que se le pagara una indemnización de 200.000 dólares. En otras palabras, Estados Unidos obligó impunemente a su Estado vasallo, Cabo Verde, a no cumplir la decisión de un tribunal internacional muy respetado.

En segundo lugar, el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas («CDHNU»), el 8 y el 16 de junio de 2021, al conceder medidas provisionales, ordenó a Cabo Verde que detuviera la extradición de Alex Saab mientras investigaba las denuncias de tortura y denegación de acceso a la atención médica. El hecho de que Cabo Verde ni siquiera reconociera estas directivas dio lugar a que en julio recibiera una carta sin precedentes, redactada con firmeza, de cuatro relatores especiales de las Naciones Unidas y de un grupo de trabajo, en la que se destacaban las obligaciones de Cabo Verde en virtud de los tratados y convenciones internacionales en relación con Alex Saab. Todas estas comunicaciones quedaron sin respuesta y dejaron a muchos observadores moviendo la cabeza con incredulidad. Este comportamiento de una de las naciones más pequeñas de la tierra no tuvo lugar sin que ésta supiera que Estados Unidos le guardaba «las espaldas» y que Estados Unidos se aseguraría de que su Estado vasallo no sufriera ningún daño por desafiar a la comunidad diplomática mundial en cumplimiento de los objetivos políticos de Estados Unidos.

En tercer lugar, reconociendo el deterioro de la salud de Alex Saab, el Tribunal de Apelación de Barlavento de Cabo Verde ordenó el 31 de agosto su traslado desde la isla de Sal a la capital, Praia. El objetivo era permitir que Alex Saab, enfermo de cáncer, recibiera la atención médica especializada urgente que necesitaba. Estados Unidos estaba tan decidido a no permitir que Alex Saab conservara ningún atisbo de dignidad que obligó, a través de sus apoderados en la policía local, a paralizar descaradamente el traslado de Alex Saab por motivos médicos hasta que se cumpliera su objetivo político el 16 de octubre de 2021.

Conclusión

Es probable que las implicaciones a largo plazo de la detención y el secuestro de un diplomático que realizaba una Misión Especial humanitaria pacífica sean negativas. Las naciones más pequeñas, en particular, que se unen a organizaciones multilaterales por la protección que ofrecen frente a la hegemonía de las naciones más grandes, deberían estar profundamente preocupadas. Como señaló la Federación Rusa en una declaración emitida el 12 de agosto, Estados Unidos y Cabo Verde deberían estar al tanto de que sus acciones podrían «volverse en contra» de los co-conspiradores.



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