26 de Agosto.- El vicepresidente para el área social, Elías Jaua, participó este sábado de una reunión preparatoria para la Cumbre Mundial de Solidaridad con Venezuela, junto a 23 activistas sociales de 17 países y 22 organizaciones y movimientos sociales.
Desde la Casa Amarilla, el encuentro buscó establecer las líneas de acción y la estrategia para el desarrollo del evento en el cual las naciones hermanas contribuirán en una solución pacífica al conflicto entre Estados Unidos (EE.UU.) y Venezuela.
Durante la jornada, expresó a los países con representación en el encuentro que "son parte de la defensa integral del pueblo venezolano" y por ello los invitó a participar el venidero 16 y 17 de septiembre de la Cumbre Mundial de Solidaridad.
Señaló que desafortunadamente el país ha vivido 18 años bajo agresiones económicas, diplomáticas, internacionales y militares, en búsqueda de la desestabilización del Estado y la generación del caos mediante la violencia.
"Especialmente desde el 1° de abril de este año se tomó la decisión en los centros imperiales de derrocar al Gobierno del presidente Nicolás Maduro a cualquier costo", dijo, tras mencionar que sectores organizados se han encargado de fomentar el odio social y la violencia armadas para cumplir con este objetivo.
"Venezuela no vio en tres meses disturbios normales, vimos el enfrentamiento de grupos armados con el fin de desestabilizar y promover una guerra civil en Venezuela", fustigó.
Rechazó que se intente utilizar la elección de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) como argumento para aplicar sanciones imperiales a Venezuela. "No es un invento absolutista de lo que ellos llaman la dictadura de Maduro. La ANC es doctrina liberal democrática esencialmente nacida al calor de los tiempos de la revolución francesa, que luego los pueblos desarrollamos y cultivamos para convertirla en instrumento de profundización revolucionaria y pacífica", dijo.
Jaua explicó que la ANC es una herramienta para transformar el Estado y construir un ordenamiento jurídico que permita la progresividad de los derechos humanos, el respeto de los acuerdos internacionales y de los valores republicanos y culturales.
"Estamos ante un proceso democrático y popular que no puede ser tergiversado y convertido en un supuesto instrumento para ejercer un poder absolutista, sino en un poderoso instrumento para la liberación de nuevas formas democráticas igualitarias entre los venezolanos", sostuvo finalmente.