La pulverización del poder adquisitivo de los docentes es brutal

Zuleika Matamoros: “maestros en Venezuela van a trabajar hasta con los zapatos rotos”

¿Cómo comprar zapatos con salarios que no alcanzan ni para comer?

¿Cómo comprar zapatos con salarios que no alcanzan ni para comer?

Y con estos mismos zapatos muchas veces van a pie a dar clases todos los días

Y con estos mismos zapatos muchas veces van a pie a dar clases todos los días

Los zapatos de maestros de una escuela caraqueña

Los zapatos de maestros de una escuela caraqueña

11 de octubre de 2018.- “Mi papá es zapatero”, fue lo que se le ocurrió decir a un estudiante de un colegio de Caracas cuando se percató que sus maestros estaban fotografiando sus roídos, desgastados y rotos zapatos. A su vez, los maestros y maestras, conversaban sobre la imposibilidad de poder comprar zapatos ante la precarización de sus vidas, sacando las conclusiones del duro golpe que han recibido y que ha pulverizado su poder adquisitivo. “¿Qué compraste con los 700 Soberanos que te depositaron esta semana?” las respuestas de cada uno de ellos mostraban la dura realidad de “trabajar para que el sueldo no alcance ni para comer. Los maestros van a educar a sus estudiantes con los zapatos rotos y en muchos casos mal alimentados”. Así lo hace saber Zuleika Matamoros, maestra de aula, publicadora del portal web Aporrea.org, integrante de la corriente política Marea Socialista y delegada sindical de base.

Matamoros detalla las duras condiciones que sufren maestros y maestras “Trabajar doble turno, elaborar y vender ropa interior, practicar la buhonería itinerante, “rebuscarse” con actividades distintas al ejercicio de su profesión que sea complementaria a su salario para sobrevivir, es la realidad que ha estado ausente en los discursos de Ministros de Educación y de un gobierno para el que parece que la educación es solo un tema propagandístico, de estadísticas y de negocios. La problemática no solo es inherente a las condiciones materiales de existencia del maestro. Las escuelas públicas presentan innumerables problemas: falta de recursos, deterioro de la infraestructura, inexistencia del programa de alimentación escolar en muchas de ellas, prohibición expresa de pedir listas escolares, trabajar “con las uñas”, poco estímulo por parte de la comunidad, descalificación y discriminación a los adversan el gobierno de Maduro. Las escuelas de este país funcionan por el alto grado de compromiso que tienen los y las docentes, quienes muchas veces subsidian su labor con el ingreso de las actividades conexas”.

¿Y el contrato colectivo?

Si algo ha sufrido el magisterio venezolano es la permanente violación a los derechos y beneficios establecidos en las diferentes contrataciones colectivas, manifiesta: “Sin embargo, vale destacar que las convenciones colectivas, además de no haberse cumplido nunca a cabalidad, por lo general se han discutido con mucho retraso, en la mayoría de las ocasiones con años de mora. El magisterio venezolano sufre hoy las consecuencias de haber dejado en manos de burócratas sindicales adaptados a la gestión gubernamental la defensa de sus derechos laborales y la tarea pendiente de organizarse, más allá de esa cúpula”.

Continúa: “La muestra es la depreciación que ha sufrido el salario de los maestros en Venezuela en los últimos años. Por ejemplo, en el año 1997 la paridad del bolívar con respecto al dólar era de Bs. 488,5 por dólar, de tal manera que un maestro que ganaba Bs. 116.688,00 podía adquirir 238,8 dólares; en el año 2000 este mismo maestro, con un dólar a Bs. 679,9, podía adquirir 645,6 dólares con su salario, para el año 2005, con un dólar oficial a Bs. 2.150, se podía adquirir 309 dólares para el año 2018, el maestro, con un dólar oficial a 61Bs (aproximadamente) y uno paralelo en Bs 100, gana aproximadamente entre 25 y 28 dólares mensuales, como promedio, aunada a la incertidumbre que ha significado las “medidas” anunciadas por el Presidente Maduro que desconoce muchas de las cláusulas de la reciente discutida convención colectiva del magisterio venezolano. Para los y las maestras está prohibido de facto disponer de dinero para comprarse un libro, cubrir el monto de los créditos de las asignatura de un postgrado o un curso de actualización, ampliar su mundo con viajes al exterior o asistir a una obra de teatro, alimentar a su familia con lo que devenga por su trabajo, ir a la playa, en fin, cubrir las necesidades más elementales”.

 Urge organizarse

“Desde hace décadas se ha instalado una matriz de opinión en contra de los maestros para satanizar el reclamo de sus mejoras salariales y de condiciones de trabajo. Son acusados de “locheros”, de “flojos”, y de poco comprometidos con su “apostólica misión”. Esta promoción del maestro “sin vocación” es sembrada por las autoridades educativas, que por lo general nunca han pisado un aula de clases como educadores, o, en el mejor de los casos, hace muchas décadas que no lo hacen. Las federaciones y sindicatos de docentes no han estado a la altura de la lucha que se debe dar, pues muchos de ellos son parte ejecutora de las políticas de Estado que hoy apuntan a seguir con la violación de los derechos laborales e, incluso con el derecho consagrado en el Art. 91 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela que indica que los trabajadores debemos ganar como mínimo el valor de la canasta básica”

Zuleika Matamoros culmina diciendo “Es por ello, que desde Marea Socialista estamos haciendo un llamado a organizarnos para juntarnos y dar esta dura batalla que se nos presenta como urgente, es un deber impostergable dar la pelea para que no sigamos siendo sometidos por un gobierno que, evidentemente para llenar sus bolsillos atropella los derechos de los maestros y de los trabajadores en general. Además en la medida que nos organicemos le vamos quitando terreno al autoritarismo…nuestro silencio es funcional a quienes hoy entregan la soberanía a costa de los trabajadores y el pueblo”.

Para contacto puedes escribir a zuleikamatamoros@gmail.com

 



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