Pensión, jubilación y Constitución: ¿garantía de derechos o extinción?

Según la constitución bolivariana, las pensiones y jubilaciones se aprueban y se pagan con cargo al prepuesto nacional, a través del IVSS y de los entes públicos que gestionan los regímenes jubilatorios. Ahora bien, la diversidad de sistemas pensionales venezolanos se sostiene fundamentalmente por la actividad petrolera. Ello en la práctica sujeta la definición del monto y pago de las pensiones, a la disponibilidad de recursos. Mientras que esto último, está anclado a la cotización internacional del petróleo, la venta de sus derivados en mercados nacionales o externos, y a la gestión final de este dinero por los entes pagadores involucrados. Toda esta situación, unida a la caída del poder adquisitivo del bolívar ha precarizado el ingreso, convirtiendo a la población pensionada y jubilada de Venezuela en un triste ejemplo de vejez empobrecida, hambrienta, sin acceso a medicamentos ni salud, que muere exterminada.

Ante esta creciente problemática y como anualmente se efectúa, una, dos o más veces, desde hace más de 20 años, una exitosa concentración de personas pensionadas y jubiladas en Venezuela, se reunió el pasado 9 de marzo de 2022, tanto en Caracas como en las principales ciudades venezolanas. Como es público y notorio, en esta fecha la actividad se efectuó con el objeto de entregar un documento a las autoridades del IVSS, por una nutrida representación de la población pensionada y jubilada de Venezuela, dentro y fuera del territorio nacional, como preámbulo para agotar la vía administrativa y recurrir a la administración de justicia en demanda de una revisión exhaustiva sobre la aplicación de los artículos 80 y 91 de la CRBV, que establecen un parámetro mínimo para la definición del monto de la pensión y por otro lado, el objeto a satisfacer con esa pensión, que no es otro sino el acceso al derecho humano a una vida digna.

 

CUADRO COMPARATIVO ENTRE EL SALARIO MÍNIMO Y LAS PENSIONES EN LA REGIÓN

Marzo 2022

PAÍSES

PENSIÓN ($)

SALARIO MÍNIMO

BOLIVIA

231

313,47

BRASIL

280

212,73

CHILE

207

411,00

ECUADOR

188

425,00

PERU

127

233,00

MEXICO

125

256,00

PARAGUAY

117

336,07

URUGUAY

380

502,85

COLOMBIA

256

244,64

VENEZUELA

1,5

1,5

Fuente: Comité de Defensa de los Derechos Humanos de los pensionados, jubilados y adultos mayores www.ciapinvestigaciones.com

 

Antes de la concentración y como un homenaje a las innumerables mujeres pensionadas y jubiladas que han luchado en Venezuela y el mundo por los derechos humanos, el día 8 de marzo se llevó a cabo un seminario internacional que reunió un panel de expertos, convocados por el Centro de Investigaciones y Análisis Prospectivo (CIAP) adscrito a la Comisión de Estudios de Posgrados, Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Central de Venezuela.

Con participación de la directora académica del CIAP, Profa. UCV Yudi Chaudary y la coordinación del Doctor Absalón Méndez, Director del postgrado de Seguridad Social de la UCV y corredactor de la Ley Orgánica de Seguridad Social y la reforma a la Ley del Seguro Social, ambas vigentes, disertaron el presidente de la Federación de Asociaciones de Pensionados y Jubilados en residentes en España, Dr. Juan Ramón Molina, entre otros temas sobre el convenio bilateral suscrito en materia de seguridad social entre el Reino de España y Venezuela. Por su parte, el Coordinador Nacional del Comité de Defensa de los Derechos Humanos de los pensionados y jubilados del IVSS, Adultos Mayores y Personas Discapacitadas, Prof. Edgar Silva, efectuó un recuento histórico acerca de las luchas que conllevaron a plasmar contenidos asociados a las reivindicaciones del sector, tanto en el artículo 80 de la constitución vigente, como en las políticas públicas que se han diseñado con miras a satisfacer necesidades de esta sensible población, pero que lamentablemente no ha tocado de forma estructural los orígenes y las causas de la exclusión social que padece. Así mismo informó acerca de las acciones a seguir para materializar el reconocimiento de las deudas que desde 2015 se tiene con un importante número de pensionados del IVSS residentes en el exterior del país y a quienes Venezuela les mantiene sometidos en la peor situación de hambre, pues no les paga ni les permite acceder al disfrute de su derecho a la pensión, ganado con más de 25 años, 30 o 35 años de labor.

La base contributiva del trabajador y del ente empleador, que debería constituir la esencia de un estado de bienestar que busca satisfacer al ser humano y lograr su felicidad, junto con el aporte de los impuestos, para facilitar la búsqueda de una equidad en la distribución social de la riqueza, lamentablemente no es el punto de partida en el caso venezolano. En nuestro país, contradiciendo las prácticas de los fundadores de la seguridad social y de algunos países de la región que exhiben algún éxito en la preservación de la capacidad adquisitiva de su moneda, la base de cotización más bien no importa, al contrario, se desecha, contribuyendo a distorsionar el espíritu, propósito y razón de la pensión y de la jubilación. De hecho, hace más de una década, la pensión y la jubilación se anclaron, indebidamente, al salario mínimo nacional, cuando en realidad este es simplemente un parámetro mínimo a partir del cual debe, en todo caso, trazarse una escala pensional acorde a la persona, su contribución, tiempo de servicio o labor, riesgo y sector laboral, entre otros factores, respectando el principio de solidaridad intergeneracional.

En los años de la constituyente de 1999, la labor legislativa contó con mucha participación popular. De hecho, la sanción de las leyes sobre la seguridad social fue permeada de forma cercana por la presión social y pudiera afirmarse la construcción de una institucionalidad más ágil en materia de seguridad social, fue bautizada por el pueblo en las calles, marcha tras marcha, vigilia tras vigilia. Viacrucis tras viacrucis. Por ello tal vez pocas personas ignoran que el impulso fundamental para el triunfo de Chávez en 1998, fue la lucha popular. Y en ese autobús también montaste tú, yo, trabajadores y trabajadoras de todas partes. El movimiento estudiantil universitario y liceísta, la población campesina e indígena en lucha por la restitución de sus tierras y respeto a su cosmogonía, así como la gente de los barrios que agarró calle cerro abajo, desde 1989 y algunos dicen que desde un poco más atrás, y no soltaron la pelea en estos años. Tampoco ahora la sueltan.



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Esperanza Hermida Moreno

Militante de la Corriente Clasista Unitaria Revolucionaria y Autónoma (C-CURA). Cofundadora y expresidenta del Sindicato de Trabajadores Tribunalicios (Venezuela). Con trayectoria sindical latinoamericana en la CLAT y CSA. Defensora de Derechos Humanos.

 esperanzahermida@gmail.com      @espehermida

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