El diputado Farías demuele nuestras esperanzas. El salario no es un tema menor ni asunto sólo de asalariados

Recibimos la nueva asamblea con esperanzas porque, aunque con controversias, ya teníamos la ley antibloqueo que, trabajada por la asamblea, comenzaría a sanear nuestra economía, incluído el tema de los salarios. Más o menos esto se nos había dicho. Además, no obstante no haber podido escoger a quienes fueron nuestros candidatos y candidatas, nos encontramos con algunas muy gratas opciones que nos plenaron de mayores expectativas favorables. Pero, pronto, a escasos días de su instalación, declaraciones y actitudes de algunos de los nuestros comenzaron a demoler nuestro sueño de transitar mejores caminos.

¿Qué nos había esperanzado?

Entre varias otras presencias, nos esperanzó la del diputado Tony Boza, porque desde hace algún tiempo nos viene explicando junto a su compañero Juan Carlos Valdés la propuesta de la TMM (Teoría Monetaria Moderna) por el programa que ambos conducen por VTV, teoría que puesta en práctica podría recuperar un poco de normalidad para nuestra golpeada economía.

Varios elementos sumaron para esta esperanza: primero, que no son ellos solos sino que forman parte de un equipo mayor e inquieto que estudia, consulta y debate. En él, y hasta con algunas variantes en sus criterios, estarían: Pasqualina Curcio, José Gregorio Piña, Luis Salas y otros y otras entre economistas, sociólogos/as y de otras profesiones; otro elemento que nos da confianza, es que no nos presentan esta teoría como una gran panacea sino que la señalan contentiva de elementos importantes y poco ortodoxos que podrían dar vuelcos a la situación que vivimos, pero que en todo caso ellos invitan a seguir estudiándolos y debatiéndolos para su aplicación.

Además, por el programa nos venían ofreciendo algunas fuentes y documentos que explican más la propuesta, y algo muy importante: referencias exitosas en las que medidas similares ayudaron a estabilizar una economía (Caso Plan Real en Brasil por ejemplo). En You Tube, en los canales de Boza con Valdés y del economista español Eduardo Garzón Espinosa pueden conocerse los elementos de esta teoría que orienta la propuesta.

¿Qué vimos venir luego?

Instalada la asamblea, vino un período de sesiones que se dedicaron a readecuar lo necesario para su funcionamiento ante el nuevo número, mayor, de diputados y diputadas; a organizar las comisiones permanentes y especiales; y a debatir sobre otros temas de importancia, más no el de la urgente necesidad de recuperar el salario de los trabajadores y trabajadoras.

Sólo un diputado pude oír en la primera sesión mencionando la necesidad de que se atienda el tema salarial en una próxima sesión (si hubo otros u otras, perdí la oportunidad de verles). Fue el diputado Figuera del PCV, a quien el presidente de la asamblea respondió que si quería tratar ese tema lo presentara por secretaría como corresponde. Nos preguntamos, que si el diputado Figuera omitió por la razón que sea este paso por secretaría, ¿no había otro diputado o diputada que sí lo hubiera cumplido y así se daba lugar al debate? En definitiva, no sería tanto más importante el quién lo proponga como que el debate en sí, se realice. Pero al parecer el tema no había sido atractivo para nadie más. ¿Habría pesado aquí la advertencia de Diosdado Cabello a diputados y diputadas cuando recién electos/as les dijo sobre no llegar a la asamblea con el tema del salario a menos que se tenga el cómo o con qué?

Siguieron transcurriendo las sesiones y el salario como tal no apareció, hasta que el 4 de febrero el diputado Jorge Rodríguez tras una intervención del diputado Figuera le dijo a éste: "no podría decir que lo estábamos extrañando, pero la verdad que como usted planteó un debate sobre el salario, y después dejó de venir…, estábamos esperándolo…, para hablar de eso" (me abstengo de calificar el tono, aquí https://youtu.be/us9tC4DfkDw en el minuto 04:22, esta parte de su intervención). Nuevamente el desconcierto: ¿tratar el tema económico y salarial depende de este solo diputado? Oyendo el resto de la intervención, un tanto desproporcionada para responder en desacuerdo a un pedido de rectificación, resulta algo obvio que el asunto va un poco más allá de un simple desgano por discutir el salario, pero este es otro tema (aunque no deja de relacionarse con la economía en general).

Podríamos obviar todo esto, y hasta la demora, y confiar en que Tony Boza en algún momento podrá presentar su propuesta, la que satisfaga ese "cómo", o "con qué", que pidió Diosdado. Pero esto sería así si no tuviéramos como antecedentes las conocidas descalificaciones públicas que con distintos tonos y en oportunidades diferentes el diputado Jesús Faría, presidente de la comisión de economía, ha hecho sobre el conjunto de estos proponentes, o sobre algunos de ellos en particular. Está el caso bastante difundido de sus reacción contra Pasqualina Curcio por su artículo "Los Salarios: en la Empresa Privada y en la Administración Pública" en el que la economista había realizado algunos señalamientos en desacuerdo con algunos aspectos de la política económica y sugerido mecanismos para aliviar la situación salarial. Términos como "disparate, manipulación, engaño, izquierdista, intentar torcer la realidad, naufraga en el fraude, lamentable, deplorable, delirios" no hacen más que descalificar la postura u opinión del otro/otra, y no dan pie para un debate sano y constructivo. Y estas palabras usó el diputado en su artículo "El presidente Maduro y la defensa del salario" para contestar a Curcio.

Más sobre el diputado Faría

No es una fijación con el diputado, se trata de que es una de las caras más visible de la economía, quien más declara tal vez, y viene ligado a cargos afines a ella desde tiempos que nos resultan inmemorables. Transcurrimos con él al frente de distintos cargos, de todo, sobre todo a partir de la profundización de la guerra económica a partir de la despedida física de nuestro comandante Chávez, y lo hemos visto dar toda clase de pronósticos muchas veces no cumplidos además de declaraciones como aquella incomprencible aún, de marzo de 2017, cuando nos aseguró, como si se tratara de una buena y correcta noticia, que el CLAP se calculaba/compraba/traía/o vendía a dólar Dicom, un dólar que cotizaba para ese entonces entre 600 y 700 Bolívares mientras que por convenio cambiario se había establecido que para alimentos y medicinas correspondía el dólar Dipro de 10 Bs (https://www.laiguana.tv/articulos/51066-matriz-caja-clap-mil-dolares-faria/).

Mucho nos preguntamos por esos días que para qúe se usaría esa taza de 10 Bs si no era para comprar los alimentos del CLAP que representan lo más básico y menos suntuoso en cuestión de alimentos. Personalmente me abstuve de cuestionarlo en esa oportunidad esperando una rectificación, y también, para no coincidir en el señalamiento con el diputado Paparoni de la MUD que ya hacía alaraca al respecto. Pero ya está visto que tapar errores no hace más que correr la arruga y dejar profundizar los problemas. Utilizaba también aquí el diputado una comparación muy en boga entre funcionarios de gobierno, en pocas palabras, que el CLAP es baratísimo si lo comparamos con el mercado capitalista. ¿Y si lo comparaba mejor con el salario?

Además, poco después, en mayo del mismo año, el vicepresidente de Economía para ese entonces, Ramón Lobo, ante la instalación de un nuevo sistema cambiario informó que el dólar Dipro se mantenía a tasa de 10 Bs por dólar para la compra del CLAP (https://www.ghm.com.ve/dipro-no-desaparece-ante-instalacion-del-nuevo-dicom/). Insólita aclaración siendo que Farías había relacionado el CLAP al Dicom dos meses antes. Nos costó bastante a los y las chavistas dar la cara a vecinos opositores ante esta incongruencia por lo menos, turbia.

Más acá, a inicios de este marzo, en el programa "Al Aire" que transmite VTV, el diputado Faría, interrogado sobre el tema de la indexación salarial siguiendo la inflación de precios que algunos proponen, expresó: "¿Sabes lo que han dicho algunos? Que el estado debe inyectar dinero, así, como de la nada, sacado de debajo de la manga, dinero del que llaman inorgánico, ´No, que se inyecte dinero en la economía´. Eso no puede ser algo arbitrario, ´ah no, que yo quiero que haya más dinero en la economía´. Tú inundas con dinero la economía, cualquiera sabe eso, por supuesto que se desbordan los precios, se desborda la tasa de cambio. Si hoy decidimos nosotros ´Vamos a inyectar, inyectarle no sé cuántos miles y millones de Bolívares a la economía´, ¿qué ocurrirá? ¿A dónde va ese dinero? Ese dinero va a comprar bienes y servicios, ¿qué pasa con esos bienes y servicios? Aumentan de precio. ¿Qué ocurrirá con la tasa de cambio? La tasa de cambio aumenta también porque la gente va a comprar dólares. Se desarticula toda la economía y todo lo que yo obtuve en un día, lo voy a perder y voy a retroceder al día siguiente, así que aquí no hay formas como engañar ni hacer trampas a la economía; la economía es una ciencia que se fundamenta en realidades, no la puedo evadir" (desde minuto 17 en http://youtu.be/VedL1b9dEgs). Minutos antes, a partir del 13:45, ya había descalificado a todos los que proponen, como Boza, la indexación salarial, tratándolos de ignorantes en materia económica: "desconocen absolutamente cómo funciona la economía" fueron sus palabras exactas. No hay diferencia.

Estas declaraciones del diputado Faría demuestran desconexión e insensibilidad hacia lo que vivimos el pueblo llano. Nos dice que no se puede inyectar más dinero a la economía porque nosotros/as saldríamos a comprar más bienes y servicios, y estos así aumentarían de precio. Pregunto, ¿no están aumentando todos los días y desde hace mucho tiempo ya? ¿Piensa de todos modos seguir sosteniendo esta teoría? ¿Está mal para el diputado que podamos dejar de andar con los zapatos rotos o reparemos el techo que se llueve? ¿Qué gente va a comprar dólares? Le cuento al diputado que la propuesta de estos economistas busca recuperar poco a poco el salario dándole en un inicio un valor que permita al trabajador y trabajadora recuperar en algo el valor adquisitivo (porque el de ahora es nulo, sólo alcanza para un producto no muy costoso). Este trabajador o trabajadora no está pidiendo aumento para vacacionar o salir a comprar estrenos en diciembre, lo que quiere es comer un poco mejor, no va a salir a comprar dólares, los que presionan el mercado cambiario son sus amigos empresarios capitalistas, o burgueses revolucionarios, como prefiera llamarlos.

También nos habla el diputado de la importancia de no cargar con demasiados impuestos al empresariado para que tenga recursos para producir más. ¿Está seguro de acuerdo a la experiencia de que todos van a invertir su ahorro en más producción y que no lo van a fugar? ¿Ya hay los controles suficientes para evitar otra fuga como la de cadivi sobre todo cuando ya no hay control cambiario? ¿Qué tiempo les llevará a los empresarios lograr los excedentes que por fin rebozarán sus arcas para caer sobre el pueblo más necesitado? Porque todo pinta a que el diputado Faría apuesta a la Teoría del Derrame: atender primero el bolsillo de los más pudientes.

Llama la atención que el diputado Faría pareciera haber abandonado el discurso (real) del ataque a la moneda y de la manipulación cambiaria, ¿Será que ya no cree en él? Pregunto porque sólo le he oído hablar sobre que el dólar sube porque no hay producción petrolera, que es la principal fuente de divisas, y que entonces para controlar su precio debe elevarse la producción para que ingrese mayor cantidad de dólares y así equilibrar el mercado de divisas.

¿Qué vemos a futuro?

Vemos demasiada tranquilidad ante el tema del desfasaje entre el salario y el aumento descontrolado de los precios en bienes y servicios. Y vemos desconexión e insensibilidad. Se repite demasiado entre funcionarios de gobierno el cálculo de un "salario social" que incluye gratuidad de servicios, cupo de gasolina subsidiada, Clap con alimentos también subsidiados, bonos, salud y educación gratuita. Pueda que resulte cierto este salario para la ciudad de Caracas y otras grandes capitales, pero demuestran estas declaraciones cierta desconexión con la realidad que se vive al interior del país. Son tema largo para evaluar en este momento los componentes que se señalan dentro de este salario social, pero revisar nomás con qué precios y frecuencia llegan al interior del país el gas y el CLAP, pueden dar una idea de lo errado del cálculo. Y más aún si se revisa cuántos vehículos logran siquiera llegar a cargar la mitad del cupo asignado para gasolina. O cómo no son gratuitos los servicios de luz por ejemplo, para quienes viviendo en comunidades rurales aisladas debemos costearnos las reparaciones además de seguir sufriendo cortes del servicio nunca avisados, y a veces por largos días, que ponen en peligro la conservación de los muchos o pocos alimentos que se tienen para el momento. Aunque el servicio ha mejorado notablemente frente al calvario que vivimos tiempo atrás, los cortes imprevistos continúan casi a diario.

Queda pendiente además la evaluación social de las consecuencias de que millones de trabajadores y trabajadoras del sector público (unos 7 millones según Boza y Valdés, sumados los pensionados; 13 millones según Faría, peor aún) sean expulsados a resolver su economía como puedan en el sector informal porque su ingreso salarial se ha vuelto insignificante, con el agravante de que se les atraviesa este tiempo de pandemia; es un asunto bastante comentado las consecuencias que la cuarentena está trayendo y traerá sobre la vida de los sectores de la economía informal o popular a nivel mundial.

Además, aunque la mayoría de trabajadores y trabajadoras son gente honesta, siempre existen quienes viéndose sin recursos se deciden a hacerlos a costa del otro/a, y así, delinquen. Bastan los ejemplos de muerte causada por denuncias de corrupción, como el caso en el que un técnico de la CANTV murió por el ataque vengativo por parte del vigilante a quien el técnico había señalado por mal uso de recursos. O el de los empresarios del gas, padre e hijo, que dieron muerte al encargado de la planta de llenado porque les abortaba un negocio corrupto que tenían con las bombonas. Más acá, el reciente caso del gerente nacional del gas comunal y su red de corrupción. Aún estamos inmersos entre valores capitalistas y ésta es una realidad. Y las condiciones económicas especiales que vivimos producto de errores propios repotenciados por el ataque imperial, no hacen más que exacerbar casos así, y por eso es que podemos asegurar que el tema del salario supera al universo del asalariado. Además, está claro que estos efectos violentos están entre los resultados buscados por los imperialistas, por eso no debe darse más demora. Sabemos que las soluciones no pueden ser inmediatas, pero es importante que se comiencen a dar los primeros pasos.

El diputado Jorge Rodríguez decía en entrevista con Wladimir Villegas que él es asalariado, y que por tanto le interesaba que se aumentara el salario, pero que había otros y otras que reclamaban y nunca habian trabajado. Bueno, no soy asalariada pero no me siento aludida porque trabajé y seguiré trabajando toda mi vida; pero asalariada es la maestra de mi niña, la enfermera que nos asiste en la comunidad, asalariadas son las madres elaboradoras, y asalariados/as son tantas otras personas que en ciertas circunstancias de pequeños pueblos rurales del interior escasamente comunicados, sin internet, sin transporte, no se les hace tan fácil resolverse inventando emprendimientos porque se dificulta la adquisición de insumos y sus productos difícilmente encontrarán mercado.

Por esto abogo a que cesen los ataques entre los de nuestro mismo campo político, y que el diálogo vaya más allá de meras mesas y comisiones, necesitamos diálogo entre los nuestros, y rectificación, mucha rectificación para esto, y que se dejen estas posturas dominantes que no quieren dejar cabida a soluciones nuevas.

La propuesta del diputado Tony Boza

Basada en la creación de una moneda indexada que funcionará como unidad de cuenta, la propuesta contempla la emisión de liquidez monetaria hasta un tope que lo dará la sumatoria de los precios de la totalidad de bienes y servicios que se producen en el país (tamaño de la economía). La moneda ya la tenemos, es el Petro, e inicialmente el salario se establecería en un Petro. Al producirse aumentos en los precios de bienes y servicios, el mismo índice de esta inflación será aplicado al salario manteniendo así su poder adquisitivo (indexación salarial). Los impuestos pasan a cumplir una función distinta que no es la de recaudar para financiar el funcionamiento del Estado, y si éste presenta déficit al fin del ejercico fiscal, no es pecado, simplemente indica que se invirtió más de lo que fue previsto en el presupuesto y se cubrirá con la emisión de mayor liquidez. Esto visto aquí tan breve, lo explica com mucho más detalle el diputado Boza en un documento titulado "Indexar salarios" que se encuentra en la web: https://ensartaos.com.ve/venezuela-indexar-los-salarios/. Ya más arriba está la mención de dos canales de you tube.

No puedo asegurar que el diputado Boza con su equipo estén en lo cierto pero es lo que hay para hacer de distinto. Recordemos que llevamos años ya con la aplicación de medidas que no han dado resultados frente a los problemas económicos, así que ¿no será hora de probar con medidas más audaces? ¿O vamos a seguir haciendo lo que digan los mismos que no han logrado solucionar nada? Comencemos por debatir estas nuevas ideas al menos; a esto hacen ellos un llamado permanente, pues no se creen dueños de una verdad absoluta, siempre lo aclaran. Esperamos entonces que se depongan actitudes intransigentes de quienes no sabemos por qué, incluso fracasando, tienen más poder que otros, y así, se discuta, se analice y se lleguen a acuerdos sobre qué puede ser lo mejor para Venezuela toda. Y si no, esperamos no nos sigan hablando de "Comuna o nada" porque la consigna les sonará vacía. Porque ¿de qué interés por el poder popular podrían seguir hablándonos cuando ni siquiere en la asamblea son capaces de garantizar la participación democrática de los/as diputados/as?

 

bellmart7@yahoo.com



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