Aprovecho una serie de correos electrónicos que me han llegado en estos días, y otros mensajes que me han dado personalmente, la mayoría de jubilados de PDVSA, para dar a conocer algunas preocupaciones que surgen del deterioro en todo sentido de la industria petrolera nacional, especialmente en cuanto a la atención a la salud y bienestar del personal activo, jubilado, sobrevivientes y sus familiares.
El 28/11/2018, contacté con la Asociación de Jubilados de la Industria Petrolera (AJIP), conversé con su presidente y envié misivas a la Gerencia Médica de PDVSA, hasta la fecha anterior a la pandemia, sobre lo antes citado, y no ha habido ningún tipo de respuesta concreta. El sistema de salud de PDVSA está a la deriva, ausente y casi todos (no creo que los altos ejecutivos petroleros les pase) estamos totalmente desprotegidos. Por ejemplo, hace dos semanas atrás contacté por teléfono (de una lista de reciente distribución) a un médico del primer nivel de la Gerencia Médica de PDVSA, para obtener información sobre las clínicas vigentes, laboratorios, atención primaria, urgencias, y la respuesta fue que "PDVSA está en la carraplana, quebrada, y que nada de eso existe". Lo único que nos quedaba era ir a los hospitales, CDI y otros centros hospitalarios públicos, triste situación a que nos enfrentamos después de haber dedicado gran parte de nuestra vida a la industria petrolera nacional, a sabiendas del deterioro en que se encuentra la salud pública. Una clara y manifiesta demostración de la irresponsabilidad en el manejo administrativo y operativo de la que fue una de las primeras empresas del mundo, gracias al esfuerzo y dedicación de muchos de nosotros. … ¡Tanto nadar para morir en la playa!
AJIP señala que somos casi 30.000 jubilados de PDVSA (menos los que han fallecido recién por falta de atención médica). Sin embargo, no se ve ninguna iniciativa, que se sepa, para buscar resolver este caos. Me consta que muchos de esos jubilados están activos, utilizando inteligentemente su capacidad mental para enfrentarse a la dura realidad diaria, y creo firmemente que también si dedicamos un poco de tiempo, con creatividad en la búsqueda de alternativas para paliar la situación crítica que estamos enfrentando, se puede resolver a corto y mediano plazo la misma. Tenemos que hacer algo y no quedarnos en el aparato, con los brazos cruzados, esperando tranquilamente que se presente alguna situación grave que obligue a rogar a Dios y pedir que nos acompañe al más allá.
Sería interesante que se creara un equipo de trabajo multidisciplinario, en cada estado del país, bien coordinado, para iniciar un proyecto que con PDVSA o sin ella, podamos resolver progresivamente esta difícil situación. Es el reto que todos tenemos y creo que poseemos suficiente experiencia y experticia para llevar a cabo lo que sea.
Los que estén interesados por favor anotarse, y comenzar a dar su opinión, inquietudes y preocupaciones, con sus correspondientes propuestas tentativas. Demos un paso al frente y vamos a organizarnos, pues sin salud no hay nada que buscar.
