Conservación con hambre no dura

Los guardaparques y bomberos forestales son los peores pagados del mundo

 

La tala de árboles, la extracción de especies vegetales, la cacería y el ingreso de personas con armas blancas, es frecuente en el Parque de Recreación Francisco Tamayo y la Base Aérea de Barquisimeto, destruyendo los últimos bosques xerofíticos que quedan en la ciudad.
Credito: Héctor Guarecuco

La tala de árboles, la extracción de especies vegetales, la cacería y el ingreso de personas con armas blancas, es frecuente en el Parque de Recreación Francisco Tamayo y la Base Aérea de Barquisimeto, destruyendo los últimos bosques xerofíticos que quedan en la ciudad.

Amor con hambre no dura, dice un famosísimo refrán de nuestro país, haciendo alusión a aquellas parejas, donde no se logran satisfacer las necesidades elementales, terminaran separadas, independientemente del amor, la pasión y el fervor inicial que se tenían. Si no se satisfacen las necesidades básicas, la pareja, el noviazgo, el matrimonio, las organizaciones, las instituciones, las sociedades se anarquizaran y se disolverán.

En el caso del trabajo de Guardaparques y Bomberos Forestales, muchos de los funcionarios tienen una gran vocación de servicio y desde niños han estado vinculados a la naturaleza; bien sea, porque su crianza transcurrió en el campo o porque estuvieron furentemente en contacto con la naturaleza, otros participaron en organizaciones conservacionistas o tuvieron docentes que supieron sembrar el amor y respeto por la vida en sus estudiantes o vienen de familias con orientación ambientalista.

A diario se realizan decomisos de leña y armas blancas, luego los infractores amenazan a los Guardaparques
Credito: Héctor Guarecuco


La mayoría de estos agentes de campo se refieren a su labor como el mejor trabajo del mundo; pero con el peor pago. Muchos deben lidiar y enfrentar adicionalmente a sus parejas y familias, pues no logran satisfacer estas necesidades y deben complementar al ingreso familiar realizando múltiples oficios y actividades.

Trabajos de 24 horas continuas, pernocta de varios días en lugares aislados alejados de sus seres queridos. Además, deben enfrentar solos a gente armada, invasores, cazadores, taladores, traficantes, individuos con antecedentes penales o prófugos de la justicia que se esconden en las comunidades que circundan a los parques. El oficio diario se complementa con las constantes amenazas e insultos de los infractores ambientales y hasta de los visitantes de los parques.

Una de sus principales labores, es el combate de incendios forestales. En el caso de Venezuela, se realiza sin equipos de protección personal, ni herramientas (algunas veces con hojas de palma y/o palas) somos testigos de esto en los parques ubicados en las regiones. Adicionalmente, deben acompañar a investigadores o realizar investigaciones propias, atender al público, llevar estadísticas, hacer informes. Estas y otras tareas forman parte de la labor que realizan Guardaparques y Bomberos Forestales por una paga de un poco más del sueldo mínimo. Esto equivales a menos de 8 dólares mensuales y constituye hoy el salario más bajo que reciben estos funcionarios a nivel mundial. (Una vergüenza mundial podríamos decir).

Incluso los Guardaparques de las naciones más pobres como Haití y varias naciones de África, algunas en guerra civil, ganan sobre los 50 dólares mensuales. Esto dice mucho sobre la política de áreas protegidas que se desarrolla en el país que se precia de tener las reservas certificadas de petróleo más grande del mundo, la quinta reserva de gas natural del mundo, la 2 o 3 reserva de oro más grande del mundo y una gran cantidad de minerales metálicos, no metálicos y tierras raras (coltan, uranio, entre otros).

Por si fuera poco esta vasta y pesimamente administrada riqueza nacional; el Ministerio de Ecosocialismo e Inparques gestionan la mitad del territorio y toda actividad productiva en la nación debe ser autorizada por estos entes. Es decir, autorizan la ocupación del territorio para industrias, instalación de antenas y cableado eléctrico, torres de telecomunicaciones, tuberías de aguas, perforación de pozos, obras hidráulicas, etc. ¿A dónde van las tasas, impuestos, permisos y multas que se cobran? A los parques no es, lo podemos asegurar.

El país está entre las 10 naciones megadiversas del mundo y cuenta con parques que son considerados patrimonio de la humanidad. Entre sus paisajes están nieves perpetuas, desiertos, llanuras, selvas y bosques neblinosos, bosques xerofíticos y manglares, tepuyes, cuevas, cascada, etc. Una amplia red de carreteras, aunque es mal estado la mayoría, se puede ir a cualquier territorio por tierra, extensas vías fluviales y poblaciones asentadas en todo el país. Es decir un potencial ecoturístico desaprovechado.
No hay excusas para que el Sistema Nacional de Parques de Venezuela (SINAP) no genere ingresos suficientes y tampoco hay excusas, para que los Guardaparques, Bomberos y funcionarios de conservación ambiental (obreros y empleados del MINEC, docentes universitarios, investigadores, extensionistas, promotores y otros) ganen los sueldos más bajos del mundo.


Credito: Héctor Guarecuco

Credito: Héctor Guarecuco

Trampas-jaulas, armas blancas y aves son decomisadas en el Parque Francisco Tamayo, el parque urbano de Barquisimeto, que ha sido más afectado en tiempos de cuarentena, crisis económica y escasez de gas y agua. En realidad no es que falte plata, lo que hace falta es voluntad política para manejar adecuadamente uno de los sistemas de parques más complejos y biodiversos del mundo. Están empañados es una estrategia errada para manejar la administración pública nacional, se niegan a generar ingresos y permitir la autogeneración.

A pesar de los discursos a favor del pueblo, que escuchamos de todas las tendencias y factores políticos que hacen vida en la nación, se evidencia en la clase política Venezolana, falta de humanismo y verdadera conciencia, no les interesa resolver de fondo los problemas y parce que a todas los grupos políticos les conviene mantenernos así en este foso. En general inciden en mantener a estos héroes de la conservación viviendo mal, desmotivados, afectando su salud y arriesgando la vida.

Actualmente los Guardaparques y Bomberos de Venezuela, trabajan sin descanso en medio de la cuarentena; pero a diferencia del personal de salud, de los cuerpos de seguridad armados que son tratados con grandes honores y se les ofrecen bonificaciones como es lo justo; los Guardaparques y Bomberos son ignorados y siguen trabajando arriesgando su salud, pues no han sido dotados de guantes, equipos para desinfección e insumos básicos como jabón, cloro, alcohol, equipos primeros auxilios entre otros. Es decir trabajan a riesgo.

Por si fuera, poco los infractores ambientales no han acatado la cuarentena ni un segundo e ingresan a los parques armados y sin tapaboca; por lo que es otro riesgo sanitario adicional que deben correr los agentes de la conservación. Al decomisar jaulas, herramientas (linieros o machetes, hachas, cuchillos, motosierras, escopetas, chopos, fondas) se pueden contaminar con estos objetos y el contacto con los infractores. No cuentan en sus puestos con los insumos y equipos para desinfectar dormitorios, espacios comunes o utensilios de cocina.

Los Guardaparques y Bomberos forestales de Venezuela, los funcionarios del MINEC, los investigadores y docentes universitarios exigen un pago digno cumpliendo lo establecido en el artículo 91 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela:
"Todo trabajador o trabajadora tiene derecho a un salario suficiente que le permita vivir con dignidad y cubrir para sí y su familia las necesidades básicas materiales, sociales e intelectuales. Se garantizará el pago de igual salario por igual trabajo y se fijará la participación que debe corresponder a los trabajadores y trabajadoras en el beneficio de la empresa. El salario es inembargable y se pagará periódica y oportunamente en moneda de curso legal, salvo la excepción de obligación alimentaria, de conformidad con la ley.

El estado garantizará a los trabajadores y trabajadoras del sector público y del privado un salario mínimo vital que será ajustado cada año, tomando como una de las referencias el costo de la canasta básica. La ley establecerá la forma y el procedimiento."

Hacemos nuestro trabajo con pasión y dedicación, exigimos que se cumpla con la constitución. Somos un personal que no ha parado sus labores en cuarentena y nunca se podrá paralizar la protección del Sistema Nacional de Parques de Venezuela.

Mientras termino de escribir esta nota no tengo comida en mi casa al igual que muchos GP y Bomberos, aun debemos esperar varios días para cobrar una quincena de 329.000 BS equivalente hoy a 1.66 dólares y el pago del bono de alimentación de 400.000Bs equivalente a 2.02 dólares, en total el ingreso mensual es de 5,34 dólares y algún beneficio de bono adicional que rondan los 2 dólares. Un agente de áreas protegidas en Venezuela no llega a ganar 10 dólares al mes, si tuviera la suerte de recibir los bonos especiales.
¡Conservación con hambre no dura!



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