¿Cuántos de nosotros hemos recibido un correo, un WhattApp enviado por tu jefe o coordinador, tutor, supervisor, en altas horas de la noche, o un domingo en la mañana?
¿dónde te solicitan un trabajo o información completa que, por supuesto, no tienes a la mano?, ¿las famosas convocatorias a reunión de carácter obligatorio, enviadas a las 12 de la noche, para el día siguiente a primera hora?, y pare uno de contar, son infinitos los casos que podemos enumerar. Nos encontramos ante un proceder que no tiene miramientos a las leyes laborales y mucho menos el respeto a la privacidad y dignidad de los trabajadores y trabajadoras.
Estamos hablando de la salud laboral, pero sobre todo, lo que debemos tener claro es que el mensaje llega en tu tiempo libre, en tus horas no laborables, la cual no tiene razón de ser porque se hace evidente que no tienes tiempo libre para disfrutar y descansar, además, con el agravante de tener que estar de manera permanente conectado al trabajo, más aún, en tu casa también.
Pero lo que es peor, es que a causa de la tecnología se da la discriminación laboral, porque esta implícito la obligación de tener un celular inteligente y que quienes no lo tengan, que se atengan a las consecuencias, de manera que toda persona con un smartphone está ubicable.
Actualmente, la defensa de la jornada laboral pasa por reconocer que es un problema de salud y dignidad, categorías amparadas por la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y sus Leyes Orgánicas, LOPCYMAT y LOTTT, luego el tema central es la integridad biopsicosocial del trabajador y trabajadora, en consecuencia, están en su derecho a desconectarse, a no responder los mensajes de su jefe, rechazar trabajos asignados fuera del horario laboral y de igual manera reclamar dicho proceder a su superior, poner la denuncia en su organización sindical, al delegado de prevención, y de no existir ninguna de esta instancias, pueden acudir a INSAPSEL o a la Defensa Pública. M.R.L
manuelreinaleal@gmail.com