La organización política de la clase trabajadora, impulsada por el anhelo de transformar a la sociedad en una asociación justa de hombres y mujeres, sin relaciones de explotación, es una expresión de la consciencia de clase que alcanza el pueblo en algún momento histórico. Es la manifestación de la evolución ideológica que sufren los sujetos en un proceso de cambio verdaderamente revolucionario, y la demostración más fiel de la capacidad de amar que tiene la especie humana, al transcender las barreras individuales que nos impone el sistema de dominación capitalista, para asumir la lucha por la noble causa de liberar a toda una sociedad.
Una clase trabajadora atrasada ideológicamente, movida por el individualismo, no está en la capacidad de convocar una construcción colectiva para transformar sus condiciones materiales y espirituales de existencia, no es capaz de reconocer las demandas de los nuevos tiempos. En consecuencia, es una masa de hombres y mujeres fácilmente manipulable por intereses más allá de su comprensión. La industria petrolera venezolana ha sido víctima de esta realidad desde su fundación.
En este sentido, el sabotaje petrolero del 2002 marco un quiebre en la forma de organización política de la clase trabajadora, donde la clase trabajadora con una mayor comprensión del momento político e histórico que trascendía, asumió la confrontación ante el asedio de unos títeres de los intereses del imperialismo, logrando la recuperación de las operaciones para el beneficio de todas y todos los venezolanos. Las pérdidas humanas y materiales de esta embestida son incuantificables, pero el saldo político ganado por la organización y articulación de la clase trabajadora, y sus avances hacia la superación de la egoísta ideología capitalista en su seno, no tiene precedentes. La evolución política de amplios sectores de las trabajadoras y trabajadores petroleros representa hoy uno de los más importantes bastiones del pueblo venezolano, en la histórica batalla por defender nuestra soberanía, significando garantía de lucha ante las versiones más acabadas del neocolonialismo imperial.
Hoy, a 10 años de su creación, el Frente de Trabajadoras y Trabajadores Socialistas de Intevep (FTTSI), representa un producto de esta histórica lucha de clases que se ha escenificado en el proceso de dominación de la industria petrolera venezolana. Su nacimiento y construcción política se ha desarrollado en el marco del proceso de cambio que ha vivido nuestro pueblo venezolano con la Revolución Bolivariana, orientada a la construcción del socialismo como sistema social y de gobierno que garantiza la sobrevivencia de la especie, y el desarrollo técnico y político de sus cuadros y militantes, se ha materializado sobre las conquistas económicas y políticas del pueblo y el gobierno revolucionario de Hugo Chávez y en la actualidad de nuestro presidente obrero Nicolás Maduro.
El FTTSI, ha asumido un rol preponderante en la organización de la clase trabajadora de Intevep mediante la generación e impulso a diferentes actividades, publicaciones y luchas, teniendo en la actualidad como eje fundamental la defensa de los objetivos del Plan de la Patria y la confrontación de las políticas de dominación que el imperialismo, sus actores y sus lacayos internos, no han cesado en su interés por imponerlas. De acuerdo con sus estatutos, el FTTSI es una organización política llamada a fortalecer el estamento revolucionario dentro de PDVSA, articulándose y fortaleciendo la unidad política con organizaciones revolucionarias a lo interno y externo de la industria, y generando propuestas concretas para producir cambios profundos en las políticas internas y estructuras de la industria, dándole mayor injerencia a la clase obrera en la transformación de las relaciones sociales de producción.
Así mismo, mantenemos nuestros principios manifestados en la Primera Declaración del FTTSI el 23 de octubre de 2006, ya que las demandas planteadas aún están vigentes, algunas de ellas comprenden: la preservación de viejas normas y estructuras que solo tienden a reproducir valores de la vieja PDVSA; la continua resistencia a la inclusión de la clase trabajadora en la toma de decisiones prevaleciendo la división social del trabajo; la permanencia de personas no alineadas con la defensa de la construcción socialista en puestos de dirección de la empresa; la división de nóminas; la discrecionalidad en el manejo de recursos sin rendir cuentas a la base trabajadora de la organización; la evaluación como instrumento unilateral de valoración de los trabajadores y trabajadoras que se presta para la retaliación y el amiguismo, y no estimula la mejora de los procesos organizacionales; el burocratismo; y la persecución velada o abierta a quienes levantamos las banderas por construir una industria y un Intevep desde una perspectiva de Soberanía Tecnológica para el bienestar del pueblo venezolano todo.
De manera que, al inicio de un segundo decenio colmado de nuevas batallas por afrontar, este Frente de Trabajadoras y Trabajadores Socialistas de PDVSA Intevep, declara su voluntad y compromiso para garantizar la marcha de la Revolución Bolivariana en los espacios de la industria petrolera, evidenciando y combatiendo como pueblo las desviaciones capitalistas internas, y sabiendo que con nuestro accionar junto al de otros colectivos revolucionarios, seguiremos abriendo las alamedas para la transformación necesaria de nuestra PDVSA.
"Esta revolución supone también la formación de un nuevo conjunto de normas, una nueva psicología, nuevas formas de sentir, pensar y de vivir que debe ser específico a la clase trabajadora, que debe ser creado por ella"
Antonio Gramsci