La centralización de la comercialización y ventas en Empresas Básicas desata polémica en Guayana

 

Ante la reciente visita del ministro Ricardo Menéndez a Guayana se hicieron anuncios relevantes sobre el tema industrial que conllevaran a una reingeniería de las empresas del Estado en Guayana que hace énfasis en las unidades de comercialización y ventas, que en lo sucesivo serán dirigidas por la CVG.

La realidad actual responde a un modelo industrial que la misma CVG  impulsó durante la IV República por la lógica del capitalismo dependiente que pretendía rendimiento excedentario a costa de lo que fuese bajo el contexto de la división internacional del trabajo. 

Ricardo Menéndez anunció que las empresas del sector aluminio empezarán a realizar compras colectivas de insumos así como el sector hierro-acero, por lo que se estima reducir los manejos inadecuados entorno a los recursos.

Se impulsa entonces una política común de comercialización, que será dirigida por la CVG, donde se definirán precios, formas de organización de los productos y ventas de las empresas del Estado ubicadas en Guayana.

Existe una posición que afirma con la creación de una unidad de comercialización para las industrias de Guayana, regida por CVG, es la CVG la institución que se fortalece, sin embargo con la creación de una unidad “supra” coordinada por CVG se pone en evidencia que se requiere mayor control de la comercialización, especialmente por las constantes denuncias de irregularidades.

La propuesta es la de sanear estructuralmente el proceso de comercialización y ventas, en un escenario donde no se hace inteligencia de mercados, se improvisa con las relaciones y se sub utilizan entidades creadas para asumir algunas compras, tal es el caso de CVG Internacional.

Si bien el ministro Menéndez explicó que el Estado dirige la nueva visión: “¿Qué significa eso? Los flujos: a quién se vende, cómo se vende, las condiciones de venta, los precios de venta, esos son temas que son del Estado porque de eso depende cómo está la contraprestación de esos procesos de venta”, preocupa que hasta ahora no se hayan tomado correctivos necesarios para superar situaciones difíciles.

Se propone desde diversos sectores hacer pública la lista con los clientes de las empresas básicas, cuánto se les vende a esos clientes y cómo ganaron su  participación en procesos licitatorios; si de verdad se quiere transparencia, de lo contrario el resultado no será la transformación estructural.

La situación de las empresas se puede sintetizar afirmando que existe una especie de crisis organizativa, de conciencia social, tecnológica y de recursos financieros.

Se propone el impulso de las Mesas de Trabajo del Plan Guayana Socialista, como expresión de los avances en la discusión que dejara planteada el presidente Chávez a la clase obrera, de acuerdo a los lineamientos del Plan de la Patria.

Diversificación productiva y desarrollo nacional aguas abajo bajo el concepto de comuna industrial, además del impulso de planes de formación permanente que respondan a los planes de desarrollo de la Nación.

Finalmente impulsar desde Guayana la Planificación centralizada del presupuesto de las empresas básicas como un todo, rompiendo con las relaciones de la lógica mercantil de compra y venta entre empresas del Estado y fortalecer las nuevas corporaciones, tanto del Aluminio como del Hierro que contempla el Ejecutivo Nacional.

Sin estatutos de las nuevas Corporaciones, sin patrones regulatorios y sin controles en la nueva estructura de la CVG para comercialización y ventas de los productos del sector aluminio y del sector hierro acero, el esfuerzo del Estado por sanear las empresas estará destinado al fracaso, de ahí que en la región las opiniones estén encontradas con respecto a este tema.



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