Autoproclamaciones: plan de dualidad del poder con sello Made in USA

Honduras afrontó una nueva crisis institucional provocada por la pugna que se generó por la presidencia del legislativo de esta nación centroamericana, hecho que ha tenido su punto más álgido tras dividirse el Congreso en dos, donde cada uno se reclama como "legítimo".

Este nuevo episodio de la dualidad institucional se da luego de una semana convulsa en esta nación tras la ruptura de un pacto por parte de partidarios de la recién electa presidenta Xiomara Castro, quienes decidieron desconocer el compromiso de entregar la presidencia del parlamento a Luis Redondo, líder político perteneciente a uno de los partidos de colación que llevaron a la exprimera dama al poder, cuyo esposo, Manuel Zelaya fue derrocado mediante un golpe de Estado con el aval de Estados Unidos en julio de 2009.

20 fueron los parlamentarios que, en conjunto con los votos de los congresistas aliados al partido del saliente presidente Juan Orlando Hernández, decidieron descartar los compromisos y juramentar a Jorge Cálix como presidente del legislativo, hecho que fue calificado por la presidenta Castro como una "traición".

Luego de la primera sesión que culminó entre puñetazos y gritos de "traidores", culminó con la elección de Cálix quien, tal como estipula la Constitución hondureña, debía ser ratificado en una segunda sesión que se realizaría el pasado martes 25 de enero.

Este proceso que se caracterizaba por ser un requisito de poca importancia mediática, dado que solo significaba un paso protocolar de la primera elección, se convirtió en el ápice de la crisis institucional debido a que se llevaron a cabo dos juramentaciones; una realizada en la sede parlamentaria donde se eligió a Luis Redondo quien es reconocido por la jefa del Ejecutivo y otra realizada en un club de golf de la capital hondureña donde en una sesión virtual vía Zoom, se autoproclamó Jorge Cálix con apoyo de los partidarios aliados al expresidente Juan Orlando Hernández.

La dualidad institucional ¿receta desestabilizadora gringa?

El 23 de enero de 2019, en Venezuela se suscita un fenómeno desconocido para las democracias occidentales cuando en una plaza del este de Caracas, el entonces diputado Juan Guaidó se autoproclamó como "presidente interino", hecho que fue apoyado inmediatamente por la administración estadounidense de Donald Trump y algunos países de la Unión Europea y así como de Latinoamérica.

Este hecho que marcaba una crisis institucional en la estructura del Estado venezolano, fue advertido por otras naciones como un "peligroso precedente" para las democracias y sus instituciones en la región, alerta que se concretó al convertirse en una práctica que ya se ha ejecutado en algunos países de América Latina y Eurasia, que son visualizados por Washington como "oponentes" a sus intereses.

Venezuela, Bolivia, Bielorrusia y ahora Honduras, son algunos de los países donde el fenómeno de las autoproclamaciones se ha ejecutado con el apoyo de los Estados Unidos, en lo que John Bolton reveló como una estrategia para derrocar "regímenes" que los gobernantes de la nación norteamericana consideran como "peligrosos aliados" de potencias extranjeras como China y Rusia, las cuales son visualizadas por la Casa Blanca como "enemigos".

Guaidó en Venezuela

En Venezuela la autoproclamación de Guaidó y el reconocimiento de más de 60 países, sirvió para avalar el bloqueo de activos de la República en el exterior utilizando como justificación de esta acción, la petición realizada por el autodenominado "presidente interino".

Esto provocó que Venezuela no pudiera acceder a recursos depositados en bancos europeos y estadounidenses, así como la confiscación de empresas como Citgo y Monómeros. Además de esto también sirvió para que se generara un bloqueo financiero y comercial que impide al país el acceso a alimentos, medicinas y productos en el exterior, así como la imposibilidad de comercializar el petróleo, hecho que generó la pérdida del 99% de los ingresos al país.

A este bloqueo y persecución financiera, la figura de Guaidó sirvió para justificar un intento golpe de Estado el 30 de abril de 2019 y una incursión mercenaria el 3 de mayo de 2020, ambos eventos derrotados pese al apoyo público de Estados Unidos.

En la actualidad, el autodenominado "presidente interino" solo cuenta con el apoyo de Estados Unidos y unos pocos aliados que, a diferencia de la Unión Europea que reconoció como un "error" el reconocimiento a Guaidó, siguen apostando por una figura que a todas luces fracasó.

Áñez en Bolivia

Como parte de lo que desde Venezuela calificaron como la "arremetida imperial" contra Gobiernos progresista en el Continente, el 12 de noviembre de 2019, se concreta un golpe de Estado en Bolivia que contó con el aval del Departamento de Estado y la facilitación del secretario general de la Organización de Estados Americanos que, sin pruebas, calificó la reelección de Evo Morales como un fraude.

Fue esa noche que surge la figura de Jeanine Áñez, opositora al Gobierno de Morales que frente a unos pocos legisladores se autoproclamó como presidenta de Bolivia, recibiendo el aval de Estados Unidos, Europa y el alto mando militar boliviano, siendo el jefe de las fuerzas armadas, general William Kaliman quien le coloca la banda presidencial.

El Gobierno de facto de Áñez feneció producto de las elecciones de octubre de 2020 donde los partidarios de Morales con Luis Arce como candidato a la presidencia, vencieron a figuras identificadas con el golpe de Estado y cercanos a la autoproclamada "presidenta interina".

Fenómeno Guaidó traspasa el continente

Svetlana Tijanovskaya es el nombre de la opositora al Gobierno del presidente de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko, que intento ser promovida para aplicar la fórmula de la dualidad institucional en esta nación europea.

"Estamos tratando de convencer a la comunidad mundial de que la opositora Svetlana Tijanovskaya debe ser reconocida a pesar de todo. Posiblemente la situación de Venezuela, cuando se creó la dualidad de poder, se desarrolle en Bielorrusia en un escenario diferente, pero este precedente está sentado", dijo el ex aspirante a la presidencia bielorrusa Valeri Tsepkalo.

Para concretar esta nueva aventura La oposición bielorrusa conformó un consejo de coordinación para pedir el reconocimiento a Tijanovskaya como ganadora de las elecciones presidenciales del 9 de agosto de 2020, aunque la candidata obtuvo solo un 9,9 por ciento de los votos.

Este intento de aplicar el plan Guaidó en Bielorrusia no tuvo el apoyo necesario, dado que la Unión Europea y Estados Unidos solo se limitaron a negar el reconocimiento a Lukashenko e imponer sanciones a la nación, feneciendo sin nacer este sueño de Tijanovskaya y la oposición bielorrusa.

Las tres experiencias del plan de dualidad del poder que promovió la Casa Blanca con Donald Trump a la cabeza, ha estado signada por el fracaso en los países donde se han aplicado tal como lo demuestra la prisión a la que está sometida Jeanine Áñez, el autoexilio de Tijanovskaya y el autoencarcelamiento al que se ha sometido Juan Guaidó, quien solo se limita a emitir declaraciones desde un pequeño espacio situado en una zona residencial del este de Caracas, donde habita a la espera de cuál será su destino, luego de haber atentado contra la Constitución y haber promovido la desestabilización del país, incluso por la vía de las armas.



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