Ecuador tendrá que lidiar con el uribismo para rato. Una vez Uribe impedido de participar en la reelección dos de los seguidores más incondicionales de la para y narco política de la Seguridad Democrática impuesta por Washington, Santos y Arias, ambos de extrema derecha, halcones de EEUU, obstinados corruptos del plan Colombia son socios-cómplices de campaña. Con seguridad Arias será el ministro de gobierno de Santos.
El restablecimiento de las relaciones con Ecuador y Venezuela, entran en la agenda de los presidenciales colombianos a la falta de la toalla de Marulanda, típico ofrecimiento de conservadores y liberales antes de que el líder guerrillero muriera.
El restablecimiento de las relaciones diplomáticas es el argumento de la cual los aspirantes no quieren apartarse. Uribe desea que para el final de su mandato en agosto, las relaciones con Ecuador estén completamente normalizadas, pero sin entregar los discos duros de las computadoras de Reyes ni los videos del bombardeo a Angostura y sin ayudar a los miles de miles de refugiados colombianos en Ecuador que van en aumento, ante la facilidad que el gobierno da para entregar el documento de refugiado a necesitados y oportunistas.
Los 5 aspirantes y los dos precandidatos conservadores son el relleno de Juan Manuel Santos, el hombre de Obama para ocupar Nariño. De estos se aprecian dos grupos: El primero cobijado bajo el partido de la U-Washington, candidatos que, durante el rompimiento con Ecuador adoptaron una postura crítica frente al presidente Correa, lo acusaron de no colaborar con Colombia y acusaron a los países vecinos de no acercarse al plan colombiano. La prepotencia de estos individuos no tiene límites.
El líder de estos individuos es Santos y presidente de la unidad nacional Uribe-Washington, Germán Vargas Lleras Cambio Radical, Andrés Felipe Arias, pichón de narco y paramilitar más conocido como uribito, y el eterno comodín Noemí Sanín, todos ellos alineados en torno a las bases militares, culpando a Ecuador, Venezuela y al mundo de no colaborar con Colombia, siguieron la matriz envenenada de la CIA.
Denunciaron los nexos del gobierno de Correa y Chávez con las FARC, Santos además culpo a estos dos países de esconder jefes guerrilleros en sus territorios y que los perseguiría donde fuera. Esta es una de las principales razones por la que Santos se perfila como el candidato mas opcionado para ocupar la presidencia, además, es el candidato que más rechazo genera en Ecuador y Venezuela por su perfil psicológico de asesino en masa que entusiasma a la CIA. Es la persona que, bajo el pretexto de legítima defensa garantiza la guerra cuando el pentágono lo solicite.
Este es un escenario que Quito y Caracas no pueden descartar con Santos como presidente, pues, la logística de las bases militares ya estará lista y con la frontera de Ecuador asegurada puede acceder a un conflicto con Venezuela, detonante para que la ONU apoye los pedidos de EEUU de guerra con Venezuela en caso de que las sanciones por apoyar al terrorismo con Irán, que se ventilan en Washington no den resultado. No hay que olvidar que, Santos es una persona que siempre defendió la doctrina de George Bush, de ataque preventivo.
En el otro bando están los candidatos que muestran más mesura por no tener ninguna opción presidencial. Gustavo Petro del Polo Democrático, Sergio Fajardo independiente, Rafael Pardo liberal, alineados contra el presidente Chávez cuando este corto el flujo económico a Colombia. Sin embargo, manifiestan que, es necesario retomar las relaciones con Ecuador y el dinero de Venezuela, aun cuando saben que es imposible separarse en estos momentos de EEUU, los recursos gringos son importantes para las fuerzas armadas que sostienen los gobiernos narcos colombianos, y Obama lo sabe.
Ecuador y Venezuela están en la boca de todos los candidatos colombianos.
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