(O de la indigna entrega de un país en agradecimiento a la masacre de su pueblo)

Panamá, la historia de una nación parida para cachifa, en contra de su pueblo

Desde que el territorio panameño, fue arrebatado violentamente de los brazos de la madre neo granadina, en complicidad de una oligarquía que nunca ha tenido más horizonte, visión y estima, que el propio bolsillo depositario de indignidad mercantil, se ha posado sobre su destino el magro espectro del águila calva depredadora. Esa panamá, la que Simón Bolívar designó ser la capital, cuando el continente latino sur caribeño, logre por fin consolidar su independencia política, económica, social y cultural, tiene en este momento en su pecho, el peso de la miseria humana como rectora gubernamental. Cumpliéndose en estos días penosos, la conmemoración de 20 años de haber sido invadida, masacrado su pueblo, utilizados sus barrios humildes como blanco de experimentación de armas de última tecnología para la muerte. En estos penosos momentos, el gesto del gobierno despreciable, es de rogarles de rodillas a sus verdugos del norte, que por favor le instalen bases militares en su territorio, para vejar y mancillar más a la población.

Mentiría si digo que no conocía de una actitud más baja y servil que esa, pero ciertamente es dolorosa y triste cada vez que ocurre. A veces me pregunto si la masería humana y la indignidad es un defecto genético hereditario en las oligarquías. El origen de esa interrogante, es por que es precisamente en este momento histórico, que la oligarquía Colombiana (madre de l oligarquía panameña) ha entregado toda la soberanía de su país a los mismos pervertidos del norte. En ambas circunstancias, el gran perdedor (el pueblo) ni siquiera fue consultado, a pesar de ser los más sacrificados desde todo punto de vista, es hecho a un lado, pese al dolor que lleva a cuesta por culpa de las políticas norteamericanas aplicadas en sus países: persecución, asesinato, inducción a la droga, la prostitución, desplazamientos de sus tierras originarias, impulsados a engrosar los cinturones de miserias en los bordes de las grandes ciudades, desde donde se pelean un puesto de trabajo con sueldo de mísera retribución, en desleal competencia con sus propios hermanos y victimas del mismo enemigo.

Desde el libertador hizo convocatoria del congreso anfictiónico de Panamá, visualizando un mundo en equilibrio y conviviendo en armonía forzada, en ese momento, al no poder los demás centros de poder mundial, imponer cadenas de esclavitud, debido a la fortaleza de sus competidores. Desde ese mismo momento - el imperio pre concebido desde su fundación - hizo lo necesario, para impedir que el sueño unificador del sur latino caribeño se diera ¿La razón? El anhelo expansivo de los depredadores anglosajones, que ya habían exterminado más de 100 millones de los habitantes originarios del norte del continente con la pura intención de apoderarse de sus territorios. Lo mismo hizo con México, Panamá, Cuba, puerto Rico, Filipinas etc. El presente encuentra a una nación panameña, que pese a la honorable presencia y ejemplo de Omar Torrijos, fue penetrada en sus elites de poder, para que entregaran hasta el alma al imperio asesino Sion yanqui. Después que el presidente Torrijo, en una loable hazaña. Lograra arrebatarle al imperio el control del canal (por lo que luego lo asesina la CIA), se sucedieron una serie de hechos, mediante los cuales unos presidentes fueron impuestos, hasta crear las condicione necesarias, con las cuales el imperio asesino Sion yanqui, justificaría la intervención armada y la posterior imposición de títeres que les garantizaran su control permanente del canal interoceánico. Desde Noriega, hasta el actual presidente Martinelli, todos los que han llegado a esa posición, han debido pasar el filtro de la aprobación gringa. Esa aprobación tiene como elemento básico, el sometimiento irrestricto a las órdenes de la casa blanca. Fíjense que son precisamente estas dos figuras parasitarias y traidoras de sus pueblos (Uribe y Martinelli) los primeros que salen a reconocer el gobierno ilegitimo de Honduras, en comparsa de otros personajillos como Arias y García. Toda una gama de indeseables y despreciadores de los pueblos que dicen representar.

Seguro estoy, que el pueblo panameño, ese mismo que masacraron en el Chorrillo, en san miguelito y otras zonas populares

javierdelvallemonagas@gmail.com


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Javier Monagas Maita


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