Feliz Navidad

¿Por qué no feliz toda la vida?

Es un hecho; regresa el 24 y el 31 e diciembre. Desde niño venimos atados a esos días. El 25 nada que ver ni el 1ro tampoco. Son días de resaca. Tiempo de la flojera, de los ojos rojos, de la modorra, de ¿cuánto me quedó en la billetera? De ¡préstame una vaina ahí mi pana!

En realidad nos han estado mintiendo durante siglos, ¿qué carajo? ¿Trabajar un año entero para luego observar como el dinero que ganamos con sudor, sangre y corrupción regresa a las arcas de los “amos del valle?” (Lo de corrupción me lo sugirió el borrachito “Manuelito el de Ibiza). Los niños del cerro, de allá, de donde el sol quema personalmente se preguntan, ¿coye porque ese niño Jesús le trae juguetes a los que viven allá bajo en lo plano que tienen bellas casa, sus padres poseen lujosos carros y sus madres se ven fina y a nosotros que somos pobres no?

Tales fechas son una burla al dolor. La inventaron los comerciantes para esquilmar a los trabajadores. Una muñequita que habla y mea, cuesta un millón, es decir más de un mes de salario de un obrero. Una bicicleta vale más que tres meses de ese salario…pero eso no lo entienden los niños y la televisión los bombardea; “suiche prey el juguete de los niños valientes…”mama prey la muñeca que toda niña debe tener para mostrarla al día siguiente de la Navidad a sus amiguitas más pobres para que éstas sientan dolor y se vayan a llorar en silencio”… La Navidad es un atentado contra esos niños que viven entre cuatro latas pero que sus padres pagan “direteivi” para que ellos vean cien o más canales…

El 1ro de enero la mayoría de los pobres son más pobres: se les fue todo en caña y en juguetitos para sus hijos. En las casas huele a ron, a veneno”friapolar”, a güiski barato, a anís y a ron. Por todas partes hay botellas vacía y en todos los bancos de quienes los fabrican hay arcas repletas. Se comienza el año con más miseria en el barrio; se comienza el año con más riqueza en la mansión del “maestro cervecero”, es una letanía interminable.”Niño chiquitito, niño parrandero…” (¿Por qué parrandero si es “niño chiquitico? La psiquis, la publicidad, el mensaje…

La Navidad engorda de grasa al cuerpo e igualmente engorda otra cosa: la deuda, Se pinta la casa, el rancho, se coloca un arbolito o un nacimiento: nada de eso es genuino de estos pueblos, se los entierraron en el cerebro para que vean que “un hombre murió por ellos”, ¿por qué esperar un año para pintar las paredes? ¿A quién se les da gusto?...pues… ¡al comercio! Que sube los precios, que baja la cartera del infeliz, que saca las lágrimas de los niños y que seduce al dueño de la televisora con sus estúpidos mensajes que “este años es el mejor”…”pan y circo milenario” ¿Quién inventó esa cosa de que “el año se acaba?” ¿El Papa Gregorio? Y ¿por qué él decidió por los demás?

La Navidad es un trauma social. La cabalgata de hombres mujeres y niños buscando por la calles que comprar, es una muestra visible de que Adan Smith era un genio y que Sigmund Freud era otro; la locura es la misma. Nadie sabe a donde va. Es un tropel incesante que recorre la ciudad, atrapando entre sus garras los sueños creados en algunos y el hálito consumista en otros…”cuántos van tras la gloria en este mundo vano…tu oro poco o nada acaricia en tus manos, ni te seduzca el eco de ese tambor lejano”

De todas manera, con esta reflexiones no trato de cambiar nada; son eso; reflexiones. Qua pasen ustedes gentiles amigos de Información Venezolana, de Aporrea, de Anzoátegui Vive y de otros lugares adonde llegan mis precarios escritos, una… ¡Feliz Navidad y un chévere pepiao Año Nuevo!


aenpelota@hotmail.es


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Ángel V. Rivas

Limpiabota, ayudante de pintura, articulista, Productor Nacional Independiente, editor de El Irreverente. Animador del programa Gigantes del Romance, autor del libro Pacto Satánico y poeta en estado de frustración.

 legavicenta@gmail.com      @legavicenta

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