Nicolás, el Che lo dijo muy claro, en el imperialismo no se puede confiar ni un poquito

Partiendo de que el grupo negociador venezolano tiene mucha experiencia y puede no caer en trampas, es bueno recordar que el envío de un representante por parte de Estados Unidos no puede ser visto como un reconocimiento implícito de la legitimidad del gobierno anfitrión.  

Aunque no sabemos cuáles fueron los resultados de la visita de Richard Grenell a Venezuela, creo que aunque ella no implica un reconocimiento oficial de Nicolás Maduro como presidente por parte de Estados Unidos, tuvo ya resultados como la liberación de los terroristas norteamericanos presos por sus delitos en Venezuela. 

Y es que para próximas negociaciones, si se prolongan, las condiciones en que fueron deportados esos delincuentes norteamericanos debe ser la norma para la repatriación de venezolanos y decírselo con claridad a los norteamericanos, recordándoles que Venezuela tiene sus propios programas de repatriación, que por cierto han sido saboteados por los propios estadounidenses.

Porque pareció que esta misión de Grenell se centró en la liberación de ciudadanos estadounidenses detenidos en Venezuela y en abordar temas de deportación de migrantes, aportándole todos estos puntos a la agenda electoral y buena imagen de Trump ante su oprimido pueblo. Sin embargo La Casa Blanca ha aclarado que esta visita no representa un cambio en la postura de Estados Unidos respecto al reconocimiento de Maduro.

Y es que Estados Unidos ha mantenido una postura que llaman crítica hacia Venezuela, Maduro y su gobierno, acusándolos, sin mayores pruebas de violaciones a los derechos humanos y de corrupción. La Casa Blanca reiteró que sigue sin reconocerlo como presidente legítimo de Venezuela, y que esta posición no ha cambiado.

Algunos ven la renovación de la Licencia General número 41 por parte de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) que permite a la empresa petrolera Chevron seguir operando en Venezuela, como incluida en el contexto de la reunión entre Grenell y Maduro. Sin embargo sería como muy temerario atribuir plenamente esta renovación a la citada reunión.  

Es que Estados Unidos vive en un contexto de crisis y de expectativas de grandes cambios mundiales, frente a los que no están preparados y hay la posibilidad de que nunca lo haga, y que se reflejan en estas negociaciones en Venezuela. 

De todas esas situaciones críticas de Estados Unidos, creadas muchas por ellos mismos, una de las más desestructurante es la desconfianza hacia ese país de parte hasta de sus aliados, o de Rusia que inverosímilmente fue engañada en el inicio de la confrontación en Ucrania. Nosotros ya lo hemos vivido aquí, cuando firman documentos con nosotros que luego no cumplen. Así harán con estas negociaciones, tal como dijo el Che, que actúa el imperialismo Estadounidense. 

La otra situación crítica que enfrentan, es que el cambio técnico está generando un consumo de energía actual y esperado de grandes dimensiones, lo que dificulta el que hacer con Venezuela, insistir con María Corina y sus desastrosos, o aceptar la realidad y negociar con Maduro y su equipo de venezolanos. ¿Qué hacer?

 


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Oscar Rodríguez E


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