Binóculo N° 355

China sirvió la mesa

Desde 1933, cuando comienza la reconstrucción de Alemania, ya los discursos de Hitler le daban el indicio a ingleses y franceses que habría guerra de nuevo (no olvidemos que la Primera Guerra Mundial terminó en 1918) Ya en 1936 se sabía que era inevitable, y tres años después estalló con la invasión a Polonia.

La dialéctica nos enseña que las comparaciones son incorrectas. No obstante, Los movimientos que se viene haciendo en el mundo hoy en día, parecen predecir un inevitable enfrentamiento bélico, cuyas consecuencias no podemos predecir ni su envergadura. Pero está claro que las sanciones impuestas por Estados Unidos a China y las de ésta a Estados Unidos, ponen al mundo al borde del precipicio.

La crisis estalló hace casi un mes cuando Donald Trump, entabló una pelea contra China por la super empresa Huawei, la más grande del mundo, cuando comenzó a poner en funcionamiento su avanzada tecnología 5G para telefonía y que en poco tiempo se vería acompañada por su propio sistema operativo, lo que acaba de anunciar. La sanción de Trump vino acompañada por la aplicación de aranceles a unos 200 productos chinos y la orden a otras naciones de que no compraran tecnología 5G so pena de ser sancionados. Lo que ocurrió casi de inmediato con La India, país al que le aplicaron aranceles sumamente agresivos.

Lo que Estados Unidos, mejor dicho, Trump y sus zamuros, no entendieron, es que no tenían ventajas reales para aplicar tales sanciones, por lo que China respondió de la misma manera aplicando aranceles a 250 productos estadounidense, mismo que aplicó también La India. Tal situación venía en paralelo con el enfrentamiento con Irán por el Estrecho de Ormuz y los importantísimos Golfo de México y Golfo de Omán, la crisis con Corea del Norte, además del envío de mil tropas gringas a Arabia Saudita, lo que se complementaría con mil tropas más enviadas a Egipto.

Pero la presión de las trasnacionales estadounidenses y de la burguesía, obligó a Trump a tener un encuentro con el premier chino para establecer algún tipo de acuerdo sobre el tema 5G. Acuerdo que, como era previsible, no duraría mucho.

Después de la crisis 5G de hace dos semanas, la situación fue variando y complejizándose: el posesionamiento de Irán sobre el Estrecho de Ormuz sin que Estados Unidos pueda evitarlo; la declaraciones de Hamas y Hezbollah en torno a Israel; los últimos asesinatos de palestinos por parte de soldados israelíes; la crisis de Siria, junto con el apoyo de Estados Unidos a las guerrillas de derecha islámicas, lo que esencia significa un enfrentamiento por mampuesto con Rusia, país que apoya directamente a Siria, sin olvidar que la principal base militar rusa fuera de su territorio se encuentra en Siria; el envío de tropas gringas a Arabia Saudita y Egipto; la captura de dos tanqueros petroleros ingleses por parte de Irán, el avance misilístico de Corea del norte que es una amenaza real, sin contar que ellos aseguran tener capacidad para llegar con sus misiles a Gringolandia; el emplazamiento de misiles gringos de alcance medio en el sudeste asiático, rechazado por China; la movilización de un portaviones gringo hacia el mar de la China; se complica la situación en Yemen en su enfrentamiento con Arabia Saudita y una larga cadena de etcétera en el plano militar, parecieran movimientos tácticos para el momento de un estallido bélico.

No obstante, todos sabemos que las guerras son consecuencias de las crisis económicas, y el enfrentamiento China-Estados Unidos, pareciera tener servida la mesa.

Efectivamente, con las últimas declaraciones de China, queda en evidencia la desventaja de Estados Unidos y su necesidad de redefinirse en el plano internacional. Ojo, sería un error subestimar su poder, pero está claro que tiene un plomo en el ala y que no tiene forma de curarla. Dos hechos claves en los últimos cuatro días, asestan un duro golpe a la ya debilitada estabilidad de la economía gringa: la aparición del Petroyuan como un instrumento importante del mercado financiero y petrolero; y, la aplicación por parte de China de aranceles a 128 nuevos productos originarios de EEUU, al mismo tiempo que consideran la idea de no comprar más deuda pública estadounidense. Ambos hechos ocurren 24 horas después de lanzamiento del Yuan oro, lo que fortalece aún más la bolsa de Shangai.

Ese muy duro enfrentamiento entre el gigante asiático y el imperio yanqui, tiene con los pelos de punta no solo a la burguesía estadounidense, sino a la comunidad europea, cuyos miembros se encuentran aterrorizados pues se ubican entre la presión de la ahora poderosa Bolsa de Shangai y la amenaza del Big Brother y sus sanciones, aunque ya Alemania, una de las economías más poderosas, acaba de anunciar sus inversiones en la Bolsa de Shangai, sumado a las declaraciones de organismos internacionales que la reconocen.

Es decir, pareciera que cada vez nos acercamos más a la encrucijada cuya salida sería el enfrentamiento. No es un secreto que Estados Unidos es un monstruo herido, pero tampoco es un secreto que es un imperio poderoso y con una gran capacidad de respuesta y un enorme poder industrial. Aunque su crecimiento, industria y tecnología, disminuyeron en los últimos veinte años, producto de su soberbia de sentirse los amos del mundo a quienes todos debían rendir pleitesía. La amenaza de los aranceles y los bloqueos económicos, siempre surtieron efecto, acompañados de los golpes de Estado, tal como ocurre en este momento con el brutal bloqueo económico a mi amado país.

Siempre ha quedado claro que el poder económico debe estar acompañado del poder militar. No es posible tener una industria importante, si no se apoya en los misiles y la diplomacia de los bombarderos. Es la razón por la que China, Rusia y La India, pueden replicarle al Big Brother. Todos tienen poderosos ejércitos, alta tecnología, energía nuclear y capacidad de respuesta. Y Estados Unidos lo sabe. Y, además, todos saben que un enfrentamiento hará inevitable la destrucción del planeta. El problema está en quiénes están dispuestos a ello. Los acontecimientos en la última semana, hacen más preocupantes la realidad y el futuro del mundo.

Caminito de hormigas…

Las injusticias que ocurren en las inspectorías del trabajo, por lo menos las de Carabobo, hacen que la Cuarta República, se vea como un periodo de justicia en favor del trabajador. Jamás se vieron funcionarios más patronales y tarifados por la empresa privada. Pobre Chávez… A ver, alguien puede explicarme cómo es que los Clap le exigen el pago inmediato a la comunidad tanto de la caja como del gas y la retribución se hace meses después. Eso, que yo sepa, es choreo, porque son millones de bolívares depositados en la cuenta de un particular que paga intereses.



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Rafael Rodríguez Olmos

Periodista, analista político, profesor universitario y articulista. Desde hace nueve años mantiene su programa de radio ¿Aquí no es así?, que se transmite en Valencia por Tecnológica 93.7 FM.

 rafaelolmos101@gmail.com      @aureliano2327

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