Hoy hicimos llegar a nuestros camaradas del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), de Argentina, con el que compartimos el espacio de construcción de la Liga Internacional Socialista (Lis-IV Internacional) con partidos de más de 20 países del mundo, una comunicación a propósito de la realización en ese país de una reunión del Grupo de Lima, que abordará el tema de la situación venezolana. Lo hicimos en conocimiento de que el MST, que hace parte del Frente de Izquierda de los Trabajadores como expresión de Unidad de la izquierda en el país suramericano, haría una actividad de protesta por el papel que viene jugando el mencionado grupo de gobiernos, como instrumento intervencionista del imperialismo y de la derecha tradicional que se agrupa alrededor del autoproclamado Guaidó.
Hacemos referencia en el mismo texto, al rol que desempeña, en contrapartida, el Foro de Sao Paulo, que se reunirá esta misma semana en Caracas; que, aunque rechaza las agresiones del imperialismo estadounidense, las sanciones económicas criminales que instrumenta y las acciones golpistas del bando opositor, respalda incondicionalmente al gobierno autoritario de Maduro, para nosotros responsable principal de la crisis que castiga al pueblo trabajador en Venezuela y ejecutor de muy condenables políticas represivas.
En el comunicado decimos lo siguiente:
Marea Socialista, de Venezuela, rechaza el papel intervencionista del Grupo de Lima reunido en Argentina
Marea Socialista , es una organización venezolana que, frente al conflicto actual entre el gobierno autoritario de Nicolás Maduro y el autoproclamado "presidente" de la derecha tradicional, Juan Guaidó, que como telón de fondo tiene el enfrentamiento geopolítico global entre las potencias imperialistas hegemónicas (Estados Unidos y Europa) y los imperialismos emergentes (China y Rusia), se distingue por las consignas: "¡Ni burocracia, ni capital!", "¡Ni Maduro, Ni Guaidó!", y se pronuncia firmemente "¡Contra el intervencionismo imperialista!".
Marea Socialista denuncia y repudia el papel del Grupo de Lima, reunido hoy en Argentina, por ser expresión de los intereses de las burguesías latinoamericanas asociadas al imperialismo estadounidense y europeo, que promueven "salidas" basadas ya sea en variantes intervencionistas, en sanciones económicas que sacrifican y lesionan los derechos humanos del pueblo venezolano o negociaciones de cúpulas que se disputan el poder y los negocios al margen de los intereses de la población y de la nación venezolana.
El Grupo de Lima ha estado entre los promotores de las operaciones golpistas ejecutadas por la oposición burguesa de derecha en Venezuela, a partir del reconocimiento de un gobierno paralelo, no electo por el pueblo venezolano, que pide abiertamente la invasión norteamericana, como lo viene haciendo Guaidó, y que se presta para el ejercicio de la rapiña de los activos venezolanos en el exterior, destinándolos al pago de la deuda corrupta, igual que el gobierno de Maduro. Los operadores de Guaidó han desviado recursos de la mal llamada "ayuda humanitaria", usada como excusa intervencionista contra Venezuela, para convertirlos en botín de su temprana corrupción, como lo ha develado un reciente escándalo desde Colombia.
Pero la otra cara de la moneda es el Foro de Sao Paulo que se reunirá desde el día 25 de julio en Caracas que, si bien proclama la defensa de la independencia latinoamericana frente al intervencionismo imperialista, le brinda apoyo al gobierno autoritario y anti obrero de Nicolás Maduro, que tantos padecimientos causa al pueblo y a la clase trabajadora venezolana, además de ser violador de derechos y altamente represor.
Marea Socialista comparte el rechazo al intervencionismo imperialista en Venezuela, pero deplora que desde una supuesta imagen de "izquierda" se respalde a un gobierno antidemocrático, hambreador y corrupto, que prácticamente ha eliminado el salario y muchos derechos laborales en Venezuela, que es profundamente autoritario, al servicio de una casta burocrática y de una neo burguesía nacida del desfalco a la nación y del extractivismo depredador puesto a beneficio de los imperialismos emergentes chino y ruso, además de los tradicionales.
Son las élites apoyadas por estos bloques las que negocian ahora en Barbados una "salida" que no representa más que otra manera de barajar el reparto del poder político y de los privilegios económicos entre ellas, con sus respectivos padrinos en el marco del capitalismo global.
La realización de eventuales elecciones y de alguna fórmula de gobierno de "transición" como producto de la negociación, no significará otra cosa que poner al pueblo de Venezuela a "elegir" con cuál de los verdugos se queda o con qué combinación de ellos. Porque no habrá tal salida para la clase trabajadora y los sectores populares si no cuentan con fuerzas sociales y políticas propias e independientes, que puedan intervenir en el desarrollo de un nuevo proceso de transformación integral del país, para poder afrontar la catástrofe en que nos han sumido.
Ni burocracia ni capital, ni Maduro ni Guaidó, no al intervencionismo imperialista de cualquier signo, por la reorganización independiente del pueblo trabajador. No al autoritarismo y a la represión, por el restablecimiento de todos los derechos y libertades democráticas.
Por un proceso constituyente genuino y originario, libre y soberano que transforme el país para salir de la crisis en sintonía con el bien común de los trabajadores y el pueblo.
