Mil preguntas y mil respuestas acerca del diferendo Cuba-Estados Unidos

Memorabilia contra cipayos (1944-1952) IV parte



¿Qué confesó a la revista “Common Sense”, en 1935, el mayor general Smedley Darlington Butler, del U.S. Marine Corps?
-El mayor general Butler, el miembro de la Marina más condecorado en la historia de los Estados Unidos, confesó:
“Yo ayudé en 1914 a que México, en especial Tampico, se convirtiera en un lugar seguro para los intereses petroleros. Yo ayudé a hacer de Haití y de Cuba lugares decentes para que los muchachos del National City Bank colectaran sus ganancias. Yo ayudé a la rapiña en media docena de repúblicas centroamericanas, en beneficio de Wall Street. Es larga la lista de fechorías. Yo ayudé a depurar a Nicaragua para la casa bancaria internacional Brown Brothers, en 1909-1912. Yo desbrocé el camino para los intereses azucareros norteamericanos en República Dominicana en 1916. Yo ayudé a convertir a Honduras en un lugar ‘adecuado’ para las compañías fruteras norteamericanas, en 1903. En China, en 1927, ayudé a que la Standard Oil pudiera actuar sin ser molestada… Mirándolo retrospectivamente, creo que pude haberle dado algunas lecciones a Al Capone. Lo más que él pudo hacer fue operar con sus mafiosos en tres distritos de la ciudad. Nosotros, los marines, operamos en tres continentes.”


¿Tuvieron un precio justo las zafras cubanas vendidas a Estados Unidos durante la guerra?
-Tuvieron un precio relativamente alto debido a las circunstancias de la guerra: pérdida de las importaciones provenientes de Java y Filipinas; disminución de la producción en Hawaii, Puerto Rico y el territorio continental, por escasez de mano de obra; ruina de la producción de azúcar de remolacha en Europa; dificultades para el transporte marítimo; etc.; todo lo cual provocó un aumento exponencial de la demanda y una escasez que obligó al racionamiento del producto en Estados Unidos. Sin embargo, no fue un precio justo (2.65 centavos/libra en la zafra de 1944) pues siempre estuvo muy por debajo de la cotización en el mercado internacional que se elevó hasta 8 centavos.
Los Estados Unidos se llevaban, como siempre, la parte del león. La delegación del Instituto Cubano de Estabilización del Azúcar (ICEA) que negociaba las ventas, estaba compuesta solamente por los hacendados y colonos más poderosos, sin representación obrera, y su objetivo era por tanto, lucrar con el incremento del precio sin tener que compartir las ganancias con los trabajadores.
Además, Estados Unidos se negó sistematicamente a negociar un contrato a largo plazo, como deseaba Cuba para la protección de su industria azucarera en la posguerra, de modo que no se repitiese la situación de los años veinte, después de terminada la Primera Guerra Mundial.


¿Por qué se opuso Estados Unidos al sistema de trueques con América Latina?
-Debido a la escasez de azúcar refino en varios países latinoamericanos, comisionados de estos países realizaron gestiones para su adquisición en Cuba. La Commodity Credit Corporation decidió liberar 150 000 toneladas almacenadas en puertos cubanos para la venta a dichos países, pero con la condición de que el precio fuera de 2.65 centavos/libra, o sea, el precio al que los Estados Unidos pagaban el azúcar a Cuba. Esto hacía imposible la venta pues había que devolverle a Estados Unidos esas cantidades de azúcar liberadas con las que se producirían en la siguiente zafra (1945), que ya se negociaban a más de 3 centavos/libra.
Para eludir esta coyunda impuesta por Estados Unidos, se ideó un sistema de trueques, primero con Ecuador, de azúcar a cambio de arroz, y luego con Argentina, de azúcar por sebo para la fabricación de jabones, y con México, de azúcar por frijoles. Aunque la concertación de estos trueques presentó puntos oscuros que abrían la puerta a la especulación y al fraude, todo parece indicar que detrás de los ataques a las negociaciones estaban los intereses norteamericanos y la Embajada de Estados Unidos.
Una resolución de la Comisión Ejecutiva del Partido Socialista Popular (PSP), del 2 de octubre de 1945, expresaba que la propaganda opuesta a los trueques estaba “ inspirada por los intereses imperialistas norteamericanos, quienes pretenden mantener el monopolio del comercio cubano y la completa subordinación de nuetra economía”.
Eduardo Chibás, por su parte, opinaba que la denuncia de los trueques se realizaba “en colaboración con agentes de una nación extranjera que está interesada en desacreditar la política de los trueques”.
A su vez, la revista Bohemia afirmaba en sus páginas que los denunciantes “cobran sueldo por la Embajada de los Estados Unidos”.


¿Qué país puede considerarse padre del terrorismo de estado a nivel mundial?
-Los lanzamientos de bombas atómicas, los días 6 y 9 de agosto de 1945, ordenadas por el presidente Harry S. Truman, sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, donde murieron carbonizadas cientos de miles de personas, en su mayoría ancianos, mujeres y niños, cuyas secuelas de enfermedades provocadas por la radiactividad y malformaciones congénitas hereditarias han durado hasta el día de hoy, convirtieron a Estados Unidos en el padre indiscutido del terrorismo de estado a nivel planetario.


¿Por qué asesinaron al campesino Sabino Pupo?
-Porque Sabino Pupo Millán era un líder de los campesinos que ocupaban las tierras realengas y las donadas por el Marqués de Santa Lucía (Salvador Cisneros Betancourt), codiciadas por las compañías azucareras y por el King Ranch, imperio ganadero de Texas.
Para efectuar los desalojos, el gerente de la Manatí Sugar Company y representante en Cuba de Braga y Czarnikow-Rionda, de Wall Street, Manuel Fernández Rionda, asesinó al líder de los campesinos precaristas.
A pesar del decreto presidencial del 19 de enero de 1945 que prohibía los desalojos, los geófagos impusieron su voluntad mediante el soborno a jueces y autoridades y la violencia contra los campesinos.


¿Intentó Estados Unidos quedarse con las bases aéreas facilitadas por Cuba durante la guerra?
-Nunca fue la intención de Estados Unidos devolver las bases. Los acuerdos de 1942 estipulaban que Estados Unidos devolvería las bases de San Julián y de San Antonio de los Baños, así como las instalaciones en Camagüey, seis meses después de terminada la guerra, pero utilizó todo tipo de presiones, chantajes y subterfugios para no cumplir con sus compromisos. Al fin, el 20 de mayo de 1946, el gobierno de Estados Unidos se vio obligado, por el peso de la opinión pública, a devolver a Cuba lo que a Cuba pertenecía.


¿Por qué necesitaba Estados Unidos las bases aéreas cubanas?
-Porque Estados Unidos había surgido de la Segunda Guerra Mundial como la potencia hegemónica en el mundo capitalista, lo cual determinó un cambio radical en su política exterior. Comenzó la “guerra fría” y, en lo que concierne a la América Latina, Estados Unidos abandonó la política del Buen Vecino y se lanzó a la conquista del dominio total del Continente. Para cumplir este objetivo, eran pilares fundamentales la instalación de gobiernos reaccionarios; la destrucción de las fuerzas progresistas; la subordinación formativa, tecnológica, y de los objetivos de defensa nacional, de los ejércitos de América Latina, a los patrones de las fuerzas armadas de Estados Unidos; y la presencia militar norteamericana en lugares claves del Continente.

¿Cuál fue la posición del gobierno cubano, presidido por Ramón Grau San Martín, con respecto a la devolución de las bases aéreas?
-Los enrevesados propósitos del “Divino Galimatías” no estuvieron ausentes en esta ocasión, pero es justo señalar que la firme posición del gobierno cubano fue uno de los factores determinantes en la devolución de las bases a Cuba.
El 6 de mayo de 1946, el ministro de Estado, Alberto Inocente Alvarez, declaró que “en distintas ocasiones el Gobierno de Norteamérica ha esgrimido determinados argumentos para no cumplir el compromiso de entregar las bases”.
El 10 de marzo, la revista Bohemia reveló que ante la exigencia del gobierno cubano de que Estados Unidos devolviera las bases, los militares norteamericanos habían comenzado a desmantelarlas para dejarlas inservibles.
La opinion pública cubana y latinoamericana se movilizó en apoyo de la devolución de las bases a Cuba. El Partido Socialista Popular (PSP) presentó una moción en el Senado de respaldo al Gobierno y en igual sentido se manifestaron la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) y otros organismos e instituciones.
El 22 de marzo, el secretario de Estado de Estados Unidos, James Byrnes, en carta al secretario de la Marina, afirmó que Grau San Martín había expresado al embajador Henry Norweb que Cuba no cooperaría con Estados Unidos en la utilización de las bases en la posguerra hasta que Estados Unidos devolviera las mismas al Gobierno cubano.
El 1o. de abril, Byrnes comunicó oficialmente al embajador de Cuba en Estados Unidos, Guillermo Belt, su intención de transferir las bases a las autoridades cubanas el 20 de mayo de 1946, lo que fue aceptado por el Gobierno de la Isla.
El embajador Guillermo Belt, quien por su actitud servil, era conocido en Cuba como “Míster William Belt”, se apresuró a declarar que la devolución de las bases era “un triunfo de la política de Buena Vecindad de Estados Unidos”.
¿Quiénes se opusieron a la devolución de las bases aéreas a Cuba?
-Plattistas y cipayos, como siempre. El Diario de la Marina –el que celebró la muerte de Antonio Maceo-, en una declaración firmada por Jorge Mañach, Gastón Baquero y Pepín Rivero, abogó no solo por la no devolución de las bases sino por la subordinación militar total de Cuba a Estados Unidos.


¿Por qué Estados Unidos devolvió las bases aéreas a Cuba?
1.- Porque el gobierno cubano se mantuvo firme exigiendo su devolución.
2.- Porque la posición de Cuba, con el creciente apoyo de la opinión pública nacional e internacional podía, de prolongarse las discrepancias, extenderse como un “mal ejemplo” a otros países donde existían igualmente bases militares norteamericanas.
3.- Porque solo quedaba a Estados Unidos la opción de utilizar la fuerza, y el momento no era oportuno para ello, debido a la política exterior de Estados Unidos y de otras potencias occidentales que condenaban la presencia de tropas soviéticas en Irán.


¿A qué se llamó Diferencial Azucarero?
-En 1946, el Instituto Cubano de Estabilización del Azúcar (ICEA) vendió a la “Commodity Credit Corporation” la zafra correspondiente a ese año, pero se reservó 300 000 toneladas largas para consumo local, 250 000 para colocarlas en el mercado mundial y 20 000 para el programa de rehabilitación y socorro de las Naciones Unidas. El precio básico del azúcar era de 3.675/libra. La diferencia entre ese precio básico y el precio en el mercado mundial para las 250 000 toneladas segregadas por Cuba para la venta libre, constituían el Diferencial Azucarero, el cual beneficiaría principalmente a los obreros azucareros y a los colonos. El Diferencial incluía también las ventas de mieles y de alcohol.
Ese año de 1946, el Diferencial funcionó aceptablemente bien, y se obtuvieron ganancias por $36 000 000, de los cuales $29 000 000 recibieron los obreros y $7 000 000 los colonos y hacendados.
La lucha por el Diferencial Azucarero se convirtió en una de las principales reivindicaciones de los trabajadores frente a las maniobras de los hacendados y de los intereses azucareros norteamericanos.


¿Qué actitud asumió el secretario de Agricultura de Estados Unidos, Clinton P. Anderson, en las negociaciones de la zafra de 1946?
-Una actitud arrogante y prepotente. En una reunion, el 25 de febrero de 1946, amenazó con “descontinuar el suministro a Cuba de harina de trigo, manteca y otras mercancías” si los cubanos rechazaban la oferta estadounidense.
Mediante un decreto, a comienzos de marzo de 1946, Grau San Martín desestimó las pretensiones yanquis y determinó que 250 000 toneladas quedarían para la venta en el mercado mundial, en lugar del límite de 45 000 que exigían los norteamericanos. Esta exigencia se explica en parte por las pingües ganancias que obtenían las compañías norteamericanas mediante la refinación y la reventa de los crudos cubanos.

¿Continuó Estados Unidos sus presiones y amenazas?
-Sí. Una vez que tuvo en su poder la mitad de los productos de la zafra de 1946, Estados Unidos ignoró el “pacto de caballeros” o convenio provisional suscrito entre ambas partes, y planteó nuevas e inaceptables exigencias, con el apoyo de hacendados y grandes colonos, opuestos al decreto presidencial No. 367 del 19 de febrero de 1946, o Decreto del Diferencial Azucarero, que beneficiaba a los trabajadores y al pueblo en general.


¿Fueron solo presiones y amenazas?
No. Frente a nuevas y razonables propuestas cubanas, Estados Unidos mantuvo tercamente su postura arrogante y tomó medidas como la demora injustificada del pago de sesenta millones de galones de miel y la negativa a pagar un anticipo del 90 % del valor del azúcar asignado a los Estados Unidos.


¿Cómo reaccionó el Gobierno cubano ante la agresión económica yanqui?
-El 13 de junio, el Gobierno cubano instruyó al Instituto Cubano de Estabilización del Azúcar (ICEA) la presentación a la Commodity Credit Corporation de un “modus vivendi” provisional hasta la firma del contrato azucarero, con la advertencia de que se interrumpirían los embarques de azúcar a partir del 1o. de julio, si no era aceptado. Esto, desde luego, era mucho más de lo que podía soportar la prepotencia imperial, por lo que, llegada esa fecha (1o. de julio de 1946) se suspendieron los embarques de azúcares y mieles a los Estados Unidos.
El 2 de julio, el secretario Anderson comunicó en Washington al embajador cubano que si el ICEA no revocaba su decisión, no le dejaría otra opción que suspender los alimentos a la Isla y –prosiguiendo con su chantaje- expresó que a Cuba le sería muy difícil vender su azúcar a otros países porque Estados Unidos tenía influencia sobre ellos.
El 3 de Julio, después de una reunión en Palacio en que participó Oscar Seigle, Jefe de la Comisión Negociadora cubana, Grau ordenó reanudar los embarques, sin perjuicio para la posición cubana.
El 8 de Julio, Anderson viajó a La Habana y se entrevistó con el presidente Grau. Al día siguiente se reanudaron las conversaciones en las que participaron como miembros de la delegación cubana Jesús Menéndez y Jacinto Torras. Después de dos días de arduas negociaciones, la parte cubana obtuvo una importante victoria con el logro de un convenio favorable y la aceptación de la Cláusula de Garantía (“Escalator Clause”) y de la Cláusula de Cancelación. La primera establecía una correlación entre los precios de los productos que Cuba adquiría en Estados Unidos y el del azúcar, y la segunda prescribía que durante la vigencia del contrato, no se adoptaría legislación azucarera alguna en Estados Unidos que fuese perjudicial para Cuba.
Gracias a la Cláusula de Garantía, el precio del azúcar aumentó a 4.34 centavos/libra en agosto de 1946 y dio lugar a un Segundo Diferencial, puesto en vigor el 13 de diciembre mediante el Decreto No. 2905.


¿Qué escándalo tuvo lugar en relación con el Trust del Petróleo (Standard, Sinclair y Shell)?
-A cambio de la entrega, como soborno, de $500 000, el Trust del Petróleo fue eximido del pago de $2 000 000 en impuestos. Pero éste fue solo uno de los numerosos fraudes en que participó la Dirección General de Rentas e Impuestos, cuyo Director era Antonio Prío Socarrás.


¿Beneficiaban a Cuba las utilidades producidas por las inversiones de capital extranjero?
-La mayor parte de esas utilidades no permanecía en el país. Sólo en el año de 1947, la fuga de divisas se elevó a $42 984 461.


¿Cuál era el contenido de la Cláusula 202-E?
-Esta cláusula formaba parte de la Ley de Cuotas Azucareras aprobada por el Congreso norteamericano en 1947 y expresaba lo siguiente:
“La Secretaría de Agricultura queda autorizada para revocar unilateralmente la cuota de cualquier país extranjero si se comprueba y notifica por la Secretaría de Estado que tal país niega un trato justo y equitativo a los nacionales de los Estados Unidos, su comercio, navegación e industria.”
La Cláusula 202-E constituía un chantaje económico permanente y una amenaza a la soberanía y a la independencia nacionales.
Esta amenaza de Estados Unidos de aplicar sanciones económicas provocó en Cuba una reacción inmediata y airada en todos los sectores de la población y fue calificada, justamente, como nueva Enmienda Platt. Su efecto fue reavivar el sentimiento antiplattista y antinorteamericano. Para calmar la agitación popular fue publicada una carta del secretario de Estado, George Marshall al presidente Truman, en la cual se enfatizaba que la Cláusula 202-E no se refería a las cuotas básicas ni sustituían el proceso regular de arreglo de diferencias. Estas especificaciones (no comunicadas de manera oficial), no disminuían el carácter injerencista y amenazante de la cláusula.


¿Por qué era perjudicial para Cuba la Ley Azucarera aprobada por el Senado de Estados Unidos el 26 de julio de 1947?
-Porque no solo contenía la Cláusula 202-E, lesiva a la soberanía de Cuba, sino que reducía casi a la mitad la participación cubana en el mercado norteamericano. Cuba se vería obligada a reducir sus zafras azucareras.
Estados Unidos olvidó sus promesas de recompensar a Cuba por su colaboración durante la guerra y, por el contrario, utilizó la Ley Azucarera como castigo por la negativa cubana de firmar un Tratado de Amistad, Comercio y Navegación. En un informe de Ellis Briggs a Spruille Braden, ambos altos funcionarios del Departamento de Estado, se afirma que el propósito de la Cláusula 202-E era “sentar a Cuba en la mesa de negociaciones” para obligarla a la firma del tratado.
La firma de este tratado era impulsada por la “American Chamber of Commerce of Cuba” y poderosas empresas con negocios en la Isla, como la Cuba Company (corporación que poseía ingenios azucareros, tierras y los Ferrocarriles Consolidados). Es de advertir, que las confrontaciones en torno a las negociaciones azucareras no pueden verse en sentido estricto como producto de las contradicciones entre los intereses de Cuba y los de Estados Unidos, pues una gran parte de los centrales y otras propiedades del sector azucarero o relacionado con éste, pertenecía a compañías norteamericanas (“Havana Boys”), por lo que, excepto en las pocas oportunidades en que los obreros azucareros cubanos lograron alzar su voz, estas confrontaciones no fueron otra cosa que peleas entre lobos del mismo pelo.


¿Cómo calificó Eduardo Chibás la Ley Azucarera de Estados Unidos, aprobada el 26 de julio de 1947?
-En la revista Bohemia del 3 de agosto de 1947, Chibás la calificó como “una humillación injusta realizada por una gran potencia contra una nación pequeña, que es amiga y aliada en la guerra y en la paz. La Enmienda Platt era más respetuosa de nuestra soberanía.”


¿Cuál fue la posición de la delegación cubana en la Conferencia de Río de Janeiro?
-“La delegación de Cuba considera que el capítulo que se refiere a las amenazas y actos de agresión será incompleto y carecerá de valor si el mismo no incluye las amenazas y agresiones de carácter económico. La simple notificación que un Estado haga a otro de que aplicará sanciones o medidas coercitivas de carácter económico, financiero o comercial si no accede a sus demandas, deberá ser considerado como acto de agresión.”
La Conferencia, dominada por Estados Unidos, se negó a debatir el tema.
En general, a pesar de esta propuesta, la actuación de la delegación cubana fue tan servil y lacayuna como la de los restantes países latinoamericanos. En esta Conferencia se aprobó el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), firmado el 2 de septiembre de 1947, que minaba la soberanía de los pueblos de América Latina.


¿Operaba la mafia norteamericana en Cuba?
-La prensa norteamericana reveló la presencia en La Habana, desde octubre de 1946, de Lucky Luciano y otros gángsters como Jack Hock, Doc Apples, George Hoffman, David Wise y Victor Miller.
Lucky Luciano, capo del tráfico de drogas, del juego ilícito y de la trata de blancas, había sido liberado de la cárcel y deportado a Italia por el gobierno de Estados Unidos y resurgía ahora en Cuba manejando, desde sus habitaciones en el Hotel Nacional, los salones de juego del Jockey Club y del Casino Nacional, con la protección oficial.
Los arreglos para el traslado de Luciano a La Habana fueron realizados por su socio de fechorías, Meyer Lansky, quien operaba en Cuba desde hacía largo tiempo. Lamsky fue el representante de la mafia en la Isla durante el período de la Ley Seca, coordinando los embarques de ron a Estados Unidos. Derogada esta ley, Lamsky permaneció en Cuba lucrando con otros negocios turbios y a cargo del Gran Casino Nacional a partir de 1937.
Fulgencio Batista recibía anualmente millones de dólares a cambio de permitir estas actividades. Lamsky comunicó a Luciano:
“Podrías operar desde la Isla al igual que lo hacías en los viejos tiempos. Serás bien recibido. Yo lo aseguro. Y no habrá problemas con el gobierno americano, porque yo hice exactamente lo que la Inteligencia Naval me pidió que hiciera en Cuba.”


¿A qué misión de la Inteligencia Naval de Estados Unidos se refería Meyer Lansky?
-Hank Messick, en su libro “Lansky” (N.Y., 1971), afirma que, cumpliendo instrucciones del presidente Franklin Delano Roosevelt, la Inteligencia Naval de Estados Unidos envió a Lansky, en 1944, a reunirse con Batista para advertirle que debía plegarse a las demandas de Estados Unidos de no interferir en las elecciones y entregar la presidencia a su sucesor. A cambio de su cooperación, se le permitiría establecerse en Daytona Beach, cerca del cuartel general de Lansky en la Florida.
(Existen otras versiones).
¿Estaba involucrada la administración de Grau en los negocios de la mafia?
-Meyer Lansky había disfrutado de estrechas relaciones con Batista, para quien depositaba regularmente en bancos de Suiza la parte que le correspondía en los negocios de la mafia. Luego siguió operando sin interferencias durante el gobierno de Grau. Para el traslado de Luciano a Cuba, contó con el apoyo del Ministro del Interior auténtico Alfredo Pequeño y del Jefe de la Policía Secreta, Benito Herrera.
En diciembre de 1946, Lucky Luciano convocó en La Habana a una convención de los jefes mafiosos que operaban en los Estados Unidos. Para la celebración del Consejo reservó cuatro pisos completos del Hotel Nacional. Asistieron, entre muchos otros, Joe Adonis, Albert “the Executioner” Anastasia, Joe “Bananas” Bonanno, Frank Costello, Carlo Gambino, Vito Genovese, Tommy “Three Fingers Brown” Lucchese, Joe “The Fat Man” Magliocco, Willie Moretti, Joe Profaci, Santos Trafficante, y, por supuesto, Meyer Lansky. La fachada fue un “Concierto de Navidad”, con Frank Sinatra como figura estelar.
En la reunión, Luciano explicó su presencia en La Habana: “…Lansky y su amigo Batista se estaban comiendo todo el pastel y yo no pensaba quedarme fuera. Batista ya no está en la Presidencia pero tiene allí a uno de los suyos, un doctor llamado Ramón Grau San Martín; Lansky y Batista lo tienen bien metido en sus bolsillos”. Al decir esto, Luciano no tenía en cuenta, o no conocía, la vieja rivalidad entre ambas figuras, pero tenía razón en cuanto a que las condiciones para el actuar de la mafia eran tan favorables bajo la administración de Grau como lo habían sido en la de Batista.
Lo cierto es que el gobierno Auténtico no accedió a las reiteradas peticiones del gobierno de Estados Unidos para la deportación a Italia del mafioso (lo cual constituía una injerencia en los asuntos internos de Cuba). Solo bajo fuertes presiones de Washington, que amenazó con embargar los despachos de suministros médicos a Cuba, fue internado en Tiscornia y devuelto secretamente a Italia, confirmando con esta conducta la complicidad de Palacio en los negocios turbios del crimen organizado. De acuerdo a las denuncias de Eduardo R. Chibás, los socios cubanos de Lucky Luciano eran el ex-comandante Pablo Suárez, sobrino político del presidente, involucrado en el asesinato del estudiante Hugo Dupotey, y Francisco (Paco) Prío Socarrás, hermano de Carlos Prío.


¿Cuándo se logró que un cubano negro pudiese trabajar como conductor en los tranvías de La Habana, (“ Havana Electric Railway Company”)?
-En 1947, cuarenta y cinco años después de instaurada la República, y no sin grandes, airadas y prolongadas luchas de los trabajadores.


¿Quiénes eran los “G-Men”?
-Agentes de los servicios secretos estadounidenses que, en gran número, socavaban en Cuba la estabilidad del gobierno, conspirando sobre todo con miembros de las fuerzas armadas, con el pretexto del anticomunismo, para crear las condiciones propicias, en caso necesario, a un golpe de estado reaccionario y antidemocrático.


¿Conspiró la American Federation of Labor (AFL) con Eusebio Mujal para destruir a la CTC y a la CTAL?
-A comienzos de 1946, Eusebio Mujal, Francisco Aguirre y Juan Arévalo, dirigentes de la Comisión Obrera Nacional (CON) del autenticismo, se reunieron en Miami con Serafino Romualdi, el “embajador itinerante” para América Latina de la reaccionaria AFL, y mantuvieron contactos con Matthew Woll, vicepresidente de AFL y presidente del “Free Trade Union Committee”. A través de Jay Lovestone, secretario ejecutivo de este Comité, la CON recibió fondos y apoyo técnico de los servicios secretos de Estados Unidos a cambio de que, una vez en control de la dirección de la CTC, se retirarían de la Confederación de Trabajadores de América Latina (CTAL) de Lomberto Toledano, y se afiliarían a la Confederación Interamericana del Trabajo (CIT) controlada por la AFL.
Sin embargo, a pesar del dinero y del apoyo técnico, la CON no pudo obtener mayoría de delegados en 1946 y Grau se vio obligado a posponer el Congreso Nacional de la CTC y a utilizar la fuerza para imponer una CTC apócrifa (CTK).


¿Qué se conoció como “Plan Green”?
-Este plan, que recibió su nombre por William Green, dirigente de la American Federation of Labor (AFL), tenía como objetivo el control de los movimientos sindicales de América Latina y su puesta al servicio de los intereses imperialistas. Con ese fin, en Cuba, y con el apoyo gubernamental, de la Comisión Obrera Nacional (CON) del PRC (A); de la prensa reaccionaria, principalmente del Diario de la Marina; de los empresarios extranjeros con intereses en Cuba, y de la reacción interna, desplazaron, mediante el fraude y la fuerza, a prestigiosos dirigentes comunistas y los reemplazaron con dirigentes corrompidos y elementos gangsteriles.
El V Congreso de la Confederación de Trabajadores de Cuba (CTC), había sido convocada para el 6 de abril de 1947. Con la dignidad y la firmeza que lo caracterizaban, Lázaro Peña rechazó la imposición de la candidatura de Angel Cofiño como candidato “de transacción”, respaldada por el ministro del Trabajo, Francisco Benítez: “No aceptaré fórmulas transaccionales, aunque lo pida el señor Presidente o la Embajada Norteamericana”.
A partir del 3 de abril, se recrudecieron los actos terroristas contra los sindicatos obreros y el Partido Socialista Popular (PSP), lo cual sirvió de pretexto para que el ministro de Gobernación, Alfredo Pequeño, suspendiese el Congreso.
Luego de enormes dificultades, el Congreso tuvo lugar, finalmente, del 4 al 9 de mayo de 1947, el cual adoptó importantes acuerdos y resoluciones que satisfacían los anhelos y reivindicaciones de los trabajadores.
Con el apoyo financiero de José Manuel Alemán (de fondos robados mediante el inciso K) y de los servicios secretos de Estados Unidos; con la protección de los grupos gangsteriles, y con la participación de botelleros y elementos pagados, tuvo lugar, del 6 al 8 de julio, un nuevo congreso obrero. A la organización ilegítima que surgió de este congreso, el pueblo le dio el nombre de CTK, en lugar de CTC, por alusión al inciso K.
A pesar de la concentración gigante de respaldo a la CTC y a Lázaro Peña que tuvo lugar el 8 de agosto de 1947 en el Parque Central de La Habana, el plan para liquidar al movimiento obrero se intensificó y tuvo su culminación con el desalojo de sus locales a la CTC unitaria y con las resoluciones dictadas el 9 de octubre por el ministro Carlos Prío Socarrás, reconociendo como legítima a la CTK.


¿Por qué razones el gobierno de Ramón Grau San Martín puso fuera de la ley a la CTC y legalizó a la CTK?
-Las razones fueron bien explicadas por Lázaro Peña en una entrevista en la revista Bohemia del 19 de octubre de 1947. Entre ellas se destaca la intención de Grau de reelegirse como presidente, para lo cual debía satisfacer al gobierno de Estados Unidos que exigía la destrucción de la Confederación de Trabajadores de Cuba (CTC) y de la Confederación de Trabajadores de América Latina (CTAL), principales obstáculos a su dominio imperialista en el Continente:
“Para tener éxito en sus planes continuistas contra la voluntad del pueblo cubano, el Gobierno necesitaba del visto bueno de la Cancillería norteamericana y parece que pretendió comprarlo con el ataque a la CTC”.


¿Qué provocó el incidente de la Seatrain Lines Inc.?
-La Seatrain Lines Inc. era una compañía naviera para el transporte de mercancías entre los Estados Unidos y Cuba. El servicio fue suspendido a fines de 1946 con el pretexto de un desacuerdo con las regulaciones aduanales cubanas. En realidad, la supresión del servicio no fue otra cosa que una medida más de presión para obligar a Cuba a firmar el tratado “de amistad, comercio y navegación” propuesto por Estados Unidos desde 1939 y que resultaba sumamente lesivo para los intereses cubanos. Una nueva versión del tratado había sido presentada el 27 de enero de 1947 y Estados Unidos esperaba una respuesta.
El tratado de marras era, aparentemente, de beneficio recíproco porque favorecía a las empresas de cada país radicadas en el otro; solo que, mientras las empresas cubanas en Estados Unidos eran muy pocas y pequeñas, las empresas de Estados Unidos en Cuba eran centenares y poderosas.
El 5 de marzo de 1947, el chantaje para forzar la firma quedó vinculado a las negociaciones azucareras cuando el subsecretario de Estado de Estados Unidos, Spruille Braden, citó al embajador cubano, Guillermo Belt, para advertirle que debido a la actuación del Gobierno cubano en relación con la Seatrain Lines Inc., y a su falta de respuesta a las reclamaciones de ciudadanos norteamericanos, seguramente se vería afectada la cuota azucarera de Cuba en el mercado de Estados Unidos. El 3 de abril, en Washington, William Clayton, subsecretario de Estado, fue más explícito, en su conversación con el embajador Belt y con Sergio Clark, ministro de Comunicaciones de Cuba. Si el Departamento de Estado –comunicó Clayton- “estuviera en condiciones de informar al Congreso que se había concluido con Cuba un tratado de comercio, amistad y navegación […] sus esfuerzos en obtener una cuota azucarera más equitativa para Cuba serían inmensurablemente más efectivos”.


¿Qué papel desempeñó Estados Unidos en el fracaso de la expedición de Cayo Confites?
-La expedición para liberar a Santo Domingo del tirano Trujillo, conocida como Expedición de Cayo Confites (cayo de la costa norte, cercano a Nuevitas), en la cual participaban dominicanos y cubanos, abortó por las presiones de Estados Unidos sobre el gobierno de Cuba. La nada transparente actuación del gobierno de Estados Unidos, que primero permitió la venta de aviones, barcos y armas, y luego instruyó al presidente cubano, mediante su embajador en Cuba, Henry Norweb, que debía “aplastar rápida y efectivamente” el complot revolucionario, fue calcada por Grau.
Los exiliados dominicanos se habían concentrado en La Habana y habían creado un Comité Central Revolucionario, con apoyo oficioso. Por la parte cubana, formaban la plana mayor hombres del Movimiento Socialista Revolucionario (MSR). El reclutamiento tenía lugar en la capital y los reclutas eran trasladados hacia Matanzas y Holguín a fin de recibir entrenamiento.
Con la colaboración de los gobiernos de Venezuela y Guatemala, estaban en proceso de adquisición aviones de caza, cazabombarderos, y aviones de transporte; barcazas de desembarco, bazookas y otras armas. Los equipos eran transportados por la Willis Air Service desde New Jersey hasta el campo de aviación de Aerovías Q, anexo a Ciudad Militar (Columbia).
En esta expedición, el joven Fidel Castro, vicepresidente de la FEU en la Escuela de Derecho y presidente del Comité pro Democracia Dominicana, se enroló como soldado. Cuando fue entregada la expedición, se lanzó al agua en la bahía de Nipe y logró eludir el arresto alcanzando a nado las costas de la Isla.
La expedición estaba programada para fines de septiembre de 1947, pero el Departamento de Estado utilizó al Jefe del Ejército, el obeso general Genovevo Pérez Dámera, quien viajaba continuamente a Estados Unidos, para desbaratar el plan. Coincidiendo con los sucesos de Orfila –sangriento combate entre grupos de acción en el reparto de ese nombre- que tuvo lugar el 15 de septiembre, Genovevo regresó de Estados Unidos en un avión de la fuerza aérea norteamericana, ya con instrucciones de desarticular el movimiento. A despecho del presidente Grau, Genovevo dio las órdenes pertinentes a la Marina y al Jefe del Regimiento de Holguín, Epifanio Hernández, para el arresto de todos los expedicionarios.
Posteriormente, Estados Unidos vendió a Trujillo 12 bombarderos B-26 y los hizo aterrizar previamente en Santiago de Cuba, como sutil advertencia al gobierno cubano de que “Chapitas” continuaba siendo su favorito.


¿Cuál fue el regalo de Grau San Martín a las compañías petroleras en septiembre de 1947?
-Mediante un decreto presidencial, firmado en los primeros días de septiembre de 1947, Grau redujo del 10% al 5% el impuesto que pagaban al Estado las compañías extranjeras por la producción nacional de nafta, sin que el Gobierno de la “Cubanidad” se molestase en explicar o justificar las causas de esta arbitraria decisión.


¿En qué consistió el “chivo” de las tarifas eléctricas?
-Mediante resoluciones del Consejo Central de Servicios Públicos y de la Junta Nacional de Economía, el 7 de octubre de 1947, el gobierno de Grau fabricó un nuevo “chivo” con el incremento de un 70% en las tarifas eléctricas.
Eduardo Chibás calificó la decisión como un acto monstruoso en beneficio de la mal llamada Compañía Cubana de Electricidad (CCE) subsidiaria de la Electric Bond & Share, y se preguntó: “¿Hasta dónde va a oprimir y chupar al pueblo cubano este pulpo imperialista?”.


¿Con qué objetivo viajó a La Habana, en octubre de 1947, James H. Marshall, jefe de la División Azucarera del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos?
-Para lograr la eliminación de la Cláusula de Garantía del acuerdo azucarero con Estados Unidos que, como se recordará, establecía una correspondencia entre el precio de venta del azúcar y los precios de compra de los productos estadounidenses; y eliminar el Diferencial Azucarero.
Para ello, Marshall convenció, a espaldas de los trabajadores, a la sacarocracia cubana y a los políticos venales de la administración de Grau San Martín, de que les convenía un precio fijo para el azúcar, ya que pronto cesaría el control de precios en los Estados Unidos y -según él-, bajaría en consecuencia el precio de este producto.
Los magnates azucareros, con el respaldo de Grau, solo contemplaron la ganancia inmediata y no tuvieron en cuenta los intereses a largo plazo de la nación. El nuevo acuerdo entre el ICEA y la Commodity Credit Corporation, fue firmado el 24 de octubre de 1947, y con él desapareció la Cláusula de Garantía y se despojó a los trabajadores del Diferencial Azucarero.


¿Aceptaron los trabajadores azucareros la eliminación de la Cláusula de Garantía?
No. Los trabajadores cubanos, encabezados por la Federación Nacional de Trabajadores Azucareros (FNTA) y de su líder Jesús Menéndez, iniciaron de inmediato la lucha contra el entreguismo gubernamental y la traición de los hacendados. El 24 de octubre de 1947, Menéndez denunció: “Ahora se nos excluye a los trabajadores precisamente para que vayan otros de rodillas a Washington a entregar nuestros derechos y conquistas, anulando las ventajas que por nuestra intervención se lograron”.
La batalla por el pago del diferencial cobró más fuerza con la celebración del VI Congreso de la FNTA, los días 20 y 21 de noviembre de 1947. “Ese diferencial –afirmó Menéndez- habrá que ponérnoslo en la punta de la mocha”.
Jesús Menéndez recorrió todo el país y se generalizó la consigna de no cortar una sola caña si no se les pagaba a los obreros el salario mínimo básico de 1947 y el diferencial.
El 22 de enero de 1948 se produjo el asesinato de Jesús Menéndez en la estación ferroviaria de Manzanillo.


¿Qué propuesta de Cuba en la Conferencia de Bogotá recibió el nombre de “Doctrina Grau”?
-En la IX Conferencia Interamericana, que inició sus sesiones el 30 de marzo de 1948 en Bogotá, la delegación cubana presentó una propuesta de condena a las agresiones económicas.
Para su distribución en la Conferencia, el ministro de Estado, Rafael P. González Muñoz, redactó un documento titulado “Doctrina Grau. Antecedentes, exposición y problemática de la agresión económica”. De acuerdo a la “Doctrina Grau” debía considerarse ilegal toda forma de agresión económica, comercial o financiera.
Pero la Doctrina Grau se limitaba a la formulación teórica de un principio justo. Fue aprobada por la Conferencia después de edulcorarla y de limarle sus asperezas antimperialistas, y recogida en el artículo 16 de la Carta de la Organización de Estados Americanos (OEA) –surgida de la Conferencia de Bogotá- como un enunciado simple sin valor práctico alguno. Prueba de ello es que Estados Unidos lo ha violado durante décadas con el bloqueo económico que ha impuesto a Cuba sin que el Ministerio de Colonias de Estados Unidos (OEA) haya considerado siquiera su posible aplicación.
“Ningún Estado [rezaba el artículo] podrá aplicar o estimular medidas coercitivas de carácter económico y politico para forzar la voluntad soberana de otro Estado y obtener de éste ventajas de cualquier naturaleza”.
Pero… ¿Cómo lograr que el Estado que aplica las medidas coercitivas –siempre el más poderoso- acepte que las impone para obtener ventajas?.


¿Quién era Guillermo Belt?
-Guillermo Belt Ramírez, embajador de Cuba en Estados Unidos durante el gobierno de Grau San Martín fue, en realidad, el embajador de los grandes intereses azucareros.
Nació en La Habana en 1903, hijo de Jorge A. Belt Muñoz, secretario de la Presidencia en el gobierno de Tomás Estrada Palma. Era nieto de John Benjamin Belt y vivía orgulloso de sus antecesores estadounidenses y de que una localidad de Maryland, Beltsville, llevase como nombre el apellido de la familia.
Participó en la lucha contra Machado y en el gobierno de Carlos Manuel de Céspedes fue secretario de Instrucción Pública y Bellas Artes. Conspiró después contra el Gobierno de los Cien Días y tuvo una íntima relación con Benjamín Sumner Welles. Por su participación en el derrocamiento del primer gobierno de Ramón Grau San Martín y su contribución al fracaso de la huelga de marzo de 1935, fue designado alcalde de La Habana por el gobierno Batista-Mendieta.
En marzo de 1938 estuvo involucrado en una conspiración con base en Cojímar, en la que la Embajada norteamericana estuvo acusada también de participar, conocida en el choteo cubano como “la Conspiración de la Cueva de los Camarones”.
Al asumir Grau la presidencia, lo nombró como embajador de Cuba en Washington, aunque el Premier Félix Lancís decía que era más bien el embajador de Washington en La Habana. Fue Chibás el que lo bautizó, muy acertadamente, como “Míster William Belt”.
En la Conferencia Interamericana sobre Problemas de la Guerra y la Paz, más conocida como Conferencia de Chapultepec, que tuvo lugar en México en febrero de 1945, el presidente de la Segunda Comisión, Edward R. Settinius, secretario de Estado de los Estados Unidos, entregó una carta de agradecimiento y colmó de elogios al embajador Belt, vicepresidente de la Comisión, por su respaldo total a las propuestas norteamericanas.
En la Organización de Naciones Unidas, Belt fue el líder de la campaña contra el derecho al veto de las grandes potencias, no por respeto al principio de la igualdad de todas las naciones, sino porque, en la ONU de los primeros años después de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos contaba con una mayoría de países capitalistas y, por tanto, la supresión del derecho al veto solo perjudicaba a la Unión Soviética.
Belt se destacó también como defensor de la dictadura franquista. Cuando el 13 de diciembre de 1946, la Asamblea General de la ONU solicitó a sus países miembros la retirada de España de sus embajadores y ministros, la delegación cubana se abstuvo y Belt declaró que el acuerdo de la ONU era “sacar del bolsillo de Franco la llave del Mediterráneo para entregársela al comunismo internacional”, que era la misma tesis del gobierno fascista español.
Como publicó el semanario Time en 1947, Belt despachaba directamente con Grau San Martín, pasando por encima del Ministro de Estado, y se contemplaba por Washington como el mejor prospecto para ocupar la presidencia de Cuba en 1948, lo que no es de dudar, pues Belt reunía todas las condiciones deseables en el modelo yanqui de un presidente para América Latina. El New York Post Magazine, en su edición del 13 de diciembre de 1946, señaló que era Belt el que determinaba en gran medida la política exterior cubana (“Informed sources say it is Belt who largely determines his country’s foreign policy”).


¿Cómo puede calificarse la actuación de la delegación cubana en la Conferencia de Bogotá?
-La propuesta de condena a las agresiones económicas (Doctrina Grau), al igual que otras presentadas en diversos foros internacionales (sobre derecho de asilo a perseguidos politicos, contra el colonialismo, etc.), tenía el objetivo de cubrir con un barniz progresista al régimen de Grau San Martín en lo que respecta a su política exterior. Pero lo cierto es que la actuación de la delegación cubana en la Conferencia de Bogotá no pudo ser más obediente y sumisa a los dictados de los representantes yanquis. El presidente de la delegación cubana era el embajador Guillermo Belt quien, en su participación en los debates, hizo gala, como nunca antes, de su condición de cipayo.


¿Qué nuevo escándalo tuvo lugar en relación con la compañía Havana Electric Railway?
-En febrero de 1948, la revista Bohemia denunció que se llevaría a cabo un remate judicial de la Havana Electric Railway, administrada por Frank Steinhart Jr., que eliminaría a los accionistas cubanos y españoles, y daría el control total de la compañía a la Electric Bond & Share Corporation. La quiebra, producida artificialmente, permitiría la intervención de los acreedores extranjeros.
En efecto, en mayo de 1948, el Central Hannover Bank and Trust Company presentó una demanda contra la Havana Railway Company, exigiendo el pago de seis millones y medio de pesos. Como la compañía tranviaria no pagó en el tiempo fijado, sus bienes fueron sacados a pública subasta.
En septiembre, representantes del Estado adquirieron las propiedades de la empresa por $6 050 000. El paso siguiente, que desató el escándalo, fue la entrega de los tranvías de La Habana al propio Frank Steinhart Jr., sin subasta ni procedimiento legal alguno. Como resultado, la Electric Bond & Share recibió un regalo de varios millones de pesos y una empresa limpia de deudas y de accionistas, mientras que Grau San Martín y algunos funcionarios del Gobierno, llenaban aún más sus bolsillos en los últimos meses de su mandato.


¿Por qué fue condenado Eduardo R. Chibás a seis meses de prisión en 1948?
-Por acusar, en su programa de radio del 2 de febrero de 1949, a tres magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, de venderse a la Compañía Eléctrica (propiedad de la Electric Bond & Share). Contra un nuevo aumento, autorizado por el gobierno de Carlos Prío, de las tarifas eléctricas, fue presentado un recurso en el Tribunal Supremo. De cinco magistrados, tres de ellos –los acusados por Chibás- votaron a favor del aumento. Chibás fue llevado al Tribunal de Urgencia, condenado, el 27 de abril, a seis meses de prisión, y recluído en el Castillo del Príncipe.
Sin embargo, la indignación popular fue tan grande, que la extraordinaria afluencia de público cada domingo a la prisión, para visitar a Chibás, creaba problemas de orden público, y en todos los pueblos del interior se celebraban mítines a favor del indulto. La presión popular obligó al Gobierno a indultar a Chibás y a rebajar, a su nivel original, las tarifas eléctricas.


¿Qué incidente tuvo lugar entre Cuba y Estados Unidos por causa de la rebelión independentista en Puerto Rico?
-La rebelión, encabezada por Pedro Albizu Campos, fue ahogada en sangre por el gobernador colonial Muñoz Marín. En Cuba, la causa de la independencia de Puerto Rico tuvo siempre una gran simpatía, de modo que el presidente Carlos Prío intercedió con Muñoz Marín por la vida de Albizu Campos, y la Cámara de Representantes nombró una comisión, compuesta por tres de sus miembros, para que se trasladase a Puerto Rico con el fin de interceder por los independentistas presos. Un vocero de Washington calificó la reacción cubana como “un asombroso ejemplo de irresponsabilidad y de falta de madurez política”.
Al llegar a Miami, los miembros de la comisión fueron detenidos y obligados a regresar a La Habana después de ser sometidos a vejaciones y maltratos. La Cámara de Representantes protestó, reafirmó su posición y envió un mensaje de solidaridad al pueblo borícua, pero la Cancillería cubana se lavó las manos alegando que era una comisión de la Cámara, no del Gobierno.


¿Quiénes profanaron la estatua de José Martí?
-Marinos borrachos procedentes de un barco norteamericano fondeado en la bahía de La Habana, en la noche del 11 de marzo de 1949. Los marinos se encaramaron en la estatua del Héroe Nacional de Cuba y orinaron sobre ella. De inmediato se originó una pelea entre los transeúntes indignados y los profanadores. Acudió la policía y fueron conducidos a la Tercera Demarcación.
Un nuevo incidente se produjo cuando un oficial de la Marina de Estados Unidos fue a exigir, en forma arrogante y descompuesta, la libertad de los marinos, por lo que tuvo que ser expulsado por la fuerza del local de la unidad policíaca.
Cuando el pueblo habanero se enteró por la radio de la profanación, acudió masivamente a la Tercera Estación, los ánimos se exaltaron y amenazaron con linchar a los detenidos, pero fueron disueltos por los bomberos mediante chorros de agua y por los agentes de policía.
Al día siguiente, con la publicación en la prensa de las fotos de los marinos profanando la estatua, la indignación por los hechos se propagó a todo lo largo y ancho de Cuba y muchas propiedades norteamericanas fueron apedreadas o incendiadas.
Los ánimos se calmaron cuando el embajador de Estados Unidos, Robert Butler, acompañado de altos oficiales navales norteamericanos, colocó una ofrenda floral en el monumento al Apóstol, pronunció un discurso de desagravio y prometió un castigo ejemplar para los profanadores. Fue la primera vez, en más de un siglo de fechorías, que un representante del gobierno de Estados Unidos se disculpaba ante el pueblo cubano.


¿Por qué ocuparon el Ayuntamiento de La Habana los trabajadores textiles?
-En marzo de 1949, los trabajadores textiles ocuparon durante varios días el Ayuntamiento de La Habana en protesta por la desleal competencia de los productos textiles norteamericanos que entraban en Cuba en grandes cantidades sin que el Gobierno, temeroso de represalias yanquis, tomase medida alguna en defensa de la producción cubana. Estados Unidos, además, ignoraba la cuota de exportación establecida para los productos textiles cubanos. En solidaridad con los textileros, los obreros portuarios paralizaron las operaciones en la bahía y en la Aduana habaneras.
Mediante su acción, los obreros lograron la creación de un Fondo Textil, que se nutriría de un impuesto del 6%, y un sello de identidad acreditativo del origen de los tejidos.


¿Por qué fracasó la expedición de Luperón?
-En junio de 1949, los patriotas dominicanos intentaron de nuevo derrocar a Trujillo, con ayuda de los gobiernos de Cuba, Costa Rica y Guatemala. Parte del fracaso de la expedición se debió a que el mal tiempo obligó a cuatro de los aviones procedentes de Guatemala al aterrizaje en Yucatán, siendo incautados por las autoridades mexicanas.
Sin embargo, como telón de fondo del fracaso, estaba la política de Estados Unidos, ya en plena “guerra fría”, que buscaba asegurar la estabilidad en la región preferiblemente mediante gobiernos dictatoriales fuertemente represivos de los partidos comunistas y, en general, de todos los movimientos revolucionarios de izquierda. Trujillo continuaba siendo el favorito de Washington.
En el transcurso de los dos primeros años del gobierno de Carlos Prío, tuvieron lugar golpes de estado militares en Perú, Venezuela y Haití.


¿Promovía Estados Unidos el desarrollo industrial de Cuba?
-Un documento desclasificado del Departamento de Estado, de los años del autenticismo, reza:
“Desestimularemos siempre que sea posible, la creación o la expansión de industrias en Cuba cuya existencia dependa de cierto grado de protección que afecte al comercio exterior y a los intereses del consumidor cubano”.
Pero, con la entrada libre en Cuba de productos norteamericanos, practicamente ninguna industria podía subsistir sin “cierto grado de protección”. La referencia a “los intereses del consumidor cubano” se inscribe dentro de los límites del más puro cinismo.


¿Por qué los convenios azucareros con Estados Unidos desestimulaban la creación de una industria azucarera integral?
-Porque una cosa era la cuota del azúcar crudo y otra, con mucha mayor restricción, la del azúcar refino y de los subproductos de la caña de azúcar. Además, el monto de las cuotas dependía de lo que Estados Unidos deseaba comprar y a qué precio. El sistema no ofrecía estímulos para la investigación, tanto en la parte industrial como en la parte agrícola, que hubieran permitido la búsqueda de variedades de caña más productivas, innovaciones tecnológicas, y nuevos renglones de exportación. El 60% de la caña de azúcar cultivada, por ejemplo, era una variedad desarrollada en Java en 1920, y la construcción del central más moderno databa de 1925.


¿Qué expresaba Chibás en su carta abierta a Carlos Prío publicada el 31 de Julio de 1949?
-Desde el comienzo de su mandato, Prío inició gestiones en Estados Unidos para la concertación de un empréstito de $200 000 000. Chibás, en carta abierta publicada en la revista Bohemia, le recordó al Presidente: “Usted sabe muy bien que los empréstitos constituyen el instrumento de la penetración imperialista, el arma favorita de la ‘diplomacia del dólar’ para subyugar económicamente a los pueblos de nuestra América”. El 31 de octubre, Chibás encabezó, frente al Capitolio, una manifestación de 40 000 personas, en la que participaron también el PSP y otras fuerzas opositoras. No obstante, Prío mantuvo su propósito de concertar el empréstito.
¿Cuál fue la actuación más lacayuna de Carlos Prío durante su gobierno?
-Tuvo lugar con el comienzo de la Guerra de Corea, a fines de junio de 1950. Sin consultar al Congreso, sin solicitud alguna de la OEA, ni de la Junta Interamericana de Defensa, ni de las Naciones Unidas, ni del gobierno de Estados Unidos, ni, lo que es peor, sin que existiese en el pueblo una opinión favorable a la guerra, Prío anunció que enviaría tropas cubanas a Corea.
Pero este fue solo el comienzo del sainete. A continuación, se crearon tres regimientos fantasmas (existieron solo en el papel), el 10, el 11 y el 12 del Servicio Militar de Emergencia, y los generales Ruperto Cabrera y Quirino Uría viajaron a Estados Unidos donde el primero afirmó que contaba con 162 000 hombres para pelear en Corea, y el segundo alardeó de que iría personalmente al frente de ellos a los campos de batalla. En su afán de parecer más yanqui que los propios yanquis, Prío pagó la publicación de una página completa en el New York Times con su retrato y un mensaje belicoso de apoyo al gobierno de Estados Unidos. Mientras tanto, en Cuba, con la consigna: “No habrá carne de cañón para los imperialistas”, la opinión pública se movilizaba contra la guerra.
Para que no quedasen dudas de su alineación junto al Imperio, el gobierno de Prío ordenó la incautación del periódico Hoy y, posteriormente, la destrucción a mandarriazos de sus talleres.


¿Sirvieron los alardes marciales de Carlos Prío para ocultar negocios turbios?
-Sí. Un millón de dólares fueron destinados para la construcción de dos aeropuertos militares, uno en La Habana y otro en Santiago de Cuba, que nunca fueron construídos. La fabricación de azúcar fue declarada vital para la seguridad nacional pero “el esfuerzo de guerra” sirvió como pantalla de especulaciones que obligaron a Cuba a comprar azúcar en el mercado mundial para poder cumplir con sus compromisos de exportación.
Se inflaron, además, los gastos de defensa, y la “guerra” se utilizó como pretexto para la creación del cargo de Contralmirante y distribuir ascensos entre oficiales de las fuerzas armadas.

¿Por qué, en julio de 1951, Estados Unidos redujo la cuota de azúcar de Cuba?
-La cuota de Cuba fue reducida en 300 000 toneladas, las cuales fueron transferidas a Santo Domingo y Perú. El senador, demócrata por New Mexico, Clinton Anderson, calificó la reducción como traición a Cuba.
La causa de esta agresión económica se debió probablemente a que la incapacidad del autenticismo de controlar al movimiento obrero, el caos que provocaban los grupos gangsteriles, y la corrupción generalizada, creaban una situación inestable perjudicial a los intereses norteamericanos, mientras la ortodoxia continuaba creciendo y presentándose como un peligro por su doctrina nacionalista, defensora de la dignidad nacional.


¿Qué opinaba el embajador de Estados Unidos, Willard Beaulac, sobre el presidente Carlos Prío?
-En un informe desclasificado del embajador Beaulac al Departamento de Estado, se lee: “El [Prío] se siente muy cercano al gobierno de los Estados Unidos. Cuando más joven era un radical, pero ahora ha cambiado. Antes se oponía al capital americano, ahora está a favor de él”. Beaulaco fue embajador en Cuba de 1951 a 1953.


¿Al final de los gobiernos del autenticismo, era Cuba más independiente económicamente frente a Estados Unidos?
-No. Se dio un gran paso de avance con la creación del Banco Nacional, pero los cambios profundos estructurales requeridos por el País no se produjeron. No se realizó la Reforma Agraria. No se resolvieron los problemas crónicos del desempleo, del subempleo y del “tiempo muerto”. La economía cubana, atada a la voluntad y a los intereses de Estados Unidos, siguió dependiendo casi exclusivamente del azúcar en un mercado inestable.
Debido a la fuerte competencia y a los altibajos del precio del azúcar en el mercado internacional, la tasa de reinversión de capitales, tanto extranjeros como cubanos, era pequeña y dirigida a lo que proporcionaba ganancias a corto plazo, mientras que la mayor parte de los ingresos se mantenía en forma líquida en bancos extranjeros, se invertía en otros países, se utilizaba en operaciones especulativas o se destinaba a la construcción de inmuebles lujosos, de acuerdo a un informe de 1951 del “International Bank of Reconstruction and Development”, el “World Bank”.
El informe de la “misión Truslow” del “World Bank” presentaba recomendaciones muy favorables a los intereses de Estados Unidos, como en el caso de los ferrocarriles, e insistía demasiado en la supresión de conquistas obreras logradas tras largos períodos de lucha.
La corrupción administrativa, sumada a la herencia de los problemas estructurales de la economía y a su dependencia de Estados Unidos, impidieron a los gobiernos del autenticismo aprovechar, para el desarrollo del País, las bonanzas en el Mercado azucarero causadas por la Segunda Guerra Mundial y por la Guerra de Corea.


¿Qué nuevas fechorías realizó Estados Unidos en América Latina en el período 1944-1952 de los gobiernos auténticos?

1946: Estados Unidos abre en Panamá la tristemente célebre Escuela de las Américas, dedicada a formar especialistas en el asesinato, la tortura, el interrogatorio, y otras materias, para la represión de los movimientos progresistas del Continente. Fue una escuela de formación de cuadros para las dictaduras de América Latina.

1947: Estados Unidos impone en Río de Janeiro el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), instrumento mediante el cual incorpora a los países de América Latina a su estrategia mundial agresiva de posguerra.
El 26 de Julio de ese mismo año, Estados Unidos crea la Agencia Central de Inteligencia (CIA) para el trabajo sucio de la política exterior norteamericana (operaciones encubiertas, asesinatos de líderes extranjeros indeseables, etc.).

1952: Fulgencio Batista produce un golpe de estado en Cuba, con la simpatía y el apoyo de Washington.


¿Era el golpe de estado militar de Fulgencio Batista la excepción o la regla en América Latina?
-Cuando ocurre el golpe de estado del 10 de marzo de 1952, ya en El Salvador, Nicaragua, Haití, República Dominicana, Venezuela, Perú, Paraguay y Argentina, los gobiernos civiles habían sido sustituídos por dictaduras militares y en Panamá, desde los años cuarenta hasta su asesinato en 1955, el comandante José Antonio Remón, ponía y quitaba presidentes y era el hombre fuerte de Washington que ejecutaba en ese país los lineamientos de la Doctrina Truman. Cuba fue el 10o. país del Continente en caer bajo la bota cuartelaria, pero no fue el último: en 1953 se instaló en Colombia la dictadura de Rojas Pinilla; en 1954, una invasión organizada por la CIA derrocó al presidente Jacobo Arbenz en Guatemala e instaló en el poder a Castillo Armas; en 1963, en Honduras, se produce el golpe de estado de López Arellano, y en Ecuador, es derrocado el gobierno izquierdista de Arosemena; en 1964, en Bolivia, Barrientos y Ovando frustraron las transformaciones sociales de Paz Estenssoro, y en Brasil, Joao Gulart es depuesto por Castelo Branco; en Chile, en 1973, Pinochet asume el poder con el apoyo de la CIA; en 1976, en Uruguay, el ultimo presidente civil fue derrocado. Podríamos prolongar la lista todavía más.
Con esta abrumadora evidencia, plantear que el golpe de estado del 10 de marzo en Cuba tuvo por causas solamente la corrupción y la debilidad del gobierno de Carlos Prío es quedarse en las ramas sin ver que la raíz era la promoción imperialista de gobiernos militares que impidiesen, mediante la represión más brutal, el ascenso de las fuerzas progresistas en América Latina.
“¿Por qué en Estados Unidos no hay golpes de estado?”, preguntaba un humorista de aquella época, y el mismo se respondía: “Porque en Estados Unidos no hay embajada norteamericana”.






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Salvador Capote


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