Derrotar al imperialismo y la oposición

En las elecciones del 3D existen varios escenarios posibles. Uno enteramente favorable al proceso revolucionario con una abstención por debajo de sus promedios históricos, alrededor de 30-35% con una intención del voto por Chávez superior al 60%. Se produciría una relegitimación absoluta del Presidente y de su política con una tendencia favorable a la profundización de la revolución bolivariana. En este escenario la estrategia de los candidatos de Bush sería totalmente neutralizada.

Un segundo escenario, con una abstención dentro de límites históricos de alrededor de 40%, con una intención del voto por Chávez de alrededor de 55-60%, También sería un escenario de relegitimación del Presidente, pero con un margen mayor de maniobra desestabilizadora por parte de los candidatos de oposición y lo más probable es que reciban la orden de retirarse argumentando irregularidades en el proceso electoral.

Un tercer escenario con una elevada abstención, por encima de su media histórica, con una intención del voto por el presidente Chávez superior al 60% llevaría a la retirada de los candidatos al servicio del imperialismo y activar sus políticas insurreccionales dirigidas al derrocamiento del mandatario. No consideramos la victoria de alguno de los candidatos de la oposición, pues todas las tendencias, incluidas sus encuestas, muestran una una clara victoria del presidente en cualquiera de los escenarios que hemos considerado.

Del análisis de estos tres escenarios, entre otros posibles, es claro que el enemigo a derrotar es la abstención. Ésta proviene de dos fuentes: de la propia campaña directa que hacen sectores de la oposición como AD y la actitud pasiva de algunos sectores de Primero Justicia, por una parte, y por la otra, de la campaña indirecta de los candidatos de la oposición y del imperialismo que tratan de desprestigiar la gestión del gobierno y los logros de la revolución, a pesar de los cerca de 15.000 millones de dólares que costó el sabotaje petrolero y la pérdida de más de 600.000 empleos que ellos mismos realizaron, por no nombrar sus efectos sobre la salud psíquica de los venezolanos. Tratan de ganar el voto del pueblo, pero su enojo con funcionarios del gobierno, o algunos alcaldes o gobernadores llegaría a lo sumo a la abstención. El pueblo nunca votaría por sus propios verdugos.

El pueblo debe valorar correctamente que la política electoral de los candidatos de la oposición forma parte de una estrategia global que entre otros aspectos busca deslegitimar el CNE para desconocer la victoria del Presidente, crear una situación de caos complementada con actos de violencia y la activación de todo el dispositivo mediático de EEUU a nivel internacional. Debe valorar que el gobierno de Estados Unidos está detrás de los candidatos de la oposición a quienes financia y mueve como marionetas y debe estar vigilante ante la agenda oculta con la que siempre han actuado. Debe valorar que el Presidente ha sido consecuente con su planteamiento de transformación revolucionaria de la sociedad venezolana y que las fa llas, que las hay, tanto en el ejecutivo como en las diversas instancias del poder público, no son su responsabilidad. Sobre todo debe asumir su soberanía, su papel protagónico y su corresponsabilidad en la construcción de una patria libre y soberana, condición indispensable para continuar profundizando la revolución bolivariana. Una votación masiva por el presidente significa la derrota del imperialismo y la oposición lacaya, pero también una crítica radical a la conducta de quienes han defraudado la confianza popular y un mensaje muy claro al Presidente de que debe dar un golpe de timón radical en la conducción del proceso revolucionario.


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Daniel Hernández


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