A las cosas hay que llamarlas por su nombre, la verdad por muy dura que sea, es la verdad y ante ella, si la conocemos y analizamos, tomamos decisiones acertadas como Estado, Gobierno y Pueblo. Lo que estamos viviendo en estos tiempos con la inseguridad de la cual forman parte la violencia desmedida, los bachaqueros, los atracos y robos a la orden del día, las bandas criminales que están mejor armadas que la policía, los asesinatos y llama poderosamente la atención una cantidad de crímenes que se están cometiendo desde hace rato contra escoltas, dirigentes políticos del chavismo, funcionarios administrativos y ahora con mucho énfasis en los integrantes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y funcionarios policiales, siendo esto último en el marco de una espiral de violencia que ya asoma desde donde parten las instrucciones para generar el caos y la incertidumbre en la población venezolana.
No es mera casualidad lo que ocurre, lo sabemos; es el gobierno estadounidense y sus lacayos criollos los que impulsan tan perverso plan de aniquilación para intentar doblegar a un pueblo como el nuestro y otros hermanos del Continente que se atrevieron a cambiar una realidad impuesta por las grandes corporaciones transnacionales que nos mantuvo en el olvido como pueblo durante más de 100 años. Hemos emergido de las cenizas como el ave Fénix, con Hugo Chávez dirigiendo al país, logramos revertir en gran parte unas instituciones que mantenían al pueblo inmerso en la oscurana; hoy sin las trabas de ayer, el pueblo accede a los distintos niveles de educación formal,; se elevó el buen vivir, en salud, alimentación, vivienda, tecnología, acceso a los servicios, con el reconocimiento de la ONU, FAO, UNESCO, entre otros organismos internacionales, sólo para mencionar el área social. Esa es una gran verdad, que nadie, absolutamente nadie podrá negar.
Ah, pero los planes de la canalla son aplastar al Gobierno bolivariano que hoy dirige Nicolás Maduro, negarle la comida al pueblo por distintos mecanismos, agregado a ello la corrupción imperante, que tampoco se puede negar, buscando generar descontento e inestabilidad para lanzar sus fauces contra la revolución bolivariana. Como no lo han logrado, ahora se valen de los paramilitares y el hampa común que han organizado en bandas pagadas con dólares, para asesinar a funcionarios militares y de seguridad de Estado, en una nueva arremetida para intentar crear zozobra, miedo, caos en la población, creyendo que así podrán acceder al poder político.
Es momento de actuar con firmeza, utilizar todos los mecanismos legales para repeler con autoridad esta especie de exterminio que intentan continuar, utilizando la proporcionalidad en el ejercicio de la fuerza. Juntos, unidos como pueblo, vamos a superar la barbarie que quieren imponernos, pero las acciones hay que aplicarlas YA.
Y como decía el Ché: “Porque es la naturaleza del imperialismo la que bestializa a los hombres, la que la convierte en fiera sedienta de sangre, que están dispuestas a degollar, asesinar; a destruir hasta la última imagen de un revolucionario, de un partidario de un régimen que haya caído bajo su bota o que luche por su libertad”. (…) Al imperialismo, ni tantito así, Nada!
*Abogada. Ex Defensora del Pueblo del Estado Miranda.
mirandina2@gmail.com
